El presidente estadounidense, Barack Obama, criticó duramente a los líderes de Francia y de Reino Unido por “involucrarse poco en Libia” tras el derrocamiento de Muammar Gaddafi en 2011, aunque no fue muy autocrítico en su propia responsabilidad. En una entrevista con The Atlantic, Obama sostiene que tras la “exitosa” intervención militar que causó el derrocamiento y asesinato de Muamar Gadafi en 2011, Libia quedó fuera de control debido, según él, a la inacción por parte de los aliados europeos. En unas declaraciones que, según medios occidentales, suponen un ataque sin precedentes contra el primer ministro británico, David Cameron, Obama lo acusa de permitir que Libia se convirtiera en un “shit show” (espectáculo de mierda, caos), siendo desgarrada por la violencia interna entre los grupos armados que controlan varias zonas del país.
Texto: RT y Agencias
“Cuando pienso en lo que pasó, me pregunto qué es lo que salió mal y hay mucho que criticar porque tenía depositada más fe en los europeos, considerando su cercanía a Libia”, afirmó Obama. Centrándose en la persona de Cameron respecto a Libia, Obama sugirió que el jefe de Gobierno británico se mostró “distraído por una serie de otras cosas”.
Obama también cargó contra el expresidente francés Francois Sarkozy por fanfarronear y “darse importancia por su participación en la campaña de bombardeos, a pesar de que nosotros ―dice Obama― habíamos acabado con las defensas aéreas y esencialmente aportamos toda la infraestructura” de la operación.
Desde la caída del gobierno, Libia se ha sumido en la anarquía, fragmentada entre milicias rivales que se disputan el poder, mientras el grupo Daesh, autodenominado Estado Islámico, ha ganado influencia en el país.
Buen inicio, mal final
En cuando a la imposición de la zona de exclusión aérea que, efectivamente, se convirtió en un operativo aéreo de la OTAN contra el Gobierno libio, Obama dijo que el plan fue realizado “tan bien” como se podía esperar.
“Obtuvimos el mandato de la ONU, formamos una coalición que nos costó 1.000 millones de dólares, lo que es muy barato si hablamos de operaciones militares. Evitamos bajas civiles a gran escala, prevenimos algo que habría sido una guerra civil sangrienta. Y, a pesar de todo, Libia sigue en desorden”, dijo.
El diario The Independent calificó las declaraciones de Obama como “un ataque sin precedentes de un presidente estadounidense en funciones a un líder británico”, mientras que The Times tildó de “extraordinario” el episodio. En un intento de bajar el tono, la Casa Blanca remitió ayer una nota en la que valora “profundamente” las aportaciones el primer ministro Cameron, a quien el presidente Obama considera “tan cercano como un compañero”.
Obama también se quejó por el hecho de que el primer ministro británico pusiera en riesgo la “relación específica” entre EE.UU. y Reino Unido por demorar el incremento de los gastos militares y cumplir con la meta del 2% del PIB determinada por la OTAN. “Los gorrones me irritan”, comentó.
Sergio Castaño Riaño, doctor en Relaciones Internacionales de la Universidad de Valladolid, opina que EE.UU. no quería intervenir en el conflicto de Libia tras el fracaso en Afganistán, y cargó la responsabilidad sobre los países europeos, que no lograron poner el orden el país.