En un radioforo realizado en el programa La Ventana de Alba Ciudad el pasado lunes, el psicólogo José Garcés citó los estudios del estadounidense Dan Ariely, en particular uno llamado “la coherencia arbitraria”, cuya idea es que “aunque el precio que se asigna a un producto sea totalmente arbitrario e injusto, una vez que lo hemos fijado en nuestra mente, tenemos una tendencia a comparar el resto de los precios con éste”. Esto explica por qué un precio que hace unas semanas nos parecía totalmente injusto y especulativo, se convierte muy pronto en un precio normal y hasta “barato”. Explica que es lo que se ha hecho con el dólar paralelo.
Texto: Alba Ciudad (Angie Vélez y LBR)Audio completo del radioforo
Canción de José Garcés
En su participación, Garcés explicó cómo la psicología es utilizada por quienes promueven la guerra económica. Informó que ha venido desarrollando junto a Alí Alejandro Primera algunos foros con este tema, en base al alma que se encuentra en la guitarra. Es por eso que hacen el “foro-canción”, manejando algunos elementos desde el punto de vista conceptual, acompañado con las canciones que tienen que ver con la guerra económica.
Según José Garcés, hay una guerra económica conformada por el gran capital, por “el capitalismo del mar del norte” como fue llamado en alguna oportunidad, porque no hay un capitalismo, sino que son muchos grupos económicos que están organizados. “Estamos viviendo esta guerra económica que se confunde con crisis. El acoso de la derecha es así gracias a la mala gestión”, señaló este lunes en el programa La Ventana de Alba Ciudad, entrevistado por Enza García, compartiendo micrófonos con el cantautor Alí Alejandro Primera.
- Véase también: Alí Alejandro Primera: No podremos hacer cambios profundos mientras sigamos oxigenando el modelo rentista
Garcés coloca como ejemplo el caso de Cuba, en el que “siempre se señaló que no había abundancia de productos, pero nunca se mencionaba que estaba bloqueado económicamente”.
Alega que una de las armas que la derecha ataca es la guerra psicológica; es hacernos creer lo que ellos quieren que uno crea, pero estamos viviendo una situación distinta a la que estamos acostumbrados a vivir.
“Nosotros vivimos en abundancia y si no lo cree, simplemente cuente cuántas cosas tiene usted en su casa. Cuente cuántos pantalones tiene. Cuente cuántos pares de zapatos, cuente cuántos platos. Abra la alacena y vea si de verdad está vacía, como ocurre en otros países donde de verdad hay pobreza. Nosotros no estamos viviendo una situación como esa”, afirmó Garcés.
“Nos han hecho pensar que estamos en una situación de pobreza, y en una situación de pobreza siempre vamos a creer que algo nos falta”, explicó Garcés.
“Por eso, el Buda decía: la mejor riqueza es la mente satisfecha”. Pide que nos demos cuenta de que hemos generado prácticas inadecuadas en cuanto a consumo. Estas prácticas están referidas a “tabismos” desde el punto de vista psicológico que tiene que ver con el apego. Tal es el caso del café.
“Hemos desarrollado un apego a cosas que realmente no merecen la pena, porque nada en el universo, absolutamente nada permanece. Todo cambia”. Por ende, es ilógico generar apego con cosas que cambian, razonó. “Lo que si tenemos que generar es la posibilidad de adaptarnos a nuevas situaciones, de generar desapego: si no hay café se puede tomar un té, manzanilla o cualquier otra cosa”, aconsejó. “La vida es siempre cambiante”.
Nos manipulan usando la “coherencia arbitraria”
Explicó Garcés que un psicólogo estadounidense, llamado Dan Ariely, generó un cuerpo de conocimientos que se llama la Economía Conductual, en la cual unió elementos de la economía y la técnica del análisis de la conducta.
Citó como ejemplo la coherencia arbitraria. Explicó Garcés en un artículo en Aporrea: “La idea básica de la este concepto es que aunque el precio que se asigna a un producto sea totalmente arbitrario e injusto, una vez que lo hemos fijado en nuestra mente, tenemos una tendencia a comparar el resto de los precios con éste. Es decir, ese primer precio se convierte en un anclaje a partir del cual valoraremos el resto de los productos. Esto determina la estructuración de un patrón. Con esta medida medimos los demás productos”.
En la entrevista en Alba Ciudad, Garcés lo explicó mediante un ejemplo: Dan Ariely le dijo a un grupo de estudiantes de mercadotecnia que vendieran un producto, poniéndole como precio los dos últimos números de su seguro social; de esta forma, algunos lo vendían a un precio justo pero otros lo hacían a un precio en extremo alto.
Luego, le pidió a sus estudiantes que le colocaran al producto un precio que ellos consideraran apropiado. Se dio cuenta de que el precio inicial, basado en los dos últimos dígitos de su seguro social, influía enormemente en el precio que ellos le ponían al producto; por ejemplo, si el precio inicial era $90, ellos le colocaban como precio $56, pero el producto en realidad costaba 20 dólares.
Una explicación más completa, en idioma inglés, puede encontrarse en el artículo “La falacia de la oferta y la demanda” por Dan Ariely, que puede hallarse en esta dirección.
Explicó Garcés que eso es lo que fue pasando con el dólar paralelo: lo fueron subiendo, y “nos acostumbraron a que el dólar siempre subía”. A que “la tendencia de las cosas es siempre la de aumentar”. Y entonces alguien compra algo a un precio especulativo muy alto, pero se siente contento de haberlo hecho “porque mañana cuesta el doble”.
Garcés, quien también es cantautor, culminó su participación con una pieza musical dedicada al bachaquero y al opositor que se queja dela crisis, pero tiene su casa llena de productos. “Tenemos que empezar a darnos cuenta de que hemos sido manipulados. ¡Tenemos que empezar a ser dueños de nuestras prácticas de consumo desarrollando desapego, no dejándonos llevar por patrones rígidos de consumo!”
Excelente análisis.