Antonieta Sosa (1 de marzo de 1940, Nueva York, Estados Unidos) es una de las creadoras más importantes del denominado arte conceptual y del performance en Venezuela. La artista es ampliamente conocida por sus trabajos no convencionales e, incluso, hasta polémicos, desarrollados sobre todo en la década de los setenta del siglo XX.
Texto: Prensa FMN
Es por ello que el Museo de Bellas Artes (MBA) de la Fundación Museos Nacionales (FMN) tiene el honor de presentar como su obra del mes de septiembre Salón de té, un ensamblaje artístico de esta importante creadora visual que a lo largo de su trayectoria se ha expresado por medio de la fotografía, la pintura, la danza y el performance.
Salón de té fue adquirida en el año 1999 e integra la Colección de Arte Latinoamericano del MBA. De medidas variables y realizada en materiales diversos, como el vidrio, el metal, la madera y la pintura, este ensamblaje nos remite a una escena cotidiana: dos figuras en las que la artista se representa a sí misma, una toma un sorbo de la bebida que sostiene en su mano, en tanto que la otra gesticula mientras conversa. Delante de ellas se observa una mesa de tapa transparente y dos sillas intervenidas. En apariencia es una escena normal, pero la obra incluye detalles que hacen concluir el trasfondo real de la obra.
En principio las siluetas de la artista, en conversación consigo misma, nos refieren a la soledad, al diálogo interno. Se trata de un soliloquio como protagonista que no se muestra, que se oculta ante un entorno intimidante y violento. La transparencia de la mesa (así como la aparente falta de sostenibilidad de las tazas) refuerza la sensación de inestabilidad generada por ese entorno. Las sillas, cuya funcionalidad consiste en ofrecer descanso, comodidad y sosiego, se ven alteradas ante la presencia de trozos de vidrio que indican intranquilidad e incomodidad ante lo visto y lo percibido en el medio donde se desarrolla la escena.
Podría decirse que en Salón de té la soledad es el trasfondo oculto. La disposición que tienen los elementos del ensamblaje así lo indican: la dualidad perenne dentro del contexto público que representa, la reflexión interna, la ausencia de un interlocutor ante las palabras e ideas expresadas ante un entorno violento y ambivalente.
Asimismo el tratamiento de los materiales dan las claves, las señales de que Salón de té es el reflejo de una situación límite, muy privada, cargada de crueldad.
Sobre esta obra, la artista expresó en una entrevista realizada en el año 2009 que “cuando te sientas, el cuerpo se fragmenta en tres partes: una vertical arriba, una horizontal en el medio y una vertical abajo. De esta manera la energía corporal se ahorra y pasa al cerebro, por eso cuando queremos pensar en cosas complejas nos sentamos”.
Salón de té representa un capítulo muy importante en la historia del arte venezolano. Es por ello que, con el apoyo del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, la Fundación Museos Nacionales y el Museo de Bellas Artes invitan a todos a conocer y admirar esta preciada obra de Antonieta Sosa, así como las innumerables piezas de arte que se encuentran, no solo en este museo, sino en los demás espacios expositivos del país.