La exsenadora colombiana y defensora de los derechos humanos, Piedad Córdoba, fue víctima este viernes de un ataque por parte de hombres armados en el departamento del Chocó, al noroeste del país. “Afortunadamente salí ilesa gracias a que actuamos coordinadamente con los escoltas, a que reaccionaron rápidamente y a que logré ver al tipo cuando sacó el arma, nunca en mi vida había corrido tanto en tacones, creo que superé la marca de los 100 metros planos en cuestión de 10 segundos”, dijo la defensora de derechos humanos.
Texto: Telesur y El Espectador
Córdoba afirmó que no pudieron agredirla gracias al trabajo de su equipo. “Infortunadamente trataron de dispararme aunque los escoltas y yo reaccionamos y logramos salirnos de esto. La ciudad está sitiada”, denunció la activista para la emisora Q Radio de Chocó. “Él salió detrás de un poste, hace una seña y yo lo vi. Se vinieron los de unas motos, que me imagino que eran apoyo de él. Se formó un despelote y salimos corriendo hasta que llegamos a la esquina, hasta cuando llegó la Policía. Realmente no sé por qué no pasó nada”, contó la exsenadora.
Defensores de derechos humanos en Colombia repudian en redes sociales el atentado contra Córdoba. El senador Iván Cepeda aseguró que se trata de “la derecha armada desesperada por no poder detener el proceso de paz”. La agencia de noticias Prensa Rural denunció que el atentado contra Piedad Córdoba “busca ahondar más el contexto enrarecido en que se encuentra Colombia”. En la cuenta en Twitter @PrensaRural indicaron que “los enemigos de la paz buscan generar contexto de ingobernabilidad”.
Compañeros de lucha de la activista colombiana exigieron al presidente Juan Manuel Santos, comprometerse verdaderamente con la paz y desmontar las estructuras paramilitares que abundan en la nación.
En semanas previas junto a otros integrantes de Marcha Patriótica, Córdoba protagonizó una vigilia en la bogotana iglesia de San Francisco para condenar el exterminio de 102 miembros de esa plataforma de 2012 a 2016, coincidiendo con el período de conversaciones con las FARC-EP. La exparlamentaria aseguró que se trata de una ofensiva para aniquilar a simpatizantes de esos esfuerzos y alertó sobre el resurgimiento del paramilitarismo en varias regiones colombianas.
Según autoridades de Chocó, Piedad se encuentra bien y su esquema de seguridad será reforzado, precisó RCN La Radio. Chocó es una de las zonas que permanece bajo amenazas y agresiones del grupo Clan Úsuga, el cual intimida a comerciantes, estudiantes y otros pobladores para que permanezcan en sus casas. Bajo el lema de “paro armado” han bloqueado carreteras, incinerado vehículos, además de asesinar a cinco uniformados en varios departamentos.
Gobierno desestima el atentado
Desde Montería, el ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, desestimó el atentado. “La versión que hasta el momento tiene la Policía es que al salir de esa charla, ella y su escolta cruzaron para ir al hotel. En e se momento se produjo una alarma de un artefacto explosivo en la zona, alarma que resultó falsa, y que hizo que ciudadanos corrieran en dirección de la exsenadora”, dijo Villegas.
El alto funcionario explicó también que “esto generó una situación de alerta de parte de sus escoltas”, por lo que el comandante de la Policía de Quibdó tuvo que tomar las riendas de la situación y condujo a la exsenadora y a sus guardaespaldas de vuelta a la estación. “Vamos a hacer todas las investigaciones con los videos disponibles para aclarar la situación. Por el momento parece ser una gran confusión, pero por supuesto esto despertó en el Gobierno toda la preocupación”, dijo.
Piedad Córdoba fue senadora de Colombia desde 1994 hasta su destitución en el 2010, luego de que la Procuraduría General de la Nación, en cabeza de Alejandro Ordóñez, la acusara de colaboración con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP). Desde entonces, se ha dedicado a la defensa de los derechos humanos en su país y a difundir denuncias ignoradas por las grandes cooperaciones de la comunicación en la región latinoamericana.
En el 2008 fue nominada al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su trabajo en defensa de los más desprotegidos de Colombia.