La legalización del aborto fue aprobada este jueves por la Cámara de Diputados de Argentina y deberá ahora pasar a la consideración del Senado, una decisión que celebraron con un estallido de júbilo los movimientos que apoyaban el proyecto, pero que petrificó a sus contrarios. La votación fue de 129 diputados a favor, 125 en contra y una abstención, según el recuento del presidente de la Cámara, Emilio Monzó, al cabo de una sesión que se abrió la víspera y se prolongó por casi 24 horas.
Texto: La Jornada
“Aborto legal para no morir”, es una de las consignas de las feministas que la noche de este miércoles permanecieron en vigilia frente al Congreso bajo un frío inclemente por una ola polar que afecta a esta capital, esperando que por fin después de años de lucha, los diputados voten por la despenalización de la interrupción del embarazo, mientras un duro debate, discursos fuertes y enfrentados se escuchan dentro del recinto.
Sin interrupciones, prácticamente la totalidad de los 257 diputados intervinieron en la sesión, que desde los alrededores del Congreso siguieron activistas a favor y en contra del proyecto.
“Nuestras mujeres están ahí afuera. Nos están esperando, están esperando que estemos a la altura de las circunstancias”, clamó la diputada Magdalena Sierra, del Frente para la Victoria (centroizquierda peronista), poco antes del voto de este jueves.
En la acera opuesta, el parlamentario Luis Pastori, de la Unión Cívica Radical, sostuvo que “es absurdo e injusto sancionar una ley que habilite a matar seres humanos que deben ser respetados desde la concepción”. Fue el primer debate parlamentario sobre la despenalización del aborto en la historia de Argentina, país del papa Francisco, donde el catolicismo es culto mayoritario y la iglesia católica se desplegó en contra del proyecto de ley.
El debate fue cerrado y hasta último minuto hubo incertidumbre sobre el resultado final. La discusión en el Senado también se perfila complicada y deslindada de las afiliaciones políticas de los parlamentarios. “La movilización ha sido determinante y dependerá mucho de seguir movilizados lo que suceda en el Senado”, comentó a la AFP a las afueras del Congreso María Teresa Giani, de 48 años.
Desde la calle
Afuera del recinto parlamentario vigilias de miles de personas a favor y en contra siguieron en espacios separados el debate en una noche gélida. “Creo que es muy bueno que se legisle sobre los problemas de las mujeres. Es un logro del grupo femenino, porque las mujeres cuando ingresan al parlamento defienden los derechos de las mujeres”, celebró Inés Rivas, de 62 años, junto con miles de mujeres que defienden el aborto legal.
“Los argentinos somos creyentes y lo seguiremos siendo. Con esta ley, del mismo modo que las católicas abortaban, ahora van a poder hacerlo con seguridad”, dijo a la AFP Micaela González, una estudiante universitaria de 21 años.
En Argentina el aborto está prohibido y se castiga con cárcel, salvo en casos de violación o riesgo de vida para la mujer. Pese a ello, varias ONG estiman que unas cien mujeres mueren por año, de un total de unas 500.000 que se realizan abortos clandestinos.
El presidente Mauricio Macri se ha declarado “en favor de la vida” pero impulsó un debate parlamentario que dividió aguas dentro de todas las fuerzas políticas.
Semana 14
El proyecto de ley permite el aborto libre hasta la semana 14 de gestación bajo simple requerimiento de la mujer, que tendrá derecho a acceder a la práctica en forma gratuita en un plazo máximo de cinco días. Luego de ese lapso, el aborto podrá practicarse en casos de violación bajo declaración jurada ante personal médico. También cuando esté en riesgo la salud de la mujer o si se diagnostica la inviabilidad de vida extrauterina.
El proyecto establece que todo hospital o centro asistencial público o privado está obligado a proveer la práctica, aunque permite la objeción de conciencia a los médicos.
El tema movilizó a decenas de miles en marchas a favor y en contra que llevaron el debate a las calles con una mayoría de participación de jóvenes.
En América Latina, el aborto sin restricciones es legal en Uruguay y Cuba. También está permitido en Ciudad de México. En casi todos los demás países solo puede practicarse en caso de riesgo de vida para la mujer, cuando hay inviabilidad del feto o si el embarazo es producto de una violación. En El Salvador, Honduras y Nicaragua está prohibido por completo.