Crímenes de odio, como los que ocurren en centros comerciales, “pueden ser el prólogo de una guerra civil”

Una mujer que fue atacada y acorralada en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT) por un gran grupo de partidarios de la oposición tras confundirla con Marlene de Andrade, presentadora de Tves y esposa de Winston Vallenilla, presidente de dicho canal, es el caso más reciente de acoso contra una persona por razones políticas, según pudo conocerse este domingo a través de redes sociales. A la mujer también la acusaban de ser Susej Vera (animadora de dicho canal) o una supuesta hija de Hugo Chávez. El sábado, otro caso parecido ocurrió en el Centro Sambil de Chacao. Para Tarek William Saab, Defensor del Pueblo, estos “crímenes de odio” son muy graves y, de no tratarse, podrían ser el prólogo de una guerra civil en el país.

Texto: Alba Ciudad (LBR)

El video del acoso, que ocurrió este sábado 24 de junio, muestra a un gran grupo de personas coreando: “¡asesina! ¡asesina! ¡asesina!”, contra una mujer. Luego, un pequeño grupo de personas ayudaban a ponerla a salvo, corriendo de la multitud, que la perseguía por el centro comercial. Entre el grupo de personas habían encapuchados y personas con gorras tricolor, pues venían de la manifestación en el Distribuidor Altamira.

Posteriormente, otro video difundido por Yusnaby Pérez, comunicador de derecha cubano y corresponsal de Univisión, muestra una entrevista a la mujer agredida, quien señala que “iba es a trabajar, porque eso es lo que yo soy: una trabajadora. Y que me hayan hecho esto, de verdad estoy muy decepcionada de que me hayan hecho esto”, acotó

Otra dama que estaba con ella, lamentó este suceso y señaló que “quieren un país donde exista la tolerancia, donde podamos estar todos los que piensan distinto. Hechos como estos de verdad hacen mucho daño”.

“La señora aquí presente sencillamente es una trabajadora, una señora que estaba haciendo una diligencia personal y no se merecía esta agresión”, recalcó la testigo. Exhortó a que, “si querían cambiar este país, aquí tenemos que cambiar todos”.

“Brote fascista en Venezuela se convierte en amenaza para todos, no sólo para los chavistas”, escribió en su Twitter el ministro venezolano de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, sobre el hecho.

También en el Centro Sambil

Sin embargo, este no fue el único hecho de violencia registrado. El sábado también se registró, en el Centro Sambil de Chacao, un ataque de opositores violentos contra tres funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y miembros de la Comuna de San Antonio de Galipán, quienes iban a realizar un depósito a una entidad bancaria producto de las ventas de los alimentos del CLAP (Comités Locales de Alimentación y Producción).

Agredieron en el Centro Sambil a miembros de comuna y efectivos de la GNB

El grupo de violentos gritaba de forma exacerbada “¡Asesinos!” y “¡Malditos!”, entre otros improperios.

Hernán Toro, uno de los miembros de la comuna, señaló que “fuimos asediados por una multitud de gente que nos identificó como chavistas. No es, como dicen los medios digitales, que era un funcionario del gobierno que llevaba una fuerte suma de dinero para ir de compras en el Sambil. ¡Eso es falso!”. Pidió que se haga una investigación a todo el grupo del Centro Sambil, señalando que experiencias similares han ocurrido en otros centros comerciales de dicha cadena, ubicados en otros lugares.

Yairín Marín, otra de las comuneras, relató que la experiencia que vivió le hizo recordar lo que ocurrió con Orlando Figuera, persona que fue quemada viva cuando transitaba en Altamira, a quien acusaron de ser chavista. “La gente llena de terror, de odio, que parecen unos terroristas, están es en el este (de Caracas). ¿Cómo hacemos con esa situación?”, se preguntó.

Situación recurrente

No es la primera vez que esto ocurre. El pasado 18 de mayo, dos hombres fueron golpeados por opositores violentos en el CCCT, tras confundirlos supuestamente con el abogado constitucionalista Hermann Escarrá, con el dirigente revolucionario Héctor Rodríguez o con un magistrado del Tribunal Supremo de Justicia.

“Una de las personas golpeadas era propietaria de un local en el CCCT, donde ocurrió el ataque”, señaló el portal de Telesur. “El principal agredido, a quien confundieron con un alto funcionario gubernamental, iba acompañado de otra persona, que también recibió golpes de los grupos violentos de la oposición”.

A través de la red social Instagram, la hija de la víctima, Verónica Ramírez, repudió la golpiza y afirmó que su padre no es chavista, sino, al contrario, es un opositor que ha apoyado con insumos a los grupos violentos. “Este es mi papá. Ningún chavista, ningún Escarrá, ningún enchufado, ningún asesino. El día de hoy mi papá fue víctima de una coñaza en el CCCT porque simplemente un grupo de opositores lo confundió con algún dirigente oficialista… Hoy mi papa también fue víctima de la violencia no justificada porque alguien se confundió”, escribió Ramírez.

Defensor del Pueblo: De continuar podríamos llegar a una guerra civil

Tarek William Saab, Defensor del Pueblo venezolano, expresó a través de su cuenta en redes sociales su preocupación de que estos hechos de violencia continúen ocurriendo en el país.

“Los delitos de odio (linchamientos) motivados por razones políticas avanzan peligrosa e impunemente en Venezuela. Perseguir buscando agredir con intenciones de herir o matar a un ser humano por su postura ideológica es repugnante. ¿Que hubiera pasado si la turba que persiguió a esta señora en en CCCT hubiese logrado lincharla? Aplaudir esto es execrable”, expresó en varios tuits (1 2 3 4).

“El sistema de justicia tiene en sus manos detener este despreciable fenómeno que, de continuar impunemente, sería el prólogo de una guerra civil“, dijo para concluir.

Centros comerciales en decadencia

Las protestas y hechos violentos por parte de opositores han sido muy perjudiciales para los centros comerciales del centro de Caracas, señala el portal digital El Estímulo, de tendencia opositora. “Las ventas de los malls han caído 60% en poco más de dos meses de conflictos, en una economía de por sí ya deprimida”, señala el artículo, que se concentra en los casos del Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT) en Chuao,  y del Centro Lido en El Rosal, en cuyas adyacencias se han desarrollado las protestas más violentas.

Ambas edificaciones se ubican en el municipio Chacao, estado Miranda; tanto su alcalde, Ramón Muchacho, como su gobernador, Henrique Capriles, son opositores y miembros del partido de derecha Primero Justicia.

El Estímulo culpa por la caída de las ventas al hecho de que los encapuchados opositores miembros de “La Resistencia” tienden a ocultarse en estos centros comerciales tras las refriegas, los cuales han tenido que cerrar portones y accesos supuestamente a exigencia de las autoridades. El artículo señala que tanto los encapuchados como efectivos de cuerpos de seguridad han ingresado a estos centros comerciales durante los conflictos, causando destrozos y asustando a clientes y trabajadores.

El Estímulo no lo dice, pero la verdad es que las muy frecuentes protestas también impiden a los clientes llegar a los centros comerciales. Quienes tienen vehículo propio deben sortear barricadas, bloqueos de vías, las exigencias de dinero o los atracos que cometen estos encapuchados, o incluso los temores de que su vehículo sea incinerado o sufra daños por los artefactos que se usan para vaciar cauchos. Las personas que asisten en Metro o transporte público también temen no poder regresar a sus hogares si se inician las protestas y las estaciones cierran, o los autobuses desaparecen.

El quedar atrapado por horas dentro del centro comercial mientras se desarrollan combates en su exterior, viendo piedras, explosivos caseros y bombas lacrimógenas ir de un lado a otro, es una idea que no atrae a ningún posible cliente.

La difusión de estas agresiones contra chavistas, sin duda que atemorizarán aún más a empleados públicos, revolucionarios convencidos y a cualquier persona que, por una razón u otra, tema ser agredida por los grupos violentos.

Además, los precios que se ven en estos “malls”, calculados de acuerdo a las alzas artificiales del dólar paralelo, hace que muchas personas prefieran ir más bien al más tranquilo centro u oeste de Caracas, donde los desórdenes y protestas son muchísimo menos frecuentes y los precios son mucho mejores.

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