Quince profesionales de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (Abae) ejecutaron una maniobra para evitar que el Satélite Miranda Vrss-1 colisionara con un micro-satélite japonés, el Hodoyoshi-3, tras recibir una serie de alertas por parte de organismos internacionales. El satélite japonés, creado por la Universidad de Tokio para monitorear los efectos de los desastres de Fukushima y Chernobil, es conocido por haber sido patrocinado por Sanrio, empresa creadora del popular personaje Hello Kitty, que viaja a bordo.
Texto: Alba Ciudad, con información de ABAE
Una nota de prensa de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (Abae), informa que en la Estación Terrena de Control Satelital, en Baemari, estado Guárico, recibieron el 14 de febrero una serie de alertas por parte de organismos internacionales, como el Centro Nacional de Ciencias Espaciales (Snssc) de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (Casc), que se encargan de monitorear el estado y los riesgos de colisión de los diversos satélites y objetos que están en el espacio, sobre un posible encuentro con un satélite japonés llamado Hodoyoshi-3, el cual estaba próximo al satélite Miranda Vrss-1.
Hodoyoshi-3 es un micro-satélite experimental japonés, construido por la Universidad de Tokio y puesto en órbita en 2014, con el objetivo principal de monitorear los efectos ambientales de los desastres de Fukushima y Chernobil. Fue colocado en órbita desde Rusia usando un cohete ucraniano, en una misión que colocó simultáneamente 37 objetos en órbita. Su cuerpo principal tiene un tamaño de 0,50 x 0,50 x 0,65 metros, sus instrumentos están alimentados por celdas solares y tiene un propulsor de peróxido de hidrógeno.
Sin embargo, el satélite japonés ganó mucha notoriedad en dicho país, porque la misión fue patrocinada parcialmente por Sanrio, la empresa japonesa creadora del popular personaje Hello Kitty.
El satélite transmite imágenes con una figurita de 4 centímetros de Hello Kitty próxima a una ventana, orbitando el planeta, con el doble propósito de hacer publicidad a la empresa, y llamar la atención de las nuevas generaciones al programa de satélites de bajo costo, o microsatélites.
En Venezuela, 15 profesionales de la Abae determinaron necesario efectuar una maniobra de cambio de órbita para evitar el peligro de colisión, afirmó el operador satelital Cristóbal Alvarado. “Fueron varias alertas, cada una de ellas se iba haciendo más precisa, ya que el momento del evento se iba acercando y se podía calcular mejor las dos órbitas y la probabilidad de colisión”, explicó.
La maniobra se desarrolló satisfactoriamente desde la sala de control del satélite Miranda, a través de cálculos, verificaciones de la salud del satélite y órbita, así como también una preparación del satélite para que se pudiera dar la maniobra sin ejecutar misiones. Al finalizar, se actualizaron los parámetros de las antenas para que éstas tomaran la nueva órbita, la cual quedó con una altura de 2 kilómetros más que la original.
Alvarado señaló que la razón por la cual las dos órbitas iban a coincidir, no se sabe con exactitud, ya que para ello se debe unir todos los datos de ambos satélites, lo cual demora meses. “Sabemos que todos los satélites con órbita baja sufren de arrastre atmosférico. Sin embargo, el problema no son solamente los satélites de órbita baja, sino la cantidad de basura espacial, ocasionando que esos peligros de colisión se hagan comunes”, afirmó.
Finalmente, informó que el satélite Miranda no sufrió daños, “se encuentra en buen estado, ejecutando misiones normalmente”.