La Fundación Cinemateca Nacional, prosiguiendo con sus ciclos de Cine Foros, realizó el pasado jueves 26 de septiembre un encuentro con la cineasta Liliane Blaser, a propósito de la proyección de sus dos últimos documentales: Ágora Violenta y Chávez+Pueblo. Blaser, quien además es Premio Nacional de Cine, ha tenido una filmografía coherente donde ha seguido el tema de la historia reciente de Venezuela.
Texto: Prensa Cinemateca
“Venezuela fue la que inició, de alguna manera, la independencia en América y siempre ha estado como a la vanguardia de muchas cosas. También ha estado bajo la mira de los imperios, tanto del español y ahora, el de Estados Unidos”.
“Creo que lo que puede hacer uno con una película, con una serie, con lo que uno logra hacer, con un artículo o con una pinta en la pared, es tratar de oponerse a esa cultura del dolor, esa cultura de la violencia, esa cultura de la opresión y de la explotación”, señaló la cineasta.
Plazas de la violencia
Al preguntarle sobre su documental “Ágora Violenta: Barbarie en la Civilización” expresó que se llama Ágora Violenta porque parte del ágora, que era la plaza donde, supuestamente, la democracia nació en Grecia. “Era una democracia muy chucuta, como diría Pérez Alfonso, porque las mujeres no entraban, no entraban los extranjeros ni tampoco los esclavos, pero ellos se vanagloriaban de su democracia”.
Este cortometraje documental forma parte de una dilogía porque luego viene una especie de secuela que se llamará Agora Asediada, que está todavía en fase de postproducción.
En pleno siglo XXI en la plaza pública, en el ágora, es que han iniciado muchas de las llamadas revoluciones de diseño, según la documentalista. “Estuve en Túnez, en Egipto y también en Estambul, viendo un poco los estragos que hicieron al tomar una plaza y de ahí irradiar como un cáncer a toda una sociedad con violencia y con muerte” señaló Blaser.
En este orden, el presidente de la Fundación Cinemateca Nacional, Vladimir Sosa, expresó que han sido 25 años de la Revolución Bolivariana sometida al saboteo de factores adversos. “Han sido 25 años defendiendo un país. Lo más importante es que estamos en paz y no nos estamos matando. Nuestro mayor logro es que somos hoy un país de paz”, enfatizó Sosa.
Asimismo, en pleno foro, Vladimir Sosa se refirió al aspecto formal del film de Blaser “en su capacidad de organizar cronológicamente tanta información histórica”.
“Agora Violenta tiene una cualidad que es colocar cronológicamente, ordenar cronológicamente, en pocos minutos, parte importante de lo que ha sido toda la agresión a la democracia venezolana” recalcó el presidente de la Cinemateca Nacional.
Lilianne Blaser respondió que hay “un tema de reconstrucción importante. El tema de jurungar la historia… Una película es un propuesta para entrar en un diálogo más”.
La memoria, piso de la conciencia
Por su parte, el documental Chávez+Pueblo busca rescatar la memoria, de lo medular que es la memoria de los acontecimientos y cómo se sucedieron, aparte de la forma en que Hugo Chávez encaró la forma de hacer política. Es una película que trata un episodio poco difundido, a juicio de Vladimir Sosa, como es la relación y el compromiso de Chávez con los pueblos indígenas a lo largo de su gobierno.
En este documental se aprecian imágenes poco conocidas como cuando se le otorga el indulto a Hugo Chávez en 1994 y la concentración de gente del pueblo y sus consignas durante ese acontecimiento, por ejemplo.
Tanto Ágora Violenta como Chávez+Pueblo ya están circulando en la web y posiblemente, vayan al Festival Internacional de Cine de La Habana en diciembre, aunque fuera de concurso.