El diario estadounidense The New York Times presentó un trabajo especial este domingo, basado en videos inéditos y en otros publicados con anterioridad, demostrando que los grupos de choque de la oposición fueron quienes ocasionaron el incendio que destruyó dos camiones con supuesta ayuda humanitaria en el puente fronterizo Francisco de Paula Santander el pasado 23 de febrero. Dichos camiones intentaban ingresar a la fuerza desde Colombia hacia Venezuela, apoyados por grupos de encapuchados quienes lanzaban piedras y bombas molotov contra los efectivos que resguardaban el lado venezolano de la frontera, que se encontraba cerrada.
Texto: Alba Ciudad (Luigino Bracci Roa)
En el artículo especial “¿Quién fue responsable del incendio de la ayuda humanitaria para Venezuela?“, los periodistas Nicholas Casey, Christoph Koettl y Deborah Acosta presentan un trabajo especial en el que, analizando videos de medios de comunicación y videos de seguridad provistos por el gobierno de Colombia, pudieron comprobar más que el incendio fue provocado por los manifestantes opositores, que lanzaban bombas molotov contra efectivos venezolanos para intentar apartarlos y lograr el ingreso por la fuerza de camiones con supuesta “ayuda humanitaria”.
Señala el artículo: “En algún momento, una bomba casera hecha con una botella fue lanzada a las fuerzas de seguridad que bloqueaban un puente que conecta a Colombia y Venezuela para impedir que los camiones con la ayuda pudieran cruzar. Pero el trapo usado para que estallara la mezcla del coctel se separó de la botella y, ya encendido, voló hacia el camión. Unos segundos después la grabación muestra a ese camión en llamas“.
El artículo del periódico estadounidense está acompañado de un video de casi seis minutos, en el que demuestran que la bomba molotov inició el incendio. Presentamos un extracto de 1 minuto 50 segundos con una de las partes más importantes del video.
Aunque este video resalta por tener una mejor calidad, estar en alta definición y estar sincronizado con otros videos, incluyendo uno suministrado por el gobierno de Colombia, hay que resaltar que el mismo ya había sido publicado con anterioridad por los medios públicos venezolanos, que ya habían mostrado el 23 de febrero, que era imposible que las fuerzas militares venezolanas hubieran quemado el camión, y que lo más seguro era que los propios militantes opositores hubieran iniciado el incendio al errar lanzando bombas molotov.
Alba Ciudad publicó el mismo 23 de febrero una recopilación de videos captados por diferentes medios y recopilados por activistas y periodistas en redes sociales, mostrando cómo los supuestos manifestantes pacíficos que acompañaban a los camiones, en realidad eran violentos y estaban preparando bombas molotov desde el lado colombiano de la frontera, incluso a la vista y con el amparo de la policía de ese país.
Uno de los videos, publicado por el medio colombiano Noticias UNO, es el mismo mostrado por The New York Times, aunque el diario estadounidense lo publicó en mejor resolución. El video muestra cómo el trapo de una bomba molotov lanzada por uno de los opositores, se separa en el aire y su trapo en llamas pareciera caer en uno de los camiones.
Sin embargo, el que The New York Times -un medio tradicionalmente opositor al gobierno de Nicolás Maduro- esté convencido de que fueron los grupos opositores los que iniciaron el fuego en los camiones, sin duda que ayuda a que muchas personas escépticas crean más en esta versión.
El artículo de The New York Times llega dos semanas después de que decenas de medios de comunicación, voceros del gobierno estadounidense, políticos de la oposición venezolana, el secretario general de la OEA e incluso mandatarios de países como Colombia, España y Chile, acusaran directamente al gobierno de Nicolás Maduro de haber “incendiado los camiones con la ayuda humanitaria”.
Esta composición gráfica de las portadas de numerosos periódicos el 24 de febrero, muestra cómo la mayoría de ellos se prestaron para esparcir la matriz de opinión de que efectivos del gobierno venezolano habían “incendiado los camiones con ayuda humanitaria” de forma intencional.
Numerosos medios de comunicación culparon, sin evidencia alguna, a los efectivos venezolanos de iniciar el incendio, supuestamente porque una de las bombas lacrimógenas que lanzaron contra los manifestantes hizo arder el camión. Pero nunca se presentó evidencia alguna de esta afirmación.
Y es que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, escribió en ese momento que el “tirano en Caracas bailó” mientras “sus secuaces quemaban comida y medicinas”. El Departamento de Estado estadounidense publicó un video en el que se afirmaba que Maduro ordenó la quema de los camiones. La oposición venezolana se refirió a las imágenes de los camiones en llamas, reproducidas por medios y televisoras en toda América Latina, como “evidencia de la crueldad de Maduro”.
Al final, la agencia AFP tuvo que reconocer que “el diario (The New York Times) contradijo las versiones oficiales de la Casa Blanca, que le adjudicaron en repetidas oportunidades ese acto de vandalismo a Nicolás Maduro”.
Colombia no quiso publicar el video completo
Es de notar que, según el Times, el gobierno de Colombia envió videos de vigilancia en el puente fronterizo a funcionarios estadounidenses y periodistas colombianos, de acuerdo con oficiales y reporteros que los recibieron, con el fin de “demostrar” que funcionarios del gobierno venezolano supuestamente eran quienes habían iniciado el incendio.
Sin embargo, el Times denuncia que “a esas tomas distribuidas por el gobierno colombiano les falta un periodo de trece minutos antes de que iniciara el incendio. Los oficiales de la oficina de Duque no publicaron el video completo después de varias solicitudes del Times“. De allí cabe la pregunta: ¿será que, en los fragmentos no publicados por Colombia, sí se ve sin lugar a dudas cómo se inicia el incendio? ¿Por qué decidieron no publicarlo?
¿Camiones con ayuda humanitaria?
Al día siguiente del ataque, la periodista Madelein García, de Telesur, tuvo acceso a los restos de los camiones incendiados, que quedaron del lado venezolano del puente. La periodista acompañó a efectivos militares venezolanos que revisaron los restos y encontraron cables metálicos, guayas, clavos, pitos, máscaras antigás y otros elementos generalmente usados en las protestas violentas opositoras, también llamadas “guarimbas”.
Estos descubrimientos pasaron desapercibidos para los medios, que preferían reseñar los ataques a Maduro que lo acusaban de haber “ordenado la quema de los medicamentos” que supuestamente eran transportados en los camiones.
Sin embargo, The New York Times también admite en su artículo de este domingo que “la afirmación de que los camiones llevaban medicinas tampoco parece tener fundamento, según videos y entrevistas“.
Indican que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), principal proveedor de la ayuda que estaba en el puente para ser cruzada desde Cúcuta, “no tenía medicamentos listados entre los objetos que anunció como donación. Un funcionario de alto nivel que estaba en el puente ese día de febrero le dijo a The New York Times que el envío quemado contenía suministros como guantes y tapabocas, pero no medicamentos. Videos revisados por el Times muestran que algunas cajas tienen kits de cuidado e higiene, que, según lo que los estadounidenses identificaron en sus listas, tenían suministros como jabón y pasta dental”.
Aun así, persiste la acusación de que Maduro quemó medicinas. El gobierno estadounidense, cínicamente, señala que el gobierno venezolano tuvo la culpa “por crear las condiciones de violencia”, indicó Garrett Marquis, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. “Sus matones negaron la entrada de toneladas de alimentos y medicinas mientras miles de voluntarios valientes buscaban resguardar y entregar la ayuda a familias venezolanas”.
Los episodios vividos el 23 de febrero en la frontera de Venezuela con Colombia pasarán a los anales de la historia: por un lado, con el pueblo venezolano defendiendo férreamente su soberanía, y por el otro, con el gobierno estadounidense, sus aliados y los medios de comunicación que le apoyan, mintiendo descaradamente e imponiendo sus versiones por encima de la verdad.