Foto: Archivo Biblioteca Nacional vía Noticias24
El historiador y ex ministro de la Cultura, Pedro Calzadilla, recordó la importancia de la victoria de los sectores cívico-militares que derrocaron la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958, pero reflexionó que la dirigencia de aquel entonces no tuvo las circunstancias y la madurez para convertir el espíritu popular en un proceso de revolución, y se impuso el Pacto de Punto Fijo”. Entrevistado por el noticiero “Cultura al Día” de Alba Ciudad 96.3 FM, señaló la importancia de recordar estos hechos a las nuevas generaciones.
Texto: Alba Ciudad (Luigino Bracci)
“Las conmemoraciones y aniversarios cada día tienen más importancia. Unirnos, congregarnos, llamarnos a recordar cosas importantes que ocurrieron en este país, hechos que protagonizaron nuestros antepasados. Son espacios pedagógicos, educativos, lugares de memoria. Es muy importante no dejar de pasar estas fechas, Chávez nos enseñó esto. Son fechas especiales para sembrar conciencia, promover reflexiones y recordar”, señaló.
“Hoy tenemos generaciones que no han vivido el Pacto de Punto Fijo, la última dictadura civil que vivimos en Venezuela, que se acabó en diciembre de 1998 con el triunfo del Comandante”, dijo tras aclarar que la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, derrocada en 1958, se caracterizó por ser militar. “Hay jóvenes que tienen 20 años y no tienen recuerdos de lo que fueron esos años (de la Cuarta República). Menos aún recuerdan el 23 de Enero, que ya son 56 años de un momento estelar de la historia de nuestro pueblo. Fue, sin duda, un momento que signó y marcó la historia del Siglo XX de nuestro país”.
Para Calzadilla, “es importante recordar el 23 de Enero por muchas razones: el triunfo heroico de un pueblo, unido a un sector patriota de las Fuerzas Armadas, que logró ponerle fin a aquella dictadura que había convertido a Venezuela en un lugar de terror. Una acción revolucionario dio al traste con esa dictadura”.
“Lo otro es que el pueblo venezolano no tuvimos la capacidad de convertir aquella coyuntura en una revolución que efectivamente transformara el país. La dirigencia no tuvo las circunstancias, la madurez para convertir aquello en un proceso de revolución, y se impuso el Pacto de Punto Fijo que derrotó el espíritu popular”.
“Tenemos como misión reivindicar el espíritu del 23 de Enero, la alianza cívico-militar para derrotar el horror y la traición”.