La importancia de las denuncias hechas ayer miércoles por el Alto Mando Político de la Revolución sobre el plan de magnicidio y golpe de Estado que adelanta la derecha venezolana junto a factores extranjeros está en que revela nuevos rostros de la conspiración, señaló el profesor Vladimir Acosta en el programa Entre Todos, transmitido por Venezolana de Televisión este jueves.
Texto: AVN
“Estaba claro ya que en las protestas violentas participa gente que está entrenada, mercenarios y terroristas. Ahora lo importante es que ahora sabemos que no sólo son los tres mosqueteros de la extrema derecha (Ledezma, López y Machado) que están en el plan; sino que aparecen otros actores y esto revela las conexiones”, señaló entrevistado por Luis Guillermo García.
Para Acosta lo resaltante de los señalamientos es que en el complot no actúan únicamente los mismos agentes de siempre, como la vocera de la extrema derecha, María Machado, sino que figuran otros, entre ellos Pedro Miguel Burelli, ex directivo de la antigua gestión de Petróleos de Venezuela y Diego Arria, pre candidato presidencial a las primarias de la oposición para los comicios de octubre de 2012.
Asimismo, el ex gobernador de Carabobo Henrique Salas Römer, el abogado Gustavo Tarre y el banquero prófugo de la justicia, Eligio Cedeño. “Eso es importante porque revela y le da consistencia mayor a las denuncias que se han hecho”, afirmó Acosta.
Agregó que Estados Unidos continuará conspirando contra Venezuela motivado por su dependencia del petróleo.
“Evidentemente van a necesitar más petróleo venezolano y debido a eso se va a acentuar su plan de derrocamiento de la revolución. Mientras más dependencia tienen del petróleo más interés tendrán en acabar con el gobierno venezolano”, dijo Acosta.
El vocero también expresó que la denuncia de magnicidio “es realmente contundente, ellos creen que matando a Maduro se acaba todo y no saben en qué lío se están metiendo”, expresó.
Por último el profesor se refirió a la complicidad de los medios de comunicación que están al servicio de la derecha y calificó esta práctica del periodismo como algo realmente lamentable.