El Presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció este domingo en la tarde su renuncia como Jefe de Estado en lo que describió como la ejecución de un “golpe cívico-político-policial”. Acompañado de su vicepresidente, Alvaro Garcia Linera, y de la ministra de salud, Gabriela Montaño, señaló: “Estoy renunciando. Pero este no es el final de la lucha”. Exigió a los opositores Carlos Mesa y Luis Camacho cesar la persecución contra sus partidarios, contra dirigentes sindicales y el pueblo indígena que lo apoya. “Estoy renunciando para que Mesa y Camacho no siga destruyendo la casa de mis hermanos”, reiteró en varias ocasiones.
Texto: Alba Ciudad, RT y AVN
Informó que, en las próximas horas, hará llegar una carta de renuncia a la Asamblea Nacional Legislativa.
“Es mi obligación, como primer presidente indígena y presidente de todos los bolivianos, buscar esta pacificación. Espero [que] Mesa y Camacho hayan entendido mi mensaje”, declaró Morales, instando a la juventud a ser “humanos con los más humildes”.
“No es ninguna traición. La lucha sigue. Somos pueblo”, indicó el jefe de Estado, subrayando el notable nivel de desarrollo alcanzado por el país durante su mandato, pero condenando que grupos oligárquicos “conspiren contra la democracia”.
“Nunca hemos estado en el gobierno por aspiraciones personales”, dijo el Presidente Morales. “No he robado a nadie nada. Si alguien dice que he robado, ¡que presente una prueba! Hemos logrado miles y miles de obras gracias al crecimiento económico”.
Pidió a sectores de la Policía Nacional “no convertirse en instrumento de sectores capitalistas”, y denunció cómo muchos de ellos se negaron a actuar hoy, cuando a varios de sus partidarios y campesinos eran atacados por grupos de derecha. También denunció que a su hermana le fue incendiada su vivienda “por segunda vez”.
“Si pasa algo con Evo y Álvaro, será responsabilidad de Mesa y Camacho”, señaló.
Denunció que a César Navarro, ministro de Minería, le amenazaron a su familia tras lo cual tuvo que renunciar. Lo mismo ocurrió con otros ministros y funcionarios. “Camacho, no haga eso. ¡Eso es totalmente inhumano!”, dijo Evo Morales en referencia al dirigente opositor Luis Camacho.
Pidió a la OEA y a la Unión Europea “decir la verdad sobre este golpe de estado”.
Vicepresidente Linera: “¡Volveremos y seremos millones!”
Alvaro García Linera también informó que presentará su renuncia como vicepresidente de Estado y presidente de la Asamblea Legislativa. “Me siento muy orgulloso de haber sido vicepresidente de un indígena, de un campesino. Y le seré siempre leal, estaré siempre a su lado, acompañándolo en las buenas y en las malas”, manifestó. “No vamos a restablecer el orden constitucional en base a la sangre y al fuego”, indicó.
“El golpe de Estado se ha consumado”, aseveró el vicepresidente del mandato de Evo Morales.
“A los que nos han robado el voto: no destruyan Bolivia con su ambición”, denunció García Linera. También citó al líder indígena Túpac Katari, quien en 1781, antes de ser ejecutado por militares españoles: “¡Volveremos y seremos millones!”.
Por otro lado, la presidenta del Senado de Bolivia, Adriana Salvatierra, presentó este domingo su renuncia, minutos después de que el presidente Morales dimitiera. Salvatierra era la siguiente en la línea de sucesión a la jefatura del Gobierno de Bolivia, tras la renuncia también del vicepresidente del país, Álvaro García Linares.
Comandante General de la Fuerza Armada le “sugirió” renunciar
Previamente, el comandante general de la Fuerza Armada de Bolivia, Williams Kaliman, leyó este domingo en la tarde un comunicado en conferencia de prensa ante los medios de comunincación, en el que afirmó que, “ante la escalada de conflicto que atraviesa el país, velando por la vida, la seguridad de la población, la garantía del imperio de la condición política del Estado, en conformidad al artículo 20 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas y luego de analizar la situación conflictiva interna, sugerimos al Presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial, permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad, por el bien de nuestra Bolivia”.
También pidió “al pueblo boliviano y sectores movilizados deponer las actitudes de violencia y desórdenes entre hermanos, para no manchar con sangre y dolor a nuestras familias”. Kaliman estuvo acompañado del cuerpo militar.
A este llamado se sumó el comandante de Policía de Bolivia, Yuri Calderón, quien, a través de un video transmitido por medios locales, “sugirió” la renuncia de Evo Morales “para la pacificación en estos duros momentos que atraviesa la nación”.
Tras el pronunciamiento de la Fuerza Armada, la Defensoría del Pueblo solicitó la dimisión, no solo de Morales, sino también del vicepresidente del país, Álvaro García Linera.
“Apelando al compromiso con la Patria, se sugiere al Primer Mandatario y al Vicepresidente del Estado, considerar la dimisión a su cargo para lograr la pacificación en el Estado Plurinacional de Bolivia”, expresó la Defensoría en su cuenta en la red social Twitter.
Golpe de Estado anunciado
Desde hace varios días, el Presidente boliviano, Evo Morales, ha denunciado la ejecución de un golpe de Estado en su contra por parte de sectores de derecha.
Las acciones contra Morales se generan horas después de que la Organización de Estados Americanos (OEA), presentara su informe final sobre los comicios generales del pasado 20 de octubre, quienes recomendaron la repetición de las elecciones generales, basados en que no era posible dar certeza al cómputo definitivo sobre la base del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).
Luego del pronunciamiento de la OEA, el Presidente Morales anunció este domingo en la mañana la renovación de los vocales del Tribunal Supremo Electoral y la convocatoria a nuevas elecciones. No obstante, la derecha no aceptó las medidas anunciadas e insistieron en la renuncia de Morales.
El excandidato presidencial opositor de la alianza política Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, respondió poco después asegurando que ni Evo Morales ni Álvaro García Linera pueden ser candidatos en el nuevo proceso electoral, y llamó a continuar las manifestaciones. “Esta es una decisión que debe tomar el presidente Morales, si le queda un ápice de patriotismo debería dar un paso al costado. Ni Morales, ni su vicepresidente, Álvaro García, están en condiciones de presidir el proceso electoral”, afirmó. Instó a sus seguidores a no dejar la calle.
Tras este llamado, se generaron acciones de terrorismo en contra de dirigentes políticos del partido de gobierno, Movimiento al socialismo (MAS) y ministros de la administración de Morales, a quienes les agredieron a sus familias, e incendiaron las viviendas, denunció la ministra de Salud, Gabriela Montaño, quien señaló los actos como evidencia de un golpe de Estado.
Varios funcionarios de la administración de Morales decidieron renunciar a sus cargos, debido a los ataques contra su vida y familiares; entre ellos el ministro de Minería de Bolivia, César Navarro; el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez; el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, y los legisladores David Ramos, Rubén Medinaceli y María Simoni.
De igual forma, renunciaron a su cargo el ministro de Deporte, Tito Montaño, así como el gobernador de Cochabamba, Iván Canelas.
A este golpe de Estado, se le suma, además, varias unidades especiales de la Policía Nacional de Bolivia se rebelaron contra sus comandantes, entre ellos la Policía de La Paz, quienes dejaron sin protección la sede del Gobierno.