En la segunda mitad del siglo XX, al menos cuatro naciones latinoamericanas fueron atacadas militarmente de forma directa por el Gobierno de Estados Unidos en su lucha contra “el fantasma del comunismo”, una expresión usada por Marx en el Manifiesto Comunista para referirse a la falsa idea que se tenía de sus teorías y que luego atizó la llamada Guerra Fría.
Texto: CiudadCCS (Emma Grand)
Guatemala (1954), Cuba (1961), República Dominicana (1965) y Granada (1983) son algunos de los países de la región víctimas de agresiones dirigidas por la Casa Blanca para detener la influencia de la Unión Soviética en sus políticas de gobierno.
El historiador venezolano Henry Suárez, señala en su libro Intervenciones de Estados Unidos en América Latina, que “durante casi un siglo (XX), las distintas administraciones estadounidenses justificarán las más variadas agresiones abiertas o encubiertas contra los pueblos latinoamericanos, sin importar que para alcanzar sus objetivos de derrotar lo que ellos llamaban “fuerzas extranjerizantes” se realicen masacres contra campesinos e indígenas, desapariciones forzadas o se impulse la política de tierra arrasada por parte de ejércitos aliados o grupos paramilitares con asistencia y entrenamiento estadounidense”.
La intervención estadounidense en países del Centro y Sur de América se materializó con el apoyo político, económico y, en los casos más extremos, militar, de gobiernos anticomunistas, en momentos en que el mundo estaba dividido en dos: por un lado el Bloque Occidental-Capitalista, liderado por Washington, y por el otro, el Bloque Oriental-Comunista, encabezado por la Unión Soviética.
En aquel entonces los países de América Latina y el Caribe estaban solos, no existían organismos que los agruparan para, en conjunto, defender su soberanía, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que emergen por iniciativa del Presidente Hugo Chávez, y que en lo progresivo han salido a defender los intereses de la región y más recientemente Venezuela, ante el decreto injerencista del presidente Barack Obama.
Intocable United Fruit Company
El golpe de Estado contra el presidente de Guatemala, Jacobo Árbenz, el 27 de junio de 1954, fue el inicio de décadas de terror sangrientas contra trabajadores, campesinos y estudiantes, dejando un saldo de unos 200 mil asesinatos y desaparecidos políticos.
Árbenz había nacionalizado 390 mil hectáreas de la United Fruit Company –empresa en la que tenían intereses personales el secretario de Estado John Dulles y su hermano Allen, director de la CIA–. El presidente estadounidense Dwight Eisenhower tildó a la Administración de Árbenz de comunista y de seguir las premisas de Moscú.
Pese a que el gobierno de Árbenz denunció el complot y ejecutó algunas medidas junto al pueblo de Guatemala para combatirlo, termina renunciando para detener la agresión armada, conocida como Operación Éxito, iniciada el 17 de junio de 1954 desde territorio hondureño por paramilitares liderados por un teniente coronel guatemalteco y apoyados por Estados Unidos.
Desembarco en Playa Girón
El canciller cubano Raúl Roa denunciaba el 7 de octubre de 1960 en las Naciones Unidas los preparativos de una invasión a Cuba. “Están recibiendo entrenamiento especial numerosos exiliados y aventureros, bajo el mando de militares norteamericanos”.
En la madrugada del 17 de abril se produjo la invasión nominada Operación Pluto. Un contingente invasor de mil 500 hombres a bordo de cinco buques de guerra estadounidenses y escoltados por otras unidades navales, también norteamericanas.
Todo el pueblo cubano se movilizó, el ejército y las milicias, dirigidos por Fidel, contraatacaron de inmediato. En 60 horas de duros combates fueron derrotados los invasores, que se rindieron en Playa Girón al atardecer del 19 de abril. Más de 150 combatientes revolucionarios murieron y varios civiles fueron asesinados por la aviación de los invasores.
Represión en Dominicana
El levantamiento cívico-militar iniciado el 24 de abril de 1965 en República Dominicana para reponer en el poder a Juan Bosch, víctima de un golpe de Estado en 1963, fue respondido por la Casa Blanca con una intervención de 42 mil marines, asesinando a miles de dominicanos. El único gobierno que se pronunció el mismo día 28 de abril en contra de la invasión fue el de Cuba.
Intervención en Granada
A siete meses de que marines estadounidenses desembarcaran en Granada, el 23 de marzo de 1983, el presidente estadounidense Ronald Reagan declaró que esa isla, de unos 344 kilómetros cuadrados y con una población que no pasaba los cien mil habitantes, era una “amenaza potencial” para su país.
“En la pequeña isla de Granada, en el extremo sur del mar Caribe, los cubanos, con la financiación y el respaldo soviético, están en el proceso de construcción de un aeródromo con una pista de 10 mil pies. Granada no tiene ni siquiera una fuerza aérea. ¿A quién va dirigido? El Caribe es un paso muy importante de comunicación comercial y militar”, alertó Reagan.
Meses después de una intensa campaña propagandística contra el gobierno de izquierda de Maurice Bishop en Granada, el 25 de octubre de 1983, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, conjuntamente con destacamentos de algunos países caribeños, desembarcaron por mar y aire la isla, en una operación que denominaron Destello de Furia.
La invasión comenzó a las 5:00 horas y la lucha continuó durante varios días. El número total de tropas estadounidenses que intervino alcanzó unas 7 mil, encontrándose con unos mil 500 soldados granadinos y unos 784 cubanos entre médicos, maestros, y constructores del nuevo aeropuerto de Punta Salinas.
Golpe contra Allende
Pese a que en el golpe de Estado en Chile contra el presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973 no hubo una intervención directa de las Fuerzas Armadas estadounidenses, el apoyo de la Casa Blanca ayudó a que se consumara.
Esta agresión fue planeada por un sector de la Armada chilena con la Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos, al que posteriormente se sumaron generales del Alto Mando de las Fuerzas Armadas y de carabineros, dirigidos por el general Augusto Pinochet.
La participación gringa a gran escala fue ratificada en múltiples testimonios. Comandos clandestinos de las fuerzas especiales del Ejército y de la CIA habrían participado en allanamientos, el asalto a La Moneda y operaciones en Valparaíso, y Viña del Mar.
Plan Cóndor
Documentos desclasificados del Departamento de Estado implican al exsecretario de Estado Henry Kissinger en las operaciones del llamado Plan Cóndor, una red de cooperación para capturar y ejecutar opositores políticos en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia, durante las dictaduras de esos países (1970-80).