Nuestros Cultores: Igor Fuentes. Artesano y ceramista

Proveniente de Macarao, Caracas, se vinculó a diversas expresiones artísticas desde niño, trabajando inicialmente con barro crudo, inclinándose con el tiempo hacia la artesanía y la cerámica. Su trabajo artístico está orientado a rescatar las tradiciones venezolanas. Es así como en sus piezas se pueden observar las raíces indígenas. 

Texto: Ciudad Caracas 

“También trabajo mucho los héroes, para que las personas se acerquen a Bolívar, Miranda”, expresó. Sus piezas, las cuales elabora artesanalmente, son de arcilla modelada, la mayoría de ellas, y además de exhibirlas en diversos espacios a donde ha sido invitado, las comercializa en el conocido paseo de los Guajiros, en Chacaíto.

Igor Fuentes rememora que sus hermanos tenían el don de dibujar, y es gracias a esa influencia que su interés por el arte se despierta desde muy temprano.

Luego de hacer varios cursos, inicia estudios en la escuela de artes del fuego Candido Millán, una referencia en este tipo de arte, que posteriormente continúa en la Escuela Cristóbal Rojas, logrando graduarse como técnico medio en arte. Fuentes también estudió educación, y actualmente desea cursar la carrera de Comunicación Social.

El quehacer cultural para el joven no se limita a la plástica, pues hace vida en una cofradía de San Juan Bautista, fiesta que está próxima a celebrarse en diversas regiones del país, además de ser vocero del consejo comunal donde vive, apoyando otras manifestaciones como la Cruz de Mayo o la Paradura del niño. En su interés por rescatar las tradiciones venezolanas, actualmente trabaja junto a pobladores de Valle de Cata, en Ocumare de la Costa, para rescatar e impulsar al San Juan de esa localidad. “No hago nada con haber sido declarado Patrimonio Cultural si no hago nada por rescatar las tradiciones”, aseguró.

Por su dedicación y constancia en el oficio, los reconocimientos no han tardado en llegar para el cultor, quien recibió recientemente el Premio Municipal de Artesanía 2017 por una obra, realizada en arcilla roja, en la que recreó el mundo del destacado artista plástico Armando Reverón, evocando las muñecas de trapo y su castillete. En esencia, para Fuentes, la cultura debe estar al servicio de las comunidades.