El ejército de Estados Unidos lanzó 59 misiles contra Siria, disparados desde dos destructores en el mar Mediterráneo, que impactaron en múltiples sitios, incluyendo una base aérea cerca de Homs. El ataque, el primer asalto convencional ordenado por Donald Trump contra otro país, ocurre un día después de que el mandatario estadounidense dijera que el ataque químico en Idlib (Siria) había “cruzado muchas líneas” y que estudiaría tomar medidas militares ante esa “grave situación”.
Texto: Telesur y RT
El propio presidente Donald Trump dio una declaración haciendo pública la operación. “No hay duda de que Siria usó armas químicas prohibidas”, dijo Trump desde Florida, donde se reunió este jueves con el presidente chino, Xi Jinping.
El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, aseguró que Rusia o bien fue “cómplice” o bien actuó de manera “incompetente” al no impedir que Siria, su aliado, supuestamente usara armas químicas. El jefe de la diplomacia estadounidense señaló que el ataque fue una respuesta “proporcional” que demuestra que Trump está preparado para “tomar acciones” ante “actos atroces”.
El ataque ha sido llevado a cabo desde dos destructores, el USS Porter y el USS Ross, que se encuentran en el Mediterráneo. Los misiles de crucero iban dirigidos contra la base aérea del Ejército sirio de Shayrat, en la provincia de Homs.
El bombardeo de Washington ha provocado graves daños materiales a la base aérea siria, según ha señalado el Ejército de Damasco. Seis militares sirios han perdido la vida tras el ataque, según el Estado Mayor sirio.
Sólo 23 de los 59 misiles impactaron la base aérea, según RT. Por el momento se desconoce dónde han aterrizado los otros 36 misiles estadounidenses, ha indicado el periodista de la revista ‘Natsionalnaia Oborona‘, Ígor Korótchenko, por lo que opina que la operación de Washington no puede ser calificar como un “éxito”..
Motivos
Los motivos dados por EE.UU. para ejecutar el ataque fue acusar ―sin pruebas― al gobierno de Bashar Al Assad de haber usado gas sarín en un supuesto ataque químico en Idlib, que ni siquiera la ONU, a través de Oficina de Asuntos para Desarme, pudo confirmar que haya sido efectuado desde el aire y con aviones rusos (como se acusó).
La opciones que dio el Pentágono a Trump para atacar son: bases aéreas, centro de comando y control militar, sistemas de defensa aérea y tropas.
Un funcionario estadounidense dijo a NBC que los rusos fueron advertidos pero que no serían atacados. No obstante, justo antes del ataque, Rusia advirtió a Estados Unidos que puede haber “consecuencias negativas” si lleva a cabo una acción militar contra Siria, tras una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Si hay una acción militar, toda la responsabilidad recaerá sobre los que hayan iniciado una empresa tan trágica y dudosa”, declaró el embajador ruso ante la ONU, Vladirmi Safronkov, a la salida de la reunión.
El Consejo de Seguridad de la ONU tampoco votó hoy una resolución sobre el ataque químico en Siria, con los Estados miembros aún divididos y tratando de negociar un compromiso. Hay tres borradores sobre lo sucedido en Idlib, el primero hecho por EE.UU., Francia y el Reino Unido pero rechazado por Rusia por su carácter intervencionista sobre Siria.
Estas discusiones se desarrollaron mientras que Washington estudiaba una posible intervención militar en respuesta al supuesto ataque químico del martes, del que Occidente responsabiliza a Al Assad.
Niega estar involucrada en el ataque con armas químicas
Siria no solo ha desmentido ser responsable del ataque, sino que reiteró una vez más que nunca han usado gases tóxicos contra su propio pueblo, y recordó que el Ejército no tiene ningún tipo de armas químicas ni busca adquirirlas.
Además de cumplir todas sus obligaciones con la Convención sobre armas químicas desde su adhesión a la Convención en 2013, Siria denuncia que son las organizaciones terroristas armadas y sus operadores los que han ejecutado estos ataques para acusar al Estado sirio.
Reacción rusa
El gobierno ruso calificó como una “agresión contra una nación soberana” el ataque realizado por EE.UU. este jueves contra una base siria, como respuesta al supuesto ataque con armas químicas del que se acusa al gobierno de Bashar al Asad.
Según comentó un vocero del presidente ruso Vladimir Putin, la acción de EE.UU. fue “un intento para distraer al mundo de las bajas civiles que está causando la intervención militar de EE.UU. en Irak”.
El ataque estadounidense “causa un daño significativo a las relaciones entre Washington y Moscú”, aseguró Dmitry Peskov. Insistió en que “el ejército sirio no tiene armas químicas”, lo que reafirma la diferencia sustancial entre la postura de Rusia como aliado del gobierno sirio y la de EE.UU. que insiste en que se utilizaron.