Muñequera, cantora, poeta. Amada Rojas, artista de índole popular que en vida marcó un hito imborrable para Venezuela, falleció la noche de este viernes para lamento del mundo cultural venezolano, que la vio elevar su creatividad en diversas tareas. Así se expresó el ministro para la Cultura, Freddy Ñañez, en su cuenta en Twitter: “Hasta siempre Amada Rojas, nos dejas un alma lúdica a cuidar. En nuestra sonrisa descanses cultora de la ternura”.
Texto: AVN
Rojas nació el 13 de septiembre de 1941 en Cariaco, estado Sucre, en el seno de una familia creadora. Su padre, Jorge Rojas, era conuquero y su madre, Berta Vargas, una artista que en la década de los 60 empezó a hacer caritas de totumas y muñecas de trapo, ganándose la fama de “loca”.
“Mi mamá hacía caritas de Totuma para vender y le decían que estaba loca, pero ella no les hacía caso y empezó a hacer muñecas de trapo con otra amiga. Yo trabajaba en Caracas, en casas de familia, pero iba y venía, me sumé a ellas y así fui aprendiendo a hacer las caras de totuma y después las muñecas”, relató Rojas en 2013 a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
“Total que después con el tiempo, en 1983, se me ocurrió personificar las muñecas, por eso es que se ven así como unas personas. Cuando hice las primeras mi mamá me dijo: ‘Ay mija, esa muñeca que tú estás haciendo perece gente’, y yo me alegré porque mis muñecas parecían gente”, afirmó la sucrense, quien en 2011 expuso muñecos de Francisco de Miranda, Simón Bolívar y Manuela Sáenz, entre otros, como parte de las celebraciones por el Bicentenario de la Independencia.
A principios de siglo, Amada Rojas fue declarada Patrimonio Cultural Viviente del estado Sucre. Ahora pasa a ser Patrimonio Cultural póstumo de Venezuela.