Foto: @rosaicela_
El Gobierno mexicano entregó a la Fiscalía General de la República (FGR) 31 contratos firmados con empresas vinculadas a la compañía israelí NSO Group, que ascienden a 61 millones de dólares para adquirir equipos de espionaje con el fin de intervenir teléfonos de líderes opositores. “La afectación a las arcas públicas suma 1.970.000.000 de pesos, un poco más de 61 millones de dólares, para adquisición de software, hardware, bases de datos, plataformas, licencias y mantenimientos de estos equipos”, explicó la secretaria de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, en la conferencia de prensa matutina de la Presidencia.
Texto: TeleSur
Con los equipos adquiridos, según indicó Rodríguez, “se violó la intimidad de periodistas, políticos, luchadores sociales, empresarios, defensores de derechos humanos, funcionarios y legisladores”.
De acuerdo con lo que informaron los funcionarios, los contratos fueron firmados en los dos últimos años del Gobierno del expresidente Felipe Calderón (2006-2012) y todo el período presidencial del exmandatario Enrique Peña Nieto (2012-2018).
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Tal como anunció la Secretaria de Seguridad, los contratos fueron entregados a la FGR “para que se realicen las investigaciones correspondientes y se dé con los responsables de esta práctica ilegal”.
De acuerdo con la miembro del Gabinete mexicano, la Administración de Andrés Manuel López Obrador “tiene como premisa fundamental la libertad y la transparencia, no se espía a nadie, se acabó la persecución política y el espionaje”.
Esta revelación de los contratos sucede tras la publicación el pasado 18 de julio de una nueva investigación relacionada con el programa de espionaje Pegasus.
Esta publicación vino años más tarde, luego del primer hallazgo hecho en 2017 por la organización Artículo 19.
La investigación actual, realizada por Amnistía Internacional y Forbiden Stories, da cuenta de que varios periodistas, defensores de derechos humanos y políticos de varios países fueron espiados.
Cerca de 50.000 números de teléfonos estaban bajo vigilancia por el NSO Group, de los cuales 15.000 estaban localizados en la nación norteamericana.