“Antes de las 4 de la tarde, ya los resultados de las exit poll estaban en la calle y daban ganador al hombre que peleó contra el gobierno del ex presidente Carlos Andrés Pérez. Venían de todas partes y llegaban a las inmediaciones del Ateneo de Caracas con sus boinas rojas, con la banderas de Venezuela. Algunos cargaban pesados bustos (tallados en yeso o en madera) de un ceñudo Simón Bolívar, El Libertador, y los bailaban cual San Benito al grito de ‘¡Chávez, Chávez!’”.
Texto: CiudadCCS
Así reseñaba la periodista Luisana Colomine hace 13 años, en el diario El Universal, el ambiente callejero de aquel 6 de diciembre de 1998, cuando AD y Copei se unieron por primera vez y no pudieron garantizar los votos del triunfo a Henrique Salas Römer, derrotado después de 40 años de supremacía bipartidista por el entonces candidato del Polo Patriótico, Hugo Chávez Frías.
Dos horas antes de lo esperado, a eso de las 8:00 pm, el Consejo Supremo Electoral dio el resultado. Chávez ganaba con el 56,2% de los votos, contra 39,5% obtenido por Henrique Salas Römer.
“Todo se ha consumado”, expresó Chávez en rueda de prensa ese día, desde el Ateneo de Caracas. Eran las 10:00 pm. La gente lo escuchaba desde la calle. En el contacto con los periodistas, el nuevo Presidente llamó a la reconciliación. Dijo no tener “enemigos políticos”. “Yo cuelgo el guante”, afirmó.
Chávez había ganado después de una dura campaña electoral, donde “se usó, incluso, el temor, invocado en acusaciones de dictador y comunista”, según reseñó -en el mismo diario- la periodista Thaynem Hernández en su nota del 7 de diciembre de 1998. “El nuevo mandatario llega al poder tras capitalizar el descontento popular con un discurso que atacó el sistema, lo calificó de ‘podrido’ y a las cúpulas de los partidos tradicionales a las cuales llamó ‘corruptocráticas’”, escribió Hernández.
LA REFUNDACIÓN DE LA REPÚBLICA
Para la socióloga y presidenta del Banco de la Mujer, Nora Castañeda, las elecciones de 1998 marcaron el comienzo de una nueva época que tiene su base en la Asamblea Constituyente. “Cuando el Presidente firma sobre la moribunda (febrero de 1999) hizo un llamado para que nos constituyéramos como pueblo para refundar la República”.
Recordó que, a través de la constituyente, el pueblo logró en diciembre de 1999 una nueva Carta Magna, que se convirtió en su “plataforma de lucha”.
A partir de ese momento, según precisó, el país ha vivido varias etapas. En la primera, el Presidente planteó “humanizar el capitalismo” pero, producto de la conspiración económica y el golpe de Estado (2002 y 2003) revaluó la tesis de humanizar el capital “y llega a la conclusión de que el capital establece una relación de explotación y discriminación negativas para el pueblo y surge la necesidad histórica de construir el socialismo del siglo XXI”, cuya garantía es el poder comunal organizado.
Para Castañeda estamos en una etapa de transición al socialismo, donde surgen múltiples contradicciones y el Poder Popular está en construcción. En su opinión, constituye un reto de la Revolución combatir el individualismo y el patriarcado, ambos herencia del capitalismo.
CONSTRUIR CIUDADANÍA
Para el almirante Luis Cabrera Aguirre, protagonista de los hechos del 27 de noviembre de 1992, se ha construido una sociedad más humanista y participativa, cuyo Gobierno valora la independencia y “lucha por la soberanía”.
Sin embargo, en su opinión, la gente no se ha preparado para participar y lo hace con las mismas herramientas del pasado. “Hay gente que quiere que le regalen todo y se ha valido de las facilidades del Estado para sacar lo máximo”. Destacó como positiva la política petrolera actual, pero advirtió la necesidad de “sembrar el petróleo y formar mejores ciudadanos”.