Chávez: Amigo de los animales, de Guardián a Brazón

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El amor del Comandante a los seres vivos fue uno de los legados más grandes que dejó a la Revolución. Los niños le regalaron un mucuchíes cachorro.

“Hace poco veníamos por ahí, por una carretera. Y mi hija María es la que me decía: ‘Papá, ¡qué cosas las tuyas!’. Yo paré toda la caravana, la seguridad (preguntó): ¿Por qué?, (Hugo Chávez respondió): porque vi una perrita; una perrita flaquita por la orilla del camino”. Así comienza una las tantas anécdotas con animales que el Comandante Hugo Chávez contó en sus alocuciones, como la tan famosa morrocoya de su hija Rosinés, el perro “cacri”, llamado Guardián, que tuvo en su juventud, los loros de Miraflores y los perritos mucuchíes y un terrier ruso que le regalaron.


Texto: CiudadCCS (Karlha Velásquez Rivas)

La perrita de la historia la encontró Chávez en una “sabana, por allá lejos. No había pueblo cerca. Yo digo: ‘Esa perrita, ¿qué va a comer?’ Seguramente algún carro la atropelló. Y tenía la patica totalmente fracturada en varias partes, y se le había quedado así. No puede caminar la perrita, y anda arrastrándose. Y es flaquita. Sola, por la orilla de una carretera”.

En ese momento, Chávez demostró abiertamente su sensibilidad por los animales y que el pueblo tome conciencia ante esto: “¿cómo uno va a pasar por un lado como si no pasara nada, chico? Ese es un ser vivo. No es la perrita esa de las ‘mascotas’, tú sabes. Pero es una perrita”.

Chávez ordenó operar la pata a la canina. “Se hubiera muerto de hambre o le pasa por encima otro carro más”.

Siguiendo con las palabras del Comandante, él reflexionó: “Ese grado de sensibilidad uno puede desarrollarlo. La capacidad de amar es infinita. Es infinita. Infinita. Desarrollémosla. Creo que esos son valores esenciales para poder construir el socialismo. Sin esos valores todo sería mentira, todo sería falso”.

El barinés nunca ocultó que fue criado en un patio lleno de árboles, gallinas, morrocoyes, loros, conejos y siembra; por lo que su amor a los animales era infinito.

NEVADO Y GUARDIÁN

El 18 de mayo de 2003, Chávez hizo su Aló Presidente Número 150 en San Rafael de Mucuchíes. Allí, unos niños le regalaron un cachorro de raza Mucuchíes, perros que crían en el lugar.

“Pero ¡miren lo que me han traído aquí! (…) ¿Cómo se llama el perrito? —preguntó el Comandante. Nevado —le contestan los niños”.

En eso Chávez se acerca a los infantes y sostiene el pequeño cachorro que se movía inquieto tratando de escaparse de los brazos del Comandante, y le dijo a los niños: “¿Saben a quién se lo voy a llevar para que me lo cuide? A Rosinés”.

En ese instante rememoró el histórico momento en que el pueblo de Mucuchíes le regaló al Libertador Simón Bolívar un ejemplar de esos canes en 1813, y destacó que esa raza de perros, homónima del lugar, era la única criolla de Venezuela. Sin embargo, reconoció también que la llamada cacri (composición de callejero criollo), “es muy popular”.

Con su elocuente manera de recordar su pasado evocó: “Yo tenía un cacri que se llamaba Guardián, yo sí quería ese perro, chico. Una vez le pasó Balbino Morales con la camioneta Power, la roja, por encima al perro y le partió una pata, pero así andaba (el perro), y entonces una vez lo regalaron y el perro se devolvió y llegó a la casa arrastrándose, vale, y murió anciano el perro Guardián, un perro que tuve cacri, ahora tengo un nevado”.

LA TRAGAVENADO

En Historias de Familia de Cuentos del Arañero, Chávez tituló: “Yo estoy vivo de broma”. Allí plasmó el cuento que le echó una vez su madre, Elena Frías de Chávez, cuando él era un bebé de cuna.

“Mi mamá oye un ruido en la oscuridad que hace: ‘¡Asss, asss!’ Ella pela por la linterna y alumbra. Cuando ve algo debajo de mi cuna, ¡era una tragavenado, compadre! Mi mamá me agarró y salió disparada. Llamó a mi tío Ramón Chávez, que en paz descanse, quien mató la culebra con un machete o un palo. A la tragavenado la colgaron del techo y la cola pegaba en el suelo. El grueso era como el de un caucho de carro. Era una culebra que tenía azotada la conejera de mi abuela. Se había comido ya varias gallinas y andaba buscando un bachaquito, fíjate. Yo estoy vivo de broma”.

ES QUE LOS PERROS NO LO CONOCIERON

En un Aló Presidente relató cómo su humanidad fue vulnerada por la naturaleza. Contó que a él lo invitaron a la última voladura del túnel de ferrocarril Caracas-Tuy.

“Yo andaba con un cólico, compadre. Es decir, tenía diarrea. Soy un ser humano como cualquiera de ustedes. A veces la gente se olvida de eso. Yo me monto en la máquina y empiezo a sudar frío, y dale, pum, pum, pum con la máquina. Yo no le daba donde era. Y dale, dale y yo sudando y apreta’o, apreta’o aquí abajo, y me volteaba en la silla para allá, para acá y aquel sudor que me corría, Dios mío, ¡en Cadena Nacional de Radio y Televisión!”

Dijo que tras varios intentos no pudo tumbar la pared y le pidió a otra persona que lo hiciera.

En todo el trajín trató de escapar de las cámaras en un autobús. Chávez ordena al chofer a pararse en un sitio y allí varios trabajadores lo esperaban, “…y gritando: ‘¡Chávez, Chávez, Chávez!’ ‘¡Dios mío, ten piedad de mí!’ Los saludé. No sé de dónde saqué fuerzas para aguantar aquello. Y les digo: “Compadre, ¿dónde hay un baño por ahí?’. ‘Mira, allá hay un tráiler de los ingenieros’”.

Con la risa que le caracterizaba, contó: “Cuando voy llegando al tráiler, compadre, salen cuatro perros de esos grandotes, gigantescos, bulldog, una cosa de esas. Bueno. Es que los perros no conocen a Chávez y menos en una situación como esa. Por fin los llamaron, tuve que pararme a esperar que los amarraran. Y llegué, ¡ahh, la salvación! Después yo me dije: “¡Esto le pasa solo a Chávez, a más nadie en este mundo!”

FELIPA, LA MOROCOYITA

En las alocuciones de Chávez se conocía que su hija Rosinés tenía una morrocoya. En el Aló Presidente número 179 realizado en la parroquia 23 de Enero, una niña se acercó al Presidente antes de comenzar su programa para regalarle una tortuguita.

A la derecha, en la cesta, la morrocoya Felipa que le dieron en el 23 de Enero.

A la derecha, en la cesta, la morrocoya Felipa que le dieron en el 23 de Enero.

“Miren el regalo, ella me trajo esta cestita con un regalito tapadito y una morrocoyita. Mira, ¡qué regalito tan bonito! Mira, ¿cómo se llama la morrocoya?”, preguntó emocionado. A lo que la niña le responde que Felipa.

“Felipa, se llama Felipa y yo se la voy a regalar, ¿sabes a quién? A Rosinés. Muy bien. Rosinés, ¡que Dios te bendiga!, tienes otra morrocoya. Rosinés tiene ya un batallón de morrocoyes y de morrocoyas”.

DOS LOROS QUE PARECÍAN CIEN

Chávez amaba también a los loros. Cuando era chamo tenía unas cotorras en una jaula y su mamá le pidió que las soltara. Las soltó, pero otros loros se quedaron en los alrededores.

Recordó que quedaron tres: uno que era disciplinado, que se quedaba en la punta de un árbol, otro guerrillero, pues se escondía entre las matas, “pero hay un tercero, debe ser lora, que se viene y da la vuelta, primero se acercaba y a veces me picaba y se iba. Ahí había una choza “¡uf! Yo soy feliz ahí”.

En un acto multitudinario en 2002, Chávez muestra un loro con boina roja.

En un acto multitudinario en 2002, Chávez muestra un loro con boina roja.

Otro episodio con estos animales fue cuando Chávez estaba en Miraflores, Fidel Castro lo llamó: “¿Y qué es eso, Chávez, qué locura es esa?”, preguntó Fidel. Chávez contestó “unos loros… Cada vez que tú llamas esos loros gritan de todo. Son dos que parecen cien”.

En una multitudinaria manifestación hecha en Caracas el 13 de octubre de 2002, Chávez, sin tapujos, levanta un loro con una boina roja, que, se presume, algún revolucionario le dio.

EL PERRO RUSO

El 27 de septiembre de 2012 Chávez anunció que Vladimir Putin, presidente de Rusia, le regaló un cachorro terrier ruso negro.

“Allí tengo el perro que me mandó, lo estamos amaestrando, es bueno y hermoso. Lo voy a llamar el Ruso, yo le mandaré un chigüire”, expresó el Comandante.

A Ruso lo están entrenando

A Ruso lo están entrenando

¡BIENVENIDO SEÑOR!

En una alocución por el cierre de campaña presidencial de 2012 en el parque Ezequiel Zamora, el 5 de septiembre, Chávez interrumpe su discurso para saludar un perro que se coló en el escenario.

“Señor bienvenido, bienvenido señor. ¡Qué elegante!, ¿no? Ahí va, ese perro es de la Cancillería, de Nicolás (Maduro)”, bromeó.

Este perrito irrumpió en una rueda de prensa de Hugo Chávez. El presidente señaló que era “elegante” y bromeó con la posibilidad de que perteneciera a Nicolás Maduro. Foto: Jorge Silva / Reuters / archivo / Noticias24

Este perrito irrumpió en una rueda de prensa de Hugo Chávez. El presidente señaló que era “elegante” y bromeó con la posibilidad de que perteneciera a Nicolás Maduro. Foto: Jorge Silva / Reuters / archivo / Noticias24

Señalando al animal, expresó: “El mejor amigo del hombre. Dicen que es el perro o el caballo. ¿Cuál es el mejor?… Ahí tengo duda, el hombre no es el mejor amigo del hombre. La historia parece que dice otra cosa; a mi parecer”.

Así, el Comandante ha demostrado siempre el respeto a la vida.

El perro que corrió más de 12 Km para acompañarlo

Mientras el cortejo fúnebre que llevaba al Comandante Supremo Hugo Chávez andaba por la autopista Valle-Coche, un pequeño perro mestizo se unió a los escoltas y acompañó al Líder de la Revolución hasta su tumba en el Cuartel de la Montaña, el pasado 15 de marzo del presente año.

Sin parar de correr en ningún momento, el pequeño canino blanco, negro y marrón atravesó la autopista Francisco Fajardo hasta la altura de Plaza Venezuela, llegó hasta el túnel de La Planicie donde fue recogido por miembros de la guardia presidencial hasta llegar al sitio de descanso del Máximo Líder. Recorrió más de 12 kilómetros.

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Ante el inusual escolta, el perro fue adoptado por la Guardia Nacional Bolivariana y bautizado con el nombre de Brazón. Según lo informó el para ese entonces director de Prensa del Ministerio de Interior y Justicia, Jorge Galindo.

El animalito fue también llamado Nevado, en honor al perro que le regalaron al Libertador Simón Bolívar. Asimismo fue nombrado Guardián.

Brazón, Nevado y Guardián han sido emblema de fidelidad. En ocasiones se puede observar al perrito Brazón descansar en el Cuartel de la Montaña, junto al Comandante Eterno. Hoy es uno de los animales más queridos por el pueblo.

SIEMPRE LLANERO

“Cuando llueve, al llanero le afloran los recuerdos”. El Comandante Hugo Chávez nació en el estado Barinas, lugar de llaneros, como él mismo lo describió. Contó que desde joven visitaba comunidades a caballo. Algunos de sus programas los hizo a caballo, recordando el tiempo en que los campesinos lucharon por su patria.

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