Después del terremoto de Caracas de 1967 las vecinas y los vecinos del casco histórico de Petare se refugiaron en el lugar más seguro de la zona: un estacionamiento que poco a poco se convirtió en espacio de encuentro y en escenario de actividades culturales. Ese uso del lugar se consolidó con los años, hasta que finalmente en octubre de 1981, se inauguró en el sitio el teatro que lleva el nombre del importante creador venezolano César Rengifo.
Correo del Orinoco (Texto: Luis Jesús González Cova / Fotos: Miguel Romero)
En conversación con el Correo del Orinoco, la actual coordinadora del hoy rebautizado Teatro de Petare César Rengifo, Gladys Seco, contó que en vista de la importancia de Rengifo como artista integral de gran influencia en las artes y la cultura venezolana, el Concejo Municipal de la época, decidió ponerle el nombre del dramaturgo y artista plástico, fallecido apenas un año antes a los 66 años de edad.
Según Seco, muy probablemente influyeron en la decisión sobre el nombre del teatro figuras que estuvieron ligadas directamente con César Rengifo, que además estuvieron vinculados de alguna manera a la gestión cultural en el municipio Sucre, como es el caso del crítico de artes plásticas y curador, Perán Erminy, entre otros.
Ese mismo año de 1981, un mes luego de la inauguración del teatro petareño que nació con el nombre del creador venezolano, el Auditórium Universitario de la Universidad de Los Andes (ULA), ubicado en Mérida, se bautizó también con el nombre de César Rengifo, como un homenaje de esa casa de estudios al artista que también desarrolló una importante labor cultural en la sede merideña de la institución.
Luego de un descuido en el Teatro César Rengifo que se vio amenazado por la falta de mantenimiento, en el año 2009 comenzaron los trabajos para restaurar el escenario, el sistema de iluminación, el sonido, los camerinos y el parque de butacas. Luego de dos años de trabajo, en octubre de 2011, el recinto se rebautizó con el nombre ampliado de Teatro de Petare César Rengifo, adscrito a la Fundación José Ángel Lamas, extensión cultural de la Alcaldía del municipio Sucre, del estado Miranda.
CON SU ESENCIA
Aun cuando Gladys Seco reconoció que los textos de César Rengifo no están en la lista de los más escenificados sobre las tablas del teatro que lleva su nombre, consideró que el escenario se consolidó como una plataforma para exponer y promover discursos escénicos que siguen el camino marcado por Rengifo, caracterizado entre otras cosas por el acento en los personajes del pueblo, protagonistas de las historias que nos retratan como país desde lo popular y al mismo tiempo críticas de los sectores de poder.
Inclusive, señaló Seco, importantes dramaturgos venezolanos señalados como herederos de la narrativa de Rengifo, como por ejemplo Rodolfo Santana y Gilbero Pinto encontraron un enclave sólido para el comienzo de sus carreras en el teatro de Petare.
Más allá de llevar el nombre de César Rengifo, insistió Seco, “se ha mantenido en el tiempo esa tendencia a continuar su discurso escénico desde las ópticas de otros dramaturgos. Incluso la misma comunidad cercana al teatro hace que eso aflore como una necesidad que siempre atendemos. Y no solo Rodolfo Santana y Gilberto Pinto que estrenaron sus primeras obras aquí. Eso sigue pasando. Por ejemplo, hace poco estrenamos Tierra Santa, de Elio Palencia, Premio Municipal de Teatro. Y si revisas las programaciones desde 2011 hasta acá, ves que siempre hemos tenido obras dentro de la misma línea que las de Rengifo”, con esa intención de retratar la realidad venezolana.
Quizás por eso, para el centenario del artista plástico y dramaturg que se cumple justamente hoy, el teatro que lleva su nombre diseñó una programación que además de homenajear al importante creador, rinde tributo al teatro en general y a otros autores venezolanos, vivos y fallecidos, que se han encargado de plasmar al país en un retrato vivo, sobre las tablas.
Desde abril comenzó el homenaje con la obra de Rengifo Lo que dejó la tempestad, en un montaje de Pathmon Producciones dirigido por Carlos del Castillo. Igualmente se consideró la más reciente pieza de Xiomara Moreno, Cofradías, que completa mañana su segunda y última presentación con una función especial para colegios y agrupaciones infantiles y juveniles.
También está dentro de la programación el sainete Las peripecias de Orsini, del dramaturgo y amigo de César Rengifo, con quien fundó el grupo Máscara, Humberto Orsini. Esta pieza estará el 29 de mayo para dar pie al día siguiente a un conversatorio entre el autor y agrupaciones estudiantiles.
Para finalizar esta programación en homenaje a César Rengifo y otros dramaturgos venezolanos, está el sainete de Rafael Guinand, Yo también quiero ser candidato, que se montará los días 30 y 31 de mayo.
SE PROGRAMA SOLO
La coordinadora piensa que de alguna manera el Teatro César Rengifo tiene vida propia, se programa solo e incluso traza sus propias líneas en la voces de agrupaciones profesionales, la comunidad organizada, colegios municipales y otras instituciones públicas y privadas que, más allá de proponer programaciones, exigen una gestión activa y amplia.
Bajo estas exigencias, la coordinación del teatro creó un formato de programación que los días de semana y un fin de semana al mes, se destina el escenario para mostrar trabajos desarrollados por la comunidad, dentro de cualquier formato escénico y musical.
El resto de los fines de semana las tablas se preparan para recibir propuestas profesionales “que puedan enriquecer tanto al público como a otros creadores de la comunidad”, apuntó Seco.
Igualmente, mantienen una programación constante, tanto de teatro como de cine, vinculada a las 42 escuelas del municipio, a parte de los proyectos que se generan con las y los integrantes de la Escuela de Teatro Porfirio Rodríguez, también adscrita a la Fundación José Ángel Lamas.
Con respecto a los proyectos que tienen que ver con las proyecciones cinematográficas, concebidos por exigencias de la comunidad petareña, “muy aficionada al séptimo arte”, una vez al mes realizan un cine foro con el apoyo del Espacio Anna Frank. Además, desde enero de este año funciona la iniciativa titulada Vivimos el cine, con proyecciones de películas venezolanas cuyos autores conversan e intercambian ideas con niñas, niños y jóvenes.
LOS RESIDENTES
Según Gladys Seco, el Teatro de Petare César Rengifo es principalmente un espacio para mostrar. “Principalmente porque hay demasiados grupos en Petare y no nos daríamos abasto”, explicó.
Sin embrago, trimestralmente estudian algunas solicitudes para que algunas agrupaciones escénicas puedan trabajar durante un tiempo en la fase de ensayo previa a las presentaciones. Por otra parte, el recinto alberga una escuela de teatro musical infantil en la que se forman en danza, actuación y canto cerca de 70 niñas y niños.
“Esto se convertirá en la compañía juvenil del teatro. Ya hay acores interesados, al menos 12 niños casi adolescentes que saben que les gusta y tienen devoción por las artes escénicas”, adelantó la coordinadora.
También es residente en el Teatro César Rengifo la escuela de canto La Sarabanda, con aproximadamente 60 niñas y niños en formación.