Gran Misión Viva Venezuela emite pronunciamiento repudiando la presencia militar de Estados Unidos en el mar Caribe

Foto referencial

La Gran Misión Viva Venezuela Mi Patria Querida, sus equipos promotores, junto a cultoras, cultores, creadoras, creadores, artistas, portadoras y portadores patrimoniales, y el pueblo artesano, emitieron un pronuciamiento este jueves en la noche rechazando la presencia militar de la Armada de los Estados Unidos en aguas del Mar Caribe y las agresiones a embarcaciones pesqueras dentro de nuestra Zona Exclusiva Económica. En el comunicado, “alzamos la voz en defensa de nuestra soberanía y el espíritu noble de la venezolanidad”.

El comunicado fue dado a conocer a través de las redes sociales de la Gran Misión y del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

Igualmente, se invita a cultores y cultoras, creadores, artistas y artesanos a unirse al comunicado a través del formulario presente en este enlace.

A contiuación, el texto emitido.

Pronunciamiento

Los equipos promotores nacional, estatales, municipales y comunitarios de la Gran Misión Viva Venezuela Mi Patria Querida, las cultoras y cultores, creadoras y creadores, artistas, portadoras y portadores patrimoniales y el pueblo artesano que conforman en su conjunto el espíritu noble de la venezolanidad, nos pronunciamos ante la presencia militar de la Armada de los Estados Unidos en aguas del Mar Caribe, y las incursiones, ataques y requisiciones a embarcaciones pesqueras dentro de la Zona Exclusiva Económica de la República Bolivariana de Venezuela.

Expresamos nuestra indignación, no solo por la violación del espacio que forma parte del territorio venezolano, sin ningún argumento legal sólido que justifique tales incursiones, sino también, y de acuerdo a informaciones ofrecidas por el propio presidente de la nación agresora, Donald Trump, por el ataque, basado en meras presunciones, contra compatriotas, trabajadores de la pesca, con resultados mortales, aplicando una fuerza bélica desproporcionada e inhumana.

Indignación por la manera jactanciosa como el presidente Trump y sus lacayos han presentado tal acción vil como un logro en una supuesta lucha contra el narcotráfico, sin mostrar ninguna prueba de los presuntos ilícitos y, contra toda lógica en el marco de la ley y de la justicia, sin el derecho a la defensa.

Indignación por la violación del derecho de nuestros pescadores, artesanos de la pesca y portadores de saberes ancestrales, de realizar sus jornadas sin temor a convertirse en objetivos de una guerra unilateral cuya meta dista de las “nobles causas”que vociferan utilizando la lucha contra el narcotráfico como pretexto para invadir nuestra Patria y arrebatarnos nuestras riquezas naturales. No nos engaña su relato señor Trump. Al contrario, condenamos la hipocresía del Estado que usted representa, que ha hecho del narcotráfico un negocio rentable y conveniente para sus propósitos de dominación mundial, y simultáneamente tiene el cinismo de arrogarse el derecho a calumniar y acusar a otros de los delitos que dicho Estado practica y promueve.

Indignación porque al atacar a nuestros pescadores, al asesinarlos o, en el mejor de los casos, emboscarlos y abordar sus naves en el mejor estilo de los filibusteros, bucaneros y corsarios del siglo XVII, son zarpazos que infligen contra nuestra más profunda virtud identitaria que es la venezolanidad, ante lo cual no podemos mantenernos indiferentes.

Como defensores de nuestra identidad, esa que nos otorga el sentido de soberanía y el amor a la Patria, alertamos al pueblo venezolano y a los pueblos del mundo a no tomar estos hechos con indiferencia. Esa misma indiferencia que permitió la aniquilación del pueblo de Gaza. No permitamos que nuestras conciencias se despierten cuando ya sea demasiado tarde. Las acciones en el Mar Caribe, declarado Zona de Paz por los países latinoamericanos y caribeños, son signos inequívocos de una escalada bélica que puede, no solo afectar a Venezuela, sino a toda la reglón. Es con una postura, nacional e internacional, activa y contundente que podremos garantizar que la paz prevalezca.

Nos solidarizamos con las comunidades pesqueras de nuestras costas, con sus técnicas artesanales, con el punto de navegante, el polo y la malagueña que acompañan sus jornadas, con el dolor y la indignación que han producidos las arremetidas imperiales al afectar familias enteras y distorsionar cotidianidades.

En estos momentos de incertidumbres y amenazas, cuando las sombras de la intolerancia y el supremacismo nos quieren rodear, elevamos nuestra voz, no sólo de protesta y rechazo, sino de reconocimiento, solidaridad y esperanza.

La labor de los pescadores y pescadoras, no es simplemente un oficio, es el latido de una memoria ancestral, un patrimonio vivo de la humanidad. Cada red lanzada al amanecer, cada embarcación que surca las olas, cada canción de faena que se eleva con la brisa marina, es un eco de sus antepasados. Son los herederos directos de un diálogo sagrado con el océano, del conocimiento que se transmite de generación en generación, cimentando la columna vertebral de nuestra identidad nacional.

La sabiduría para leer el cielo y las corrientes, la valentía para desafiar la inmensidad y los elementos son tesoros que no se miden en dinero, sino en dignidad y fuertes raíces. Ustedes, pescadores, son guardianes de la tradición que no sólo alimenta nuestros cuerpos, sino también, el espíritu del pueblo laborioso.

Su trabajo es un acto de resistencia cultural, testimonio de que la verdadera fuerza reside en la armonía con la naturaleza y la comunidad.

Frente a la grosera agresión, de un poder que no entiende de valores, que sólo ve recursos por explotar y no un legado que merece ser honrado, nuestra solidaridad y acompañamiento es inquebrantable.

No estarán nunca solos, la conciencia de quienes valoramos la cultura, la justicia y la paz está con todos ustedes.

La marea de la razón y la firmeza del espíritu forjado en múltiples tempestades hará retroceder al soberbio agresor y la dignidad y la verdad prevalecerán.

Mantengamos la esperanza anclada en la certeza de estar en el lado correcto de la historia.

Sigan siendo, el faro que nos guíe hacia la victoria, respetando la vida, la cultura y la soberanía e independencia de nuestro suelo y de nuestro destino. ¡Somos caribeños y el mar nos une!

Finalmente, exigimos respeto a la figura del presidente Nicolás Maduro y del equipo que lo acompaña, junto al pueblo, en la conducción del proceso revolucionario que nos guía hacia la conformación del Estado Comunal. En ese sentido, elevamos nuestro apoyo irrestricto al Presidente, así como a la Declaración, por medio de Decreto Presidencial, del Estado de Conmoción Exterior en todo el territorio nacional, para garantizar la paz y la soberanía.

No se atrevan a desafiar al pueblo venezolano. Somos los mismos que expulsamos hace 200 años al imperio español del continente americano.

¡Vivan los pescadores de la Patria! ¡Viva nuestro Presidente Nicolás Maduro Moros! ¡Viva la Paz!
¡Vivan los Poderes Creadores del Pueblo! ¡Viva Venezuela Mi Patria Querida!

Para añadirse a este pronunciamiento, haga click aquí y busque el formulario al final de la página.

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