El pasado jueves 18 de junio el tamunangue y las fiestas en honor a San Antonio tomaron la plaza Carlos Gardel en Caño Amarillo, oeste de Caracas, en una actividad promovida por la comunidad y por el Centro Nacional de Danza, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, con la presencia del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) y el personal del Metro de Caracas.
Fotos: AVN
Presentamos un fotorreportaje de Juan Carlos La Cruz, de la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), sobre esta actividad.
“Es una manifestación bien completa, que incluye música, canto, bailes, rituales religiosos. El tamunangue nos une a la devoción de San Antonio que es cada 12 y 13 de junio. No sólo se celebra ese día; los que hacen promesas están casi todo el año realizando tamunangue en Falcón, Lara y Caracas”. Así lo informó el director ejecutivo de la Compañía Nacional de Danza, Omar Orozco, entrevistado en el programa Hacer Arte es Hacer Patria de Alba Ciudad.
El “son de negros”, como también se le conoce, es una tradición que tiene más de 400 años de antigüedad. Además, es un tema de fe. Desde el punto de vista cultural, se encuentran los saberes, la danza, la música y la fertilidad de la vinculación con la tierra, espacio donde los afrodescendientes de antes, tenían la oportunidad de asistir a la celebración de San Antonio de Padua, porque era el día que los hacendados le daban permiso.
En esta tradición se encuentra presente el cinco larense, el medio cinco, el requinto o cuatro octaviado y el cuatro tradicional. “Son instrumentos que fueron llegando a través de los siglos a nuestros territorios, incorporándose poco a poco, haciendo presente una sonoridad histórica de ritmos y sonoridades, sin dejar a un lado los instrumentos de percusión, tales como las maracas y el cumaco mediano”.