El “error” cometido por Steve Harvey al leer el nombre de la ganadora del Miss Universo 2015, que causó que se le arrebatara la corona a la candidata colombiana Ariadna Gutiérrez para entregárselo a Miss Filipinas, Pia Alonzo Wurtzbach, sin duda que es el hecho más comentado sobre la transmisión del conocido concurso, pero no es ni de cerca el tema más controversial. La “bienvenida” por parte de Wurtzbach a la reapertura de bases militares estadounidenses en Filipinas, sin duda evidencia el uso político que se da a estos programas de entretenimiento, y su rol en intentar formar una voluntad sumisa en sus casi mil millones de espectadores.
Texto: Alba Ciudad (Luigino Bracci Roa)
Durante el evento, realizado en Las Vegas, Estados Unidos, el presentador Steve Harvey procedió a hacer preguntas a cada una de las cinco finalistas, las cuales tradicionalmente tienen como función salir al paso a las críticas contra los concursos de belleza y demostrar que las muchachas no son sólo hermosas, sino inteligentes.
Sin embargo, en esta ocasión las preguntas realizadas en el Miss Universo fueron mucho más políticas que en concursos anteriores. Las concursantes fueron interrogadas sobre temas como la despenalización de la marihuana en Australia, la lucha contra el terrorismo en Francia o el control de armas en Estados Unidos, cuando en el Miss Universo 2014 más bien se preguntó: “¿qué pueden aprender las mujeres de los hombres?”, “¿quitarías la competencia en traje de baño de los concursos?” o “¿cuál cambio esperas en la próxima generación?”.
Es importante notar que cada finalista tenía una pregunta que tocaba temas políticos de su propio país, a diferencia de las preguntas más genéricas que se solían hacer en años anteriores. Las concursantes respondieron directamente y sin pensarlo mucho.
La primera de todas las finalistas interrogadas fue la filipina, y tanto la pregunta como su respuesta llamaron mucho la atención. “Hace unos meses, hubo una controversia en Filipinas sobre una base militar siendo reabierta en tu país. ¿Crees que Estados Unidos debería tener presencia militar en tu país?”, decía la pregunta que fue leída por el comediante afroestadounidense Steve Harvey.
La joven Wurtzbach respondió: “Creo que Estados Unidos y las Filipinas siempre hemos tenido una buena relación, fuimos colonizados por los estadounidenses y tenemos su cultura en nuestras tradiciones. Así que les damos la bienvenida, no veo ningún problema con eso”. Tras su respuesta, se oyó una fortísima ovación.
Eso mismo es lo que yo hubiera respondido”, añadió Harvey muy emocionado.
Filipinas, originalmente una colonia española, fue ocupada militarmente por Estados Unidos desde 1898 tras el desenlace de la Guerra hispano-estadounidense. La guerra filipino-estadounidense concluyó con la creación en 1935 del Estado Libre Asociado de Filipinas y tras la ocupación japonesa de las Filipinas durante la II Guerra Mundial, se produce su independencia.
Sin embargo, los gobiernos filipinos, en su mayoría, han sido muy colaboradores con Estados Unidos, país que ha mantenido numerosas bases desde las cuales sus tropas han mantenido presencia militar para inmiscuirse en los asuntos internos de las naciones del sureste asiático.
El pasado mes de abril, Estados Unidos exigió a Filipinas el acceso a ocho bases militares para estacionar sus tropas, aeronaves y fuerzas marítimas en el marco de la estrategia asiático-pacífica de Washington para hacer frente a la influencia económica y militar de China en la región, según afirmó el jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas filipinas, general Gregorio Catapang, citado por HispanTV el pasado 25 de abril.
Según afirmó otro alto funcionario de las Fuerzas Aéreas filipinas, Washington además pretende volver a sus dos antiguas bases militares en Subic (oeste) y Clarc (centro-oeste), de donde retiró sus tropas en 1992 tras terminar un acuerdo al respecto.
Mil millones de espectadores
Según sus propias cifras, el certamen Miss Universo es visto por unas mil millones de personas en todo el mundo cada año. Se le clasifica como un programa de entretenimiento, aunque pequeños episodios como estos sin duda que deben ayudar a formar opiniones políticas en millones de personas.
Aceptar la instalación de bases militares estadounidenses en todo el mundo es un tema que probablemente sea poco analizado por el público tradicional de este tipo de espectáculos. ¿Hubiera sido posible que una joven concursante, ante esta pregunta, hubiera rechazado la presencia militar estadounidense, exigiendo respeto a la soberanía de su propia nación? ¿Hubiera podido ganar el Miss Universo, de haber respondido de esa manera? ¿El público de Las Vegas la hubiera aclamado de la misma forma?
¿Y si hubiera sido al reves? Si alguien propusiera la instalación, en territorio estadounidense, de bases militares de otros países, ¿también las concursantes les darían la bienvenida? ¿También serían aclamadas?
Las acciones del concurso Miss Universo pertenecían al millonario estadounidense y precandidato presidencial republicano Donald Trump, quien decidió venderlas en septiembre pasado a la empresa WME/IMG (William Morris Endeavor, agencia de talentos con sede en Beverly Hills) luego de que numerosas cadenas de televisión, como Univisión y NBC, se negaran a seguir transmitiendo el certamen tras polémicas declaraciones racistas de Trump en contra de los inmigrantes de origen latinoamericano.