Chávez: ¡Hoy seguimos siendo invictos en Carabobo!

En el acto conmemorativo del 191er aniversario de la batalla de Carabobo y Día del Ejército, celebrado en el patio de la Academia Militar de Venezuela, el presidente Hugo Chávez pronunció una de sus tantas alocuciones sobre la importante fecha, en la que delineó, una vez más, y como fue una constante desde 1999 cuando entró como presidente al Palacio de Miraflores, su visión de patria elevada a su más alto objetivo dentro del Proyecto Nacional Simón Bolívar, y la liberación, plena y definitiva de Venezuela, con la construcción de la patria bonita, la patria buena. Tanto en Miraflores, como en la Academia Militar, o en el propio campo de batalla, a Carabobo lo emparentaba con los supremos ideales nacionales, fijando el 24 de junio de 1821 como una fecha de hito en el camino hacia la patria soberana e independiente. Otra fecha es 1830 por la muerte de Simón Bolívar y de Antonio José de Sucre, asesinado en Berruecos, además de la disolución de Colombia, la bolivariana, a causa de la traición, como sentenciaba Chávez. Igualmente, mencionaba 2026, cuando se cumplen 200 años del Congreso Anfictiónico de Panamá.

Texto: Correo del Orinoco (Manuel Abrizo)

El presidente Nicolás Maduro al referirse a Carabobo y sus 200 años ha mencionado estas observaciones conmemorativas, relacionadas con nuestra historia, a las que en múltiples oportunidades comentó Hugo Chávez, de quien este 5 de marzo el pueblo venezolano recuerda con tristeza ocho años de su fallecimiento.

En la Academia Militar en 2012, Chávez confesó que 40 años atrás estaba como soldado desfilando en el Campo de Carabobo por primera vez como cadete de primer año.

En los desfiles militares realizados en el escenario del monumento a Carabobo, en sus intervenciones públicas, en los Aló Presidente, Chávez hizo gala de su profundo conocimiento de la historia venezolana, sobre todo en el capítulo de la independencia, y sobre la figura de Simón Bolívar. En más de una oportunidad dictó cátedra narrando los pormenores de la batalla como si hubiese sido un testigo presencial, para luego emparentarlas con las luchas de hoy, contra el imperio de turno, en una misma línea de continuidad. Allí con frecuencia abarcaba todo el espectro nacional, desde la nueva configuración y pensamiento ideológico de nuestra fuerza armada, con todos sus componentes, la unión cívico-militar, la unión nuestro americana, el poder popular, los esfuerzos para desterrar la pobreza mediante las misiones, el sistema educativo, la construcción del nuevo modelo económico.

Sobre Carabobo gustaba abordarlo citando a Arturo Uslar Pietri, con aquello de que Bolívar obligaba mucho, y apoyándose en el poeta Andrés Eloy Blanco para ilustrar el papel del ejército nacional, similar a un rayó que estalla en una nube y la hace llover. Igualmente se apoyaba en el dramaturgo César Rengifo y su obra Esa espiga sembrada en Carabobo, en la que se alude a ese sueño que se llama Venezuela.

En su intervención en el acto de la Academia Militar, en junio de 2012, Chávez dijo: “24 de junio, Carabobo, Carabobo, eso suena profundo, eso suena lejos. Carabobo suena lejos en la perspectiva de historia que pasó, de la historia pasada, suena profundo y lejos hoy en la historia que hoy acontece y que está en pleno desarrollo y suena lejos también en lo adelante en la historia que viene, la historia que estamos construyendo. Carabobo es de Bolívar la frase, pocas horas antes de la batalla, en la revista que pasó al Ejercito Unido Libertador en la sabana de Taguanes, nos enseñaba hace cerca de 40 años, mi general Jacinto Pérez Arcay, es la frase de bolívar ‘mañana seréis invictos en Carabobo’, mañana seréis invictos en Carabobo, hay que seguirlo repitiendo venezolanos y venezolanas de todas la edades y especialmente ustedes jóvenes venezolanos, juventud venezolana ¡hoy seguimos siendo invictos en Carabobo y mañana seguiremos invictos en Carabobo!”.

Bolívar obligaba

El 24 de junio de 2000, el Comandante consideró: “Aquel día fue como el sello, fue como el broche de oro, fue como terminar la redondez de un círculo, círculo que se extendió a lo largo de una década, desde 1811 hasta 1821, fue la década del fragor revolucionario”.

Luego señaló: “Después de 179 años de Carabobo hoy está naciendo una Quinta República, que está retomando las mismas banderas de Carabobo, las mismas banderas de la unión, las mismas banderas de la libertad, las mismas banderas de la dignidad; el pueblo venezolano de hoy, heredero de aquellas glorias lo está haciendo y lo seguiremos haciendo unidos con su Fuerza Armada, unido con su ejército forjador de libertades”.

El 24 de junio de 2003 en su mensaje en el campo de Carabobo, Chávez recordó a Arturo Uslar Pietri: “(…) en alguna ocasión escribió hablando de Carabobo, porque decir Carabobo es decir patria, decir Carabobo es decir Bolívar, decir Carabobo es decir revolución de independencia, nación y patria, heroísmo. Dijo don Arturo Uslar, escribió en alguna ocasión. Oigan venezolanos: ‘cuando el camino llegó a Carabobo, Bolívar venía delante y obligaba mucho. Hoy lo tenemos a nuestra espalda, hoy lo tenemos atrás y el compromiso no ha hecho sino crecer’. Yo, incluso, me atrevería, general Rangel (Silva), amigo mío y soldado patriota, a decir que Bolívar no está detrás de nosotros, no, el hombre del cerro buena vista está al frente de esta batalla de hoy, está al frente de estas huestes patriotas; Bolívar está aquí de nuevo, se ha hecho pueblo y se ha hecho ejército, porque lo que aquí hicieron aquellos hombres quedó pendiente, mi general, porque nueve años después de Carabobo estaba Bolívar muriendo en Santa Marta, expulsado de aquí, y fue precisamente muy cerca de aquí, en Valencia, donde se armó la traición: la Cosiata. La traición a Bolívar”.

El Comandante en el acto de 2012 hizo una sentida confesión relacionada con la enfermedad que padecía y que lo había llevado a La Habana, donde era tratado.

“… Bueno, en fin, Carabobo es la batalla de todos los días por la vida, por la vida de la patria, por la vida del pueblo, por la vida de nuestra América, de la Alianza Bolivariana, por la vida, incluso por la vida del ser humano en este planeta amenazada como está por el capitalismo depredador y, si ustedes me lo permiten, desde el punto de vista personal, también para mi Carabobo es la batalla por la vida”.

Luego contó: “Hace un año exactamente, lo recuerdo clarito, el día 20 de junio hace un año me hicieron una delicada intervención quirúrgica en La Habana, como ustedes saben, y recuerdo haber pasado Nicolás (Maduro), del día 20 de junio, 21, 22, 23 en la sala de terapia intensiva. Fue una operación larga que duró casi siete horas, Fidel se asomaba a cada rato, Nicolás, Adán mi hermano, mis hijas, yo los saludaba, entraban al salón, firmaba cosas yo ahí en la cama, tenía el televisor prendido y amaneció el 24 de junio, prendí el televisor y comencé a ver la escenificación de los niños y de las niñas venezolanas allá en el campo y a las pocas horas el acto del 24 del Día del Ejercito, y de repente del fondo del alma estaban ahí los médicos, las enfermeras, Nicolás estaba sentado allí. De repente yo comencé: adelante /(canta) marchemos valientes… (era como un murmullo que fue creciendo) Al combate y al duro fragor…Y a los pocos minutos les dije a los médicos: me voy a parar de esta cama y a los pocos minutos estaba dando los primeros pasos, y ese día salí de terapia intensiva, el día de Carabobo, un día como hoy, por eso doy gracias a Dios, mi Señor, por la vida”.

Lección de victoria

El viernes 24 de junio de 2005, en el mismo patio de la Academia Militar, Chávez precisa una serie de consideraciones sobre la batalla de Carabobo.

“Carabobo pues”, indica, “es una lección, además de unidad, de victoria. Carabobo es una lección de estrategia porque no se trata solo, lo sabemos los soldados, y los que hemos estudiado la historia nacional y la historia militar de la nación, Carabobo es consecuencia de una concepción estratégica. Carabobo fue una campaña que concluyó el 24 de junio de manera victoriosa y sublime, pero Carabobo es la concepción estratégica, Carabobo es la maniobra estratégica, Carabobo es la confluencia estratégica, Carabobo es la unidad del mando supremo, Carabobo es la unidad cívico militar, Carabobo es la logística, Carabobo es la doctrina y Carabobo es la táctica, Carabobo es la lección de todo eso. Carabobo además en consecuencia de diez años de guerra revolucionaria desde 1810, desde 1811 comenzó la guerra revolucionaria de independencia y la primera república y la segunda república y la tercera república y nació la Gran Colombia. Carabobo es consecuencia del sacrificio de miles y miles de hombres y de mujeres que fueron al martirio. Para llegar a Carabobo el pueblo venezolano tuvo que recorrer la senda del sacrificio, para llegar a Carabobo el pueblo venezolano se hizo ejército libertador, para llega a Carabobo victorioso, el ejército libertador, pueblo en armas, tuvo que recorrer los desiertos, tuvo que cruzar este país desde estas riveras del Caribe hasta allá hasta el Orinoco, el Arauca, el Meta, el Casanare, para llegar a Carabobo el ejército venezolano (…) los Andes una y dos veces, para llegar a Carabobo fue necesario el sacrifico del generalísimo Francisco de Miranda y de quienes murieron en las primeras repúblicas, para llegar a Carabobo fue necesaria la campaña admirable de 1813, para llegar a Carabobo fue necesario el sacrificio de hombres, de guerreros y de ciudadanos, como aquel valiente soldado que fue el coronel Antonio Nicolás Briceño, capturado por las tropas españolas y fusilado en la Barinas de 1813. Para llega a Carabobo fue necesaria la guerra a muerte, aquella terrible consigna y aquella terrible situación (…) contar con la muerte, aun siendo indiferentes, venezolanos contad con la vida …”.

“Para llegar a Carabobo”, continúa, “fue necesario el sacrificio de Luisa Cáceres de Arismendi, la heroína furiosa. Para llegar a Carabobo fue necesario el sacrificio de los estudiantes y los jóvenes de la victoria del 12 de febrero de 1814, para llegar a Carabobo el pueblo venezolano echo ejército regó esta tierra con su sangre y la cubrió con sus huesos. Para llegar a Carabobo fue necesario el sacrificio sublime, casi crístico, diría yo, de mi general Manuel Carlos Piar, fusilado en Angostura. Para llegar a Carabobo fue necesario el sacrificio de cuantos soldados desconocidos, los indios y los negros hechos soldado, los pardos y los peones de la sabana, un pueblo, miles y miles de hombres y mujeres tomaron las armas para parir un nuevo tiempo, para parir una nueva historia, para parir una patria digna”.

De Esa espiga sembrada en Carabobo, obra teatral escrita por César Rengifo, consideró que se debía montar en teatro de calle, en los cuarteles, en los campos, en las ciudades. En su intervención en el 2012, leyó algunos párrafos. Allí se cuenta de un soldado que murió por sus sueños ¿Y cuál es ese sueño?, y un oficial responde. un nombre hermoso tiene su sueño y los soldados todos hacen un coro y dicen: Venezuela se llama su sueño, y los campesinos, hacen coro y dicen Venezuela, y después los soldados todos y los campesinos todos, hacen un solo coro y dicen: ¡La patria, el sueño es la patria, que nació en Carabobo ayer!”.

De Andrés Eloy Blanco citó que había dicho una vez “que si se tratase de enviar una carta al ejército venezolano sería difícil concebir a donde enviársela o cuál su domicilio, que bien pudiera ser a Carabobo, a Boyacá, a Ayacucho…”.

“Y termina diciendo el poeta esto que es lo más sublime”, señala Chávez, “…lo mejor de la nube es el llover, lo dicen los labriegos en voz y las campiñas en verde y la democracia es nube que hace vivir los campos y adentro tiene un rayo, ese rayo es el ejército, es pueblo uniformado y se esclarece para esclarecer cuando no tienen por qué herir, alumbra completando la función de la nube, luz y agua, agua y luz, la fórmula del iris…”.

¡Viva el ejército venezolano!”, exclama Chávez.

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