Según informantes citados por la Comisión Nacional para los Refugiados, podría tratarse de dos a tres mil personas que atravesarían la línea fronteriza en los próximos días. Informan de unos 800 que han llegado sin ninguna pertenencia e incluso sin documentación; indican que temen por sus vidas en los lugares de procedencia en el valle del Catatumbo, donde son recientes los recuerdos de masacres y violaciones masivas de derechos humanos por la política paramilitar que predominó durante las décadas anteriores, en particular por las acusaciones del gobierno colombiano de que supuestamente están infiltrados por la guerrilla.
Texto: Prensa Comisión Nacional para los Refugiados / Aporrea.org / Rebelión.org
En la mañana del 18 de julio de 2013 se informó de la posible entrada de una gran cantidad de refugiados colombianos al sector La Guacamaya del municipio Semprún del estado Zulia; el grupo humano que se desplaza viene de Tibú, Norte de Santander, y otras localidades vecinas, donde la población campesina del Catatumbo neogranadino viene desarrollando un conflicto social desde hace varias semanas, con saldo de -al menos- cuatro personas asesinadas presuntamente por la fuerza armada de ese país.
La red de apoyo del Voluntariado de Refugiados en Venezuela ubicada en la zona ha trasmitido esta preocupación, con el agravante de anotar la presencia masiva de mujeres, niñas, niños, adolescentes y adultos mayores.
Según los informantes, podría tratarse de dos a tres mil personas que atravesarían la línea fronteriza en los próximos días. Ya hay varios cientos (800, según la comisión) que han llegado sin ninguna pertenencia, incluso sin documentación, puesto que señalan un fuerte temor fundado sobre el peligro que correría su vida en los lugares de procedencia, donde son recientes los recuerdos de masacres y violaciones masivas de derechos humanos por la política paramilitar que predominó durante las décadas anteriores.
En este contexto, la Comisión Nacional para los Refugiados, como autoridad competente del Estado Venezolano, según Ley Orgánica publicada en Gaceta Oficial No. 37.296 del 3 de octubre de 2001, está haciendo un seguimiento permanente del evento y ya ha coordinado con las autoridades en la zona para atender cualquier eventualidad en la materia.
El viernes un equipo de la Comisión se trasladó al sitio de los acontecimientos para levantar un informe pormenorizado, a los efectos de contar con un diagnóstico serio y trazar las líneas estratégicas del plan de asistencia.
La gobernación del estado Zulia, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y las autoridades locales han sido debidamente informadas del fenómeno y se encuentran en alerta ante el arribo masivo de refugiados.
El presidente de la Comisión Nacional para los Refugiados, economista Ildefonso Finol, ha estado al frente de las acciones gubernamentales, y se encuentra en la región el frente del operativo, que no tiene precedentes en la historia reciente.
El alto funcionario comentó que en 2001 atendió como voluntario a cerca de 400 personas que entraron por Rio de Oro, desde La Cooperativa, Colombia; pero que una cifra como la que está planteada en estas circunstancias no se conoce. “Los aspectos logísticos que envuelve un drama humanitario como éste son complejísimos”, concluyó Finol.
Campesinos colombianos que protestan en Catatumbo piden refugio en Venezuela
Los campesinos colombianos que desde hace 42 días protestan en la región del Catatumbo pidieron refugio en Venezuela en una carta dirigida al presidente de ese país, Nicolás Maduro, quien este lunes tiene previsto reunirse con su homólogo de Colombia, Juan Manuel Santos. La Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat) publicó la misiva en la página de la agencia Prensa Rural y justificó esta petición “ante la eventualidad de una operación militar contra la justa protesta”.
“Las últimas declaraciones del presidente Santos nos hacen prever que nuestra protesta será duramente reprimida en las próximas horas, situación que dejaría vulnerables a miles de mujeres, ancianos, enfermos y niños que participan de la movilización”, expusieron los campesinos del Catatumbo, región fronteriza con Venezuela.
El presidente, que ha advertido de que no tolerará más bloqueos de vías de los manifestantes ni en el Catatumbo ni en ninguna otra parte del país, se refirió a este punto en su discurso de inauguración de las sesiones del Congreso el sábado y también el domingo, al término de un consejo de seguridad. “No me importa que se levanten ampollas. Nuestra obligación es proteger la vida, la tranquilidad y la movilidad de los colombianos, por encima de cualquier otra cosa, y lo estamos haciendo con una fuerza pública respetuosa de los derechos humanos, pero contundente en la aplicación de la ley”, dijo Santos en el Congreso.
Ascamcat denunció haber “sufrido la represión del Estado colombiano” hasta el punto de que cuatro campesinos “han sido asesinados por la fuerza pública” y además reportó “decenas de heridos y encarcelados”.
“Hasta el momento nuestros reclamos y exigencias no han sido escuchados. Por lo que nos mantenemos bloqueando la carretera (entre las ciudades de) Cúcuta y Tibú”, en el departamento de Norte de Santander, agrega el texto.
Los campesinos expresaron su deseo de que Venezuela les “permita ejercer el derecho internacional al refugio” dentro de la Ley orgánica venezolana sobre refugiados y asilados, al Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados y a la Declaración de los Refugiados de Cartagena. “Esto, ante la eventualidad de una operación militar contra nuestra justa protesta, acción represiva que dejará víctimas inocentes”, insistieron.