El director de orquesta venezolano, Gustavo Dudamel, aceptó el reto de dirigir «La flauta mágica», de Wolfgang Amadeus Mozart, que se podrá ver en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, España, a partir del 20 de junio, en un montaje del británico David McVicar. Durante una rueda de prensa realizada este martes, Dudamel consideró un «privilegio y placer» regresar al Gran Teatre del Liceu de Barcelona, entre el 20 de junio y el 2 de julio, para debutar mundialmente con este emblemático título del compositor austriaco, destaca Europa Press.
Texto: Últimas Noticias
La obra es una aclamada producción estrenada en Londres en 2003, en la que se combina el simbolismo a través de las formas del cuento de hadas, con animales danzantes, máquinas voladoras y cielos estrellados.
En esta ocasión, Dudamel estará acompañado por el tenor mexicano Javier Camarena, que debutará en el papel de Tamino, por la soprano Lucy Crowe (Pamina), el director chileno Paolo Bortolameolli, quien tomará la batuta el 27 de junio y el 1 de julio, y el coreógrafo Angelo Smimmo.
Para el director de orquesta venezolano Mozart «conservó una profunda inocencia hasta el final de sus días» y eso se plasma en su música que, «estructuralmente es perfecta», pero a la que siempre busca aportar frescura y un toque de inocencia.
Agregó que Mozart le acompaña «desde siempre» y recordó aquellos días en los que, siendo adolescente, se plantaba ante José Antonio Abreu, su entonces maestro, para comentarle que estaba triste y él le respondía que escuchara a Mozart.
«Siempre me acompaña en las mañanas, no solo en las más tristes, también en las más complejas, porque siempre me produce emoción y alegría, eleva mi espíritu», resaltó Dudamel.
Principio de madurez
Asimismo, comentó que «no es tarde» para dirigir «La flauta mágica», al recordar que hay directores que esperan al final de sus carreras para hacerlo.
A sus 41 años, Dudamel dice encontrarse «en una etapa de un principio de madurez», que tiene que ver con la edad y con lo que estoy viviendo en París. Antes no hubiera aceptado un reto así y después, tampoco», dijo.
Mozart y su flauta mágica
Mozart compuso «La flauta mágica» con el objetivo de atraer a su teatro privado un público popular, por lo que debía ser cómica y en alemán, y reflejar el ideal masónico sobre la razón y el bien en los juegos musicales, con el príncipe Tamino yendo al rescate de Pamina, retenida en un palacio.
La pieza se estrenó en septiembre de 1791, dos meses antes de la muerte de Mozart, y como ha recordado el director artístico del Liceu, Víctor Garcia de Gomar, no llegó hasta 1925, «una anomalía».