La falla en su principal central hidroeléctrica dejó sin servicio eléctrico a casi todo el país por más de 24 horas. El gobierno del Presidente Nicolás Maduro ha denunciado que se trató de un gravísimo ataque al sistema de control automatizado de la planta del Guri por parte de la administración estadounidense, como parte del intento de golpe de Estado que se ejecuta desde comienzos de enero por parte del gobierno de Donald Trump contra Venezuela, con el fin de deponerlo. El vicepresidente de comunicación, Jorge Rodríguez, mostró incidios de que el gobierno norteamericano sabía lo que estaba pasando.
Texto: Alba Ciudad (Luigino Bracci Roa)
Rodríguez, en declaraciones ofrecidas por medios públicos este 8 de marzo en la noche, denunció que se trató de un ataque cibernético contra el sistema de control automatizado Ardas, que regula los procesos de las 20 máquinas generadoras del sistema hidroeléctrico del Guri, ubicado en el estado Bolívar. Denunció que constituyen “la agresión más brutal que haya sido sometido el pueblo de Venezuela en doscientos años, desde la Guerra de Independencia que lo liberó del yugo del Imperio español”, así como “una arremetida brutal” del gobierno estadounidense de Donald Trump.
Desde el Palacio de Miraflores, Rodríguez señaló que “agredieron por vía de ataque cibernético el sistema de control automatizado Ardas”, que es “una especie de cerebro electrónico computarizado que regula las 20 máquinas del Guri, donde se genera el 80 por ciento de la electricidad” para todo el pueblo de Venezuela. Explicó que, si hay un aumento de tensión y de demanda eléctrica, el sistema le dice a las máquinas del Guri que deben activarse y aumentar la revolución para que haya mayor carga eléctrica. De lo contrario, en caso de que estén trabajando en demasía, el sistema les indica que deben bajar un poco.
“Al atacar ese sistema, por protección las máquinas del Guri se paran”, explicó Rodríguez.
La falla eléctrica ocurrió a las 4:50 de la tarde del jueves 7 de marzo, en una hora de alta movilización cuando las y los venezolanos salían de sus trabajos. En Caracas, la falla forzó al desalojo y cierre del Metro de Caracas y causó que cientos de miles de personas debieran retornar a sus hogares a pie.
También hubo un colapso muy fuerte en los servicios de telefonía fija y celular, que dificultaron o imposibilitaron la comunicación a medida que las celdas y repetidoras del servicio móvil se quedaban sin baterías y dejaban de funcionar.
La Gobernación del Estado Miranda habilitó decenas de autobuses el mismo jueves en la noche, para llevar a sus hogares a las personas que viven en las ciudades próximas a la capital, según informó Francisco Garcés, presidente de TransMiranda. Los transportes continuaron funcionando toda la madrugada, de forma ininterrumpida, y miles de personas tuvieron que formarse y esperar durante la noche y la madrugada hasta ser transportados.
Hasta el sábado en la mañana, aún el Metro de Caracas continuaba sin reactivarse. “El personal operativo, técnicos e ingenieros se encuentran efectuando los trabajos necesarios para que una vez se normalice la energía de alta tensión podamos restituir el servicio de trenes para nuestros usuarios”, tuiteó su cuenta oficial a las 9:18 am.
Aunque han ocurrido otras fallas eléctricas de gran alcance en el país, esta es la primera vez que la misma dura más de 24 horas y afecta a casi todos los estados del país. Sólo en algunos puntos de Nueva Esparta, Anzoátegui y Monagas la electricidad volvió el mismo jueves en la noche.
El resto del país amaneció el viernes sin electricidad. La vicepresidenta Delcy Rodríguez anunció el viernes en la mañana que el Presidente Nicolás Maduro había declarado el día como no laborable y había suspendido las clases. Para el viernes en la tarde, la electricidad comenzaba a llegar a numerosas ciudades del país, aunque en algunos casos llegaba y volvía a irse.
El pueblo venezolano se comportó de una forma ejemplar y cívica. No se reportaron incidentes de seguridad graves, ni saqueos ni vandalismo.
Incidios sobre responsabilidad estadounidense
El vicepresidente de comunicación venezolano presentó diversos indicios de que el gobierno estadounidense celebraba y muy probablemente conocía del incidente. Mike Pompeo, secretado de estado norteamericano, escribió a las 12:18 del viernes: “Sin alimentos. Sin medicina. Ahora, sin electricidad. Lo próximo: Sin Maduro”. Aunque en otros tuits el funcionario evitó mostrar a su gobierno como responsable del ataque,
También denunció que, a las 6:18 de la tarde, poco más de una hora después de iniciado el apagón, el senador estadounidense Marco Rubio tuiteó sobre el mismo informando que 18 de los 23 estados del país y el Distrito Capital se encontraban sin electricidad. “El aeropuerto principal se encuentra sin energía y sus generadores de respaldo también han fallado”, añadió. Rodríguez se mostró sorprendido de las capacidades “adivinatorias” de Rubio y de la forma tan veloz en que conoció que los “generadores de respaldo” habían fallado.
También mostró el tuit de Juan Guaidó, diputado quien se autoproclamó como supuesto presidente interino de Venezuela. “Venezuela tiene claro que la luz llega con el cese de la usurpación. Seguimos adelante”, escribió Guaidó el jueves a las 7:24 de la tarde.
“Esto es una confesión criminal, hecha por un psicópata”, denunció Rodríguez.
El también ministro desmintió la matriz mediática sobre supuestas muertes en hospitales durante el apagón. La información falsa fue difundida en redes sociales. Explicó que durante el apagón se habilitó un plan de contingencia para mantener las plantas eléctricas en todos los hospitales del país.
[…] afectarle de alguna manera. Ella prácticamente se había olvidado del caso hasta que ocurrió el apagón nacional del 7 de marzo en Venezuela, atribuido a un ataque cibernético, lo que la motivó a hacer público el […]