Con una movilización desde plaza Salvador Allende hasta el Balcón del Pueblo, en Miraflores, continuó el Encuentro Internacional Antifascista a 40 años del golpe de Estado cívico militar contra el gobierno de Salvador Allende. El evento fue iniciado con un breve acto en la plaza Salvador Allende, donde se colocó una ofrenda floral y hablaron el vicepresidente Jorge Arreaza y José Vicente Rangel. La movilización recorrió luego varias cuadras de este a oeste, hacia el puente Llaguno, para finalmente recorrer las últimas dos cuadras hasta el palacio de Miraflores. Allí estaban las puertas abiertas para recibir la movilización popular, en el Balcón del Pueblo, que también recibió a Eduardo Galeano y Álvaro García Linera, entre otros referentes políticos latinoamericanos.
Texto: Alba TV y AVN / Fotos: Sibci y AVN
Con su espíritu antifascista y antiimperialista, la marcha conmemoró los cuarenta años del golpe militar que bombardeó el Palacio de la Moneda con el presidente Salvador Allende en su interior y derrocó el gobierno de la Unidad Popular, en Chile, en 1973.
Nicolás Maduro realizó un sentido homenaje al presidente Salvador Allende y declaró a la Revolución bolivariana como “chavista y allendista”. Reivindicó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), leal al pueblo, como lo demostrara en las jornadas de abril de 2002. Convocó al pueblo a movilizarse y a construir el Estado comunal, legado de Chávez.
El presidente condecoró al escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano con el Premio Simón Rodríguez. Galeano realizó una semblanza del pedagogo revolucionario, a quien le decían “loco” por plantear cuestiones como la educación mixta y la igualdad social. También tomó la palabra el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, quien trajo el saludo de Evo Morales y planteó que el pueblo venezolano tiene una gran responsabilidad en hacer avanzar la Revolución Bolivariana, proceso que señaló como determinante para todo el continente latinoamericano.
Dos años después de que Pinochet dirigiera el bombardeo al Palacio de la Moneda e instalara en Chile la política de las persecuciones, ejecuciones, torturas y desapariciones, llegó a Venezuela Jenny Miranda. Su familia decidió escapar del miedo instaurado en su país. Ella tenía apenas 17 años. “Mi abuela fue presa política durante tres años, mi madre fue presa un año y mi hermano menor también, pero dentro del dolor acumulado durante 40 años hay un optimismo muy grande porque Chávez nos devolvió una fe, nos renovó el espíritu revolucionario, y aunque el fascismo quiere renacer, ahora es diferente, no somos los mismos, ya crecimos”, apuntó.
Miranda, era una de las que gritaba “luchando, creando, poder popular”, desde el Palacio de Miraflores, rodeada del pueblo venezolano agolpado, que decía consignas y alzaba imágenes de los líderes latinoamericanos Allende y Chávez. Este 11 de septiembre de 2013, dos banderas ondean con la fuerza de un mismo viento, una tiene estampado el rostro de Salvador Allende y la otra muestra la cara de Hugo Chávez, a ambas las alza el pueblo, un pueblo que, como dijo Jenny Miranda, no es el mismo de hace 40 años.
En Miraflores, el colectivo cultural Violeta Parra, de Maracay, ilustró con histrionismo la fuerza del poder popular frente a los fascistas. Hans Magaña, joven chileno, disfrazado con uniforme nazi, hacía el papel de un dictador que azotaba a un pueblo encadenado, pero minutos después los ciudadanos hartos de la represión, se revelaban y abalanzaban sobre el fascista. “Luchando, creando, poder popular”, gritaban, así planteaban vengar la muerte de Salvador Allende.
“Somos un colectivo de jóvenes que vinimos a aprender, internándonos en la Revolución Bolivariana, y desde acá adquirir la mayor cantidad de conocimientos y experiencia de lucha y de organización popular para llevar a cabo un proceso de cambio social en nuestro país”, dijo Magaña quien tiene seis años en el país. Sus familiares quizá vivieron la crudeza del régimen de Augusto Pinochet, pero el joven asegura que algunas personas de esa generación que sufrió la dictadura, preferían callar las experiencias dolorosas a sus hijos.
Más tarde, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, señaló similitudes entre Chávez y Allende. Desde la tarima recordó al líder socialista chileno como un verdadero político que conectó sus ideas con el corazón del pueblo y lo emparentó con el líder de la Revolución Bolivariana y su sensibilidad.
La imagen de Allende también estaba en el cuadro que alzaba el historiador Peter Mendoza, frente al Balcón del Pueblo. Era una fotografía oficial del Presidente chileno, que sobrevivió los 17 años de dictadura pinochetista y llegó a Venezuela.
“Es su imagen altiva y leal al pueblo que, 40 años después, se realza. Mientras tanto sus enemigos se encuentran en el basurero de la historia”, apuntó Mendoza.