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La persecución mortal que sufrió el pueblo y sus campesinos en la década de los años sesenta por la Digepol fue rememorada y desnudada en el documental InjerenCIA, la invasión silenciosa: desaparecidos en Venezuela, en los espacios de la plaza El Venezolano, a cielo abierto durante la noche de este jueves 28 de mayo, en el marco del Congreso Internacional Inventar la Democracia del Siglo XXI. Un público heterogéneo asistió a la proyección realizada por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) y Gran Cine, en la que se revelaron los sucesos que la CIA encabezó a través de un aparato represivo en busca de movimientos subversivos criollos, dejando a su paso miles de asesinatos y desaparecidos, generalmente en las poblaciones rurales del país.
Texto y fotos: Prensa CNAC (Ernest Stuyvesant)
La lluvia no opacó el interés de los transeúntes, quienes se engancharon con la trama de la obra audiovisual y no dudaron en tomar un lugar entre los cinéfilos y unirse a la actividad.
Luis José Lovera, espectador, destacó el valor de rescatar nuestra memoria histórica: “Como diría Galeano, somos los ‘sentipensantes’ de este siglo. Tenemos que entender y sentir en nuestras vísceras todo el sufrimiento que padecieron nuestros militantes de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. La misma comunidad organizada de Venezuela salvó a muchos de esos guerrilleros que vivían en la clandestinidad. Es necesario crecer hacia nuestras raíces”.
El director Ángel Palacios planteó en su filme una investigación que se remite al Gobierno de Rómulo Betancourt, cuando dirigentes de Estados Unidos comandaron un genocidio contra inocentes generando desgarradoras torturas, aupado a la guerra psicológica caracterizada por los procesos de manipulación y exterminio que refleja sus consecuencias en la actualidad.
“La película mostró muchas similitudes a lo que aconteció durante el régimen brutal y fascista de Suráfrica, en 1994. Aplicaban las mismas formas de aniquilación contra los socialistas y revolucionarios. La unión cívico-militar que impulsó el Comandante Hugo Chávez fue ideal para salir de este conflicto”, soltó Sibusiso Nkundlane, surafricano radicado en Venezuela que asistió a la proyección.
Desde la derecha venezolana, el pacto entre sus representantes derivó en un ataque armado que llevó consigo diversos mecanismos de desestabilización social y económica, elementos desglosados en el documental.
“No hay que desentendernos de que el Imperio norteamericano ha metido la mano en todas las dictaduras militares de Latinoamérica. Venezuela no escapó de ello. Aún están detrás de nosotros. Reivindicamos esta lucha en este documental, que hay que difundir, porque muestra una importante parte de nuestra historia. Hay que evitar la amnesia colectiva”, manifestó Édixon Meléndez.
Este viernes 29 de mayo continuaron las proyecciones a cielo abierto del Congreso Internacional Inventar la Democracia del Siglo XXI con La espalda del mundo (2000), de Javier Corcuera.
Este filme muestra tres historias sobre la violación de los derechos humanos: un grupo de niños que trabajan en una cantera de Perú picando piedras; una diputada kurda encarcelada por hablar en kurdo en el Parlamento turco, y un condenado que espera en el corredor de la muerte de una penitenciaría de Texas.
