El posible ajuste del precio de la gasolina fue uno de los temas principales discutidos este martes en el programa “La Brújula del Sur”, que conduce Ernesto J. Navarro de martes a viernes en Alba Ciudad 96.3 FM, entrevistando al experto en temas petroleros David Paravisini, quien pide desmontar el mito de que fue el aumento de la gasolina el causante de las protestas del 27 de febrero de 1989. Paravisini propone que el nuevo precio esté por encima del precio de producción pero por debajo de los precios internacionales, lo que permitiría acabar con el contrabando de extracción y financiar al transporte público y de comestibles evitando un impacto en la inflación.
Texto: Luigino Bracci Roa, Alba Ciudad
En la entrevista, recordó Navarro que Venezuela tiene la gasolina más barata del planeta, al cotizarse la variedad 95 octanos en apenas 1 centavo de dólar por litro. El presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, admitió el pasado lunes que las pérdidas anuales de la estatal petrolera por la producción del derivado alcanzan los 12.500 millones de dólares anuales. El costo de producción es 28 veces superior al costo de venta, y en el caso del diesel la brecha se sitúa en 50 veces. La intención del gobierno es abrir espacios para la discusión sobre la necesidad de ajustar al alza las cotizaciones; el último incremento en el valor de la gasolina se realizó en 1997.
Para el profesor universitario David Paravisi, quien también es ingeniero y experto en el área petrolera, la discusión sobre los precios de la gasolina “es fundamental para los venezolanos, porque produce unas distorsiones que son nefastas para nuestro país, no sólo en lo económico sino en lo ético, en la seguridad nacional, en lo delictual, en las implicaciones y el impacto que tiene el sostener tanto tiempo esta situación con el precio de la gasolina: es algo preocupante”.
– ¿Por qué tanto tabú alrededor del precio de la gasolina?
Indicó Paravisini que el precio de la gasolina siempre estuvo asociado a las protestas del 27 de febrero de 1989, popularmente conocidas como “el Caracazo” y que dejaron miles de muertos por la represión gubernamental. Explicó Paravisini que “personas sin mucho talento culpaban al aumento de la gasolina”, ordenado por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, como detonante de las protestas. Pero recordó que dicho aumento fue producto de las medidas de tipo shock que el neoliberalismo de esa época propulsaba, “que consistían en abrir totalmente la economía venezolana al capital privado con una libertad total en torno a tarifas, tasas de interés bancaria y precios de los servicios; eliminar restricciones al mercado exterior, medidas de protección a la economía interna y similares”.
“Se atribuye al aumento de la gasolina todos los males que devinieron tras esas medidas, y eso quedó en la mente de los venezolanos”. Paravisini pide recordar que la verdadera causa del Caracazo no fueron las medidas económicas, sino “tantos años acumulados de traición de los gobiernos adecos y copeyanos” (socialdemócratas y socialcristianos).
“Venezuela fundamentalmente es consumidora de combustible porque aquí no tenemos trenes. El transporte privado es lo que prevalece y los que tenemos vehículo tenemos la gasolina prácticamente regalada. Eso es un sistema que se retroalimenta en prejuicios y percepciones equivocadas”, señaló Paravisini.
-¿Debe aumentarse la gasolina?
El experto petrolero está absolutamente convencido desde hace varios años de que el precio de la gasolina debe ajustarse. Sin embargo, defiende que el pueblo organizado deba participar en la discusión.
“El pensamiento adeco-copeyano-bucocrático-tecnocrático defiende que el pueblo no participe en la discusión”, pero la nueva geometría del poder propulsada por el Comandante Hugo Chávez logró la constitución de 416 comunas hasta el momento, “con la capacidad y el nivel político suficiente para discutir no sólo el tema del aumento de la gasolina, sino el de las tarifas eléctricas, del transporte, del servicio de agua, que adolecen del mismo problema: no se discuten, se mantienen concentradas en las oficinas de entes públicos. El tema a discutir es la forma cómo llevar las consideraciones a nivel nacional sobre el precio de la gasolina. Sería un error que se resuelva en un Consejo de Ministros, en un gabinete o en una oficina de Pdvsa cuánto será este aumento”.
Señaló que “las comunas tienen un gran impacto. Nada más las 11 comunas de Petare Sur tienen un impacto sobre 300 mil personas”. “Tiene que ser el pueblo organizado en sus estructuras el que participe en esta discusión”.
Indicó Paravisini que “ningún país del mundo tiene una gasolina tal económica”, recordando que el último gobierno que aumentó la gasolina fue el de Caldera en 1997, que tenía las intenciones de privatizar Pdvsa y dejar el sistema de comercialización interna de combustibles en manos privadas, entregándoselo a Shell, Texaco y otras empresas “que convirtieron las estaciones de gasolina en automercados”.
-¿Cuál debe ser el nuevo precio del combustible?
En su opinión, el precio de la gasolina debería fijarse al 40 por ciento del precio internacional (precio de oportunidad), “para con esto abatir por completo el tema de la delincuencia criminal con el tema del contrabando de extracción. Nos dice el ministro (Ramírez) que son 100 mil barriles diarios los que salen por la frontera. Al precio de costos, en contrabando se está yendo una gigantesca cantidad de recursos que deberían estar apoyando la economía nacional y el transporte interno”.
Indicó que el precio de oportunidad a nivel internacional está en Bs. 4,90 por litro y el costo de producción está en Bs. 2,70 por litro. En su opinión, el precio de la gasolina en Venezuela debería estar en 40 por ciento por debajo del costo de oportunidad, o un 40 por ciento por encima del costo de producción, es decir, entre Bs. 3 y Bs. 3,70 por litro.
“Esto impide que se cree cualquier tipo de mafia o negocio en torno a la exportación o al contrabando extractivo. Acaba con el negocio. Significan 100 mil barriles diarios de gasolina que Venezuela puede exportar a un precio aproximado de 140 dólares el barril, lo que significa una gigantesca cantidad de recursos”.
-¿Cómo evitar que el aumento influya en la inflación?
Señaló Paravisini que “hay que discutir las cuestiones políticas, el impacto sobre la inflación y cómo ésta puede ser absorbida por los servicios que brindarían estos recursos adicionales, y en qué áreas se usarían estos excedentes además de pagar los costos de producción”.
“El precio debería ajustarse al precio internacional, y financiarse al 100 por ciento el consumo de combustible para el transporte público, de comestibles y de mercancía, para que esto no pueda servir de excusa a nadie para y se evite afectar los precios”. Sugiere que se dé un plazo de un año o dos para que el transporte público y de mercancías se conviertan de gasolina a gas, con un precio casi regalado.
Rechaza los argumentos de sectores de oposición, que alegan que, por ser Venezuela un país petrolero, la gasolina debe ser regalada. “Eso no tiene nada que ver, paguemos aunque sea su costo”, alega Paravisini. “También hay que ver las consecuencias a lo interno, la creación de una situación de delincuencia grave en el país”, dijo refiriéndose al contrabando.
Señaló que líderes opositores, como Henrique Capriles o Leopoldo López, alegan que la gasolina se regala al exterior, cosa que es falsa. “El petróleo se vende al precio del mercado, y se paga en condiciones especiales donde no hay descuentos sino condiciones de pago, pero esas mentiras las repiten López y Capriles para decir que no debe subirse el precio de la gasolina. Cuando la imbecilidad es tan grande, se requiere paciencia y tiempo para desmontar eso”.