Olorosa a solvente estaba la Quinta La Piragua la tarde de este jueves, justo antes de la rueda de prensa del diputado del partido Primero Justicia Juan Carlos Caldera, hoy expulsado del comando de campaña de la derecha por decisión del propio candidato presidencial Henrique Capriles Radonski. Esta vez, el lugar no fue dispuesto para las fiestas o lanzamientos que usualmente realiza la oposición en la quinta, ubicada en una pudiente zona de Caracas.
Texto: Nazareth Balbás, AVN. Fotos: AVN
Apenas una pequeña mesa con mantel blanco y tres sillas, apostadas en una esquina del recinto, fueron el escenario preparado para que Caldera hiciera su mea culpa por haber recibido irregularmente 40 mil bolívares en efectivo para la campaña del candidato presidencial opositor.
El hecho se conoció luego de que el diputado socialista, Julio Chávez, divulgara un video en el que se observa a Caldera recibiendo dinero destinado a la campaña de Capriles, que un empresario entrega en dos sobres, uno cerrado y otro en el que se evidencia un fajo de billetes como pago por “una tarea que aún no ha sido culminada”, tal y como dice Caldera en el material audiovisual.
“Sin duda hoy ha sido un día de gran prueba para mi vida, para mi carrera política y para el país”, fueron las primeras palabras del parlamentario, con la voz temblorosa y los ojos enrojecidos, mientras bajaba intermitentemente la mirada hacia su teléfono celular.
Tras asegurar que el video era “una manipulación, una mentira”, Caldera agradeció las “muestras de solidaridad” de voceros políticos de la oposición entre las que no estuvo la de Capriles, con quien, confesó, no había hablado desde que éste último lo acusara de estar “usando su nombre para conseguir beneficios personales”.
“Los que se acercan a esta campaña por interés se van a conseguir con una pared, (Caldera) queda excluido de esta campaña y de este partido”, afirmó Capriles apenas minutos después de que se conociera el video en el que el diputado opositor acuerda una reunión entre el empresario que financia la campaña y el candidato conservador en el exterior “por razones de seguridad”.
“Lo hacemos discreto pero le echamos bola”, se escucha Caldera en la grabación. Sin embargo, el parlamentario afirmó que Capriles “nada tiene que ver” con el dinero que recibió de manos de quien identificó como Luis Peña, supuesto emisario del empresario Wilmer Ruperti.
Quien hasta ahora fuese parte del grupo de confianza del candidato presidencial de Primero Justicia (PJ), al punto de ser representante de su comando ante el Consejo Nacional Electoral, trató de excusarse por haber recibido dos fajos de 20 mil bolívares cada uno, alegando su propia “ingenuidad”, aunque posteriormente se desdijo al aseverar que los fondos iban a ser destinados a su campaña para la Alcaldía de Sucre.
“Fue un aporte que ese empresario me dio a mi para la campaña electoral”, dijo, en referencia a sus actividades proselitistas de cara a los comicios locales, pautados para abril del próximo año.
Lo contradictorio es que mientras Caldera afirmaba en la rueda de prensa que el dinero era para su propia campaña insistía en que la prioridad por ahora para el Comando Venezuela “era la candidatura de Capriles”.
Con respecto a ese particular, el ex dirigente “justiciero” dijo que estaba en condiciones de recibir dinero para su labor política por la Alcaldía de Sure sin rendir cuentas ante el CNE porque, en efecto, no ha arrancado el período oficial para la campaña local: “Sabemos que tenemos que abrir libros de registros pero eso es más adelante”.
Durante sus declaraciones, el diputado dio versiones contrapuestas sobre su relación con Ruperti. Al principio aseguró que lo había conocido porque el jefe del Comando Venezuela, Armando Briquet, se lo presentó, pero minutos más tarde afirmó que su hermana trabajaba con el empresario.
Finalmente, una periodista cuestionó: “¿Y cuál fue el destino final de ese dinero, diputado?”. La respuesta de Caldera fue categórica: “Otra pregunta, por favor”.