El nuevo Presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, tomó posesión de su cargo y presentó este martes las líneas generales de su Gobierno, asegurando que pondrá de nuevo de pie a su país y llevarlo hacia el desarrollo con justicia social.
Texto: Telesur
En su discurso, Fernández presentó el crítico panorama de la emergencia social que atraviesa el país, tras una pésima gestión de su antecesor que profundizó la crisis social y económica.
El nuevo Presidente lanzó una serie de propuestas para sacar a la nación del marasmo en que cayó que sólo provocó la profunda división del pueblo argentino.
En su agenda de trabajo, Fernández consideró prioritario reimpulsar la economía en crisis con programas que favorezcan el desarrollo de la industria, el crecimiento de la mediana y pequeñas empresas, pero sin dejar afuera a los sectores menos favorecidos.
“Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina en pos de la construcción de un nuevo contrato social”, aseguró el nuevo presidente de la Nación, en su primer discurso al frente de la Presidencia.
“Convoco a la unidad de toda la Argentina y a crear un nuevo contrato social. Vengo a convocarlo para poner a Argentina de pie, para que empiece a caminar con justicia social, condición necesario a para poder avanzar”, indicó.
“Hemos aprendido que las debilidades e insuficiencias de las democracias sólo se resuelven con más democracia”, agregó. “Vengo a invitarlos a construir esa sociedad democrática que aún nos debemos”, dijo.
Aseguró Fernández que su Gobierno tiene la “voluntad” de pagar la “insostenible” deuda pública que deja la gestión de su antecesor, Mauricio Macri, pero afirmó que “carece de capacidad de hacerlo”.
“No hay pagos de deuda que se puedan sostener si el país no crece. Tan simple como esto. Para poder pagar hay que crecer primero”, sentenció ante las autoridades del Estado y mandatarios extranjeros que asistieron a la ceremonia de su asunción en el Congreso, en Buenos Aires.
Fernández aseguró que buscará una “relación constructiva y cooperativa” con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en 2018 aprobó para Argentina un préstamo de 56.300 millones de dólares, y el resto de acreedores, y lamentó que recibe un país “frágil” y “postrado”.