Calmadas y concurridas lucieron las calles de la parroquia Candelaria al amanecer de este viernes. Los comerciantes abrieron sus santamarías y los vecinos realizaban sus compras con total normalidad, luego de la noche de terror a la que fueron sometidos por grupos violentos de la oposición el pasado miércoles en la noche y jueves en la madrugada.
Texto: CiudadCCS
Cuadrillas de trabajadores de SupraCaracas y el Estado Mayor de Gobierno para Caracas despejaron, desde tempranas horas, las vías de cauchos quemados, tierra, basura y vidrios rotos colocados como barricadas en los alrededores de la esquina Alcabala de la avenida Urdaneta. A la altura de la plaza La Candelaria, grandes materos y escombros incendiados también obstruyeron la principal vialidad de la zona.
Andrea Gómez, enlace parroquial, destacó que la situación se solventó gracias al rápido papel jugado por la Guardia Nacional Bolivariana y a los propios vecinos revolucionarios, que de manera organizada decidieron hacerle frente a los violentos.
“Fueron nueve puntos donde había focos de violencia, sobre todo en la zona Norte. Los que hacemos vida en la Casa de la Comunidad y en el Movimiento de Pobladores nos activamos.
Lamentablemente, David Martínez, compañero del Movimiento de Pobladores, resultó herido por un impacto de bala y está recluido en el Hospital Vargas”, comentó.
Gómez agradeció la actuación de los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana. “Esto se pudo solventar como a las 3 de la mañana por el apoyo que ellos nos prestaron”.
Por su parte, Rafael Romero, vendedor de café de la zona, relató con asombro cómo ocurrieron los hechos vandálicos.
“Cuando eran como las 9 y 30 de la noche empezó a formarse el desorden. Los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana vinieron y fueron recibidos por piedras y bombas molotov de quienes se encontraban trancando las calles”, señaló.
“De verdad, es muy lamentable todo lo que está ocurriendo aquí, porque el más afectado es el pueblo. Gracias a los efectos de las bombas lacrimógenas y el humo de los cauchos quemados, muchos niños y adultos mayores resultaron ahogados en sus casas”, manifestó.
Por su parte, Eugenia Caribe, quien trabaja en una zapatería, hizo un llamado a estos grupos de extrema derecha para que cesen en la violencia.
“Aquí lo que se está perdiendo son vidas de venezolanos y se está causando destrozos. Esto debe parar para empezar a trabajar en la reconstrucción, bonito y con mucho futuro para todos”, dijo.
CONTINÚAN LOS DESTROZOS
La agencia del Banco de Venezuela, ubicada en la esquina Candilito, fue incendiada y destrozada. Los vidrios y uno de los postes publicitarios fueron rotos y las instalaciones quedaron inoperativas. Los usuarios de esta entidad financiera se mostraron sorprendidos y rechazaron estas acciones.
“Yo venía a buscar una tarjeta de débito y me encuentro con este desastre. ¿Acaso es a esto a lo que ellos le llaman pacífico? Sin duda, yo no lo creo”, indicó un señor desde las afueras del lugar.
Además, a la una de la madrugada, grupos de encapuchados lanzaron múltiples bombas molotov contra una tanqueta de la GNB, logrando incendiarla y causando daños internos en el vehículo de orden público.
Efectivos del Cuerpo de Bomberos del Distrito Capital acudieron al lugar para mitigar el incendio generado en la unidad, que se logró sofocar pocos minutos después.
Los alrededores de la avenida Este 0, adyacentes al Centro Financiero Provincial, son unos de los puntos utilizados recurrentemente por la Mesa de la Unidad Democrática como lugar de concentración.
Durante los focos de violencia ocurridos este miércoles debieron ser evacuados los Centros de Educación Inicial Maripérez, Dora Burgueño y el Simoncito “Kapadare”, ubicados en los alrededores de Parque Caracas.