El pasado jueves 22, a las 4:30 pm, en la Casa de las Primeras Letras, el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, de la mano de la Fundación Editorial El perro y la rana, con un nutrido público ávido de conocimiento de la obra de Simón Rodríguez, bautizó la obra que bajo el nombre Inventamos o erramos reúne una serie de importantes textos del maestro de Simón Bolívar. La Dra. en Educación Thaís Marrero, exdecana de Postgrado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR) le hizo honor a su especialidad en Andragogía -ciencia que enseña las técnicas y métodos para la comunicación de la educación de los adultos- cuando nos expuso con sumo detalle la vida y obra del más insigne filósofo de la pedagogía de todos los tiempos.
Texto: Prensa FEPR
Con palabras cargadas de afectividad, ubicándonos en las calles del centro de Caracas, muchas de las cuales conservan sus nombres originales, Thaís inició su conferencia diciéndonos que Simón Narciso Jesús nació una noche de un 28 de octubre de 1771. A su nacimiento le siguió su abandono, con lo que se transforma en un niño de la calle, condición conocida como expósito, aunque su atuendo correspondía al de un niño de origen aristocrático para que, luego, Rosalía Rodríguez, quien estaba casada con Cayetano Carreño, se convirtiera en su madre de crianza.
De las palabras de la Dra. Thaís Marrero, concluimos que la condición de expósito de Simón Rodríguez no fue una limitante para el desarrollo intelectual de este filósofo de todos los tiempos sino que más bien lo hizo desarrollar una especial sensibilidad por todo aquel que estaba en su momento en una condición inferior, como los pardos, indígenas y negros, para proclamar esa igualdad que se manifiesta en que todos en su momento, sin exclusión, tenían derecho a la educación y a la instrucción.
De igual manera, detalles como que en 1791 el Cabildo de Caracas lo admitió para ejercer el cargo de maestro en la escuela de las Primeras Letras. Luego, Simón Rodríguez fue perseguido por razones que no están muy claras, entre ellas, por conspirar contra la Corona Española; estos datos y su oportuno comentario, con tono amigo, con actitud pedagógica y andragógica, fueron parte de la conferencia de la especialista Thaís Marrero.
A lo anterior, se suma que fuera de su tierra natal Simón Rodríguez recorre Europa, para poner en práctica su habilidad de aprender con facilidad varias lenguas y de dominarlas al punto de enseñarlas al igual que un nativo, y de usar el seudónimo emblemático de Samuel Robinsón, con las mismas iniciales de su verdadero nombre, S de Simón y R de Rodríguez, apellido materno.
Finalmente, mencionando las más significativas publicaciones del más grande pedagogo de todos los tiempos, haciendo las debidas recomendaciones para su lectura, con oportunos comentarios de los presentes, y con la presencia de niños que bautizaron el texto, terminó la actividad, en la que muchos se unieron en una voz para solicitar que más encuentros como éste se realicen porque motivan a la lectura, a la reflexión y a la valoración de pensadores como Simón Rodríguez de gran relevancia para el contexto venezolano actual.