Un total de 72 familias fueron desplazadas de sus hogares por integrantes de la estructura criminal que dominó la Cota 905 hasta la semana pasada, según organismos de seguridad.
Texto: Últimas Noticias
Desde hace cuatro años aproximadamente, los cabecillas del grupo delictivo fundado por Carlos Calderón (El Vampi) se fueron apoderando de la Cota 905, lo cual incluyó la apropiación de los programas sociales gubernamentales como las bolsas Clap que repartían desde la Base de Misiones asentada en el sector. Y aquellas familias que no estaban de acuerdo con sus métodos, los obligaban a abandonar la zona.
Tal situación ocurrió en el barrio El Naranjal, donde las autoridades ubicaron 37 viviendas abandonadas a causa de ese desplazamiento forzoso ejercido por los miembros de la banda del Coquí.
Esta información fue aportada por la ministra de Interiores y Justicia, Carmen Meléndez, quien el sábado pasado ofreció un balance de la operación Gran Cacique Indio Guaicaipuro.
Por otras fuentes se conoció que 35 familias también debieron abandonar sus hogares ubicados en varios sectores de La Vega. Residentes narraron que entre abril y mayo, un grupo de hombres armados con acento colombiano se dedicaron a recorrer La Vega para realizar una especie de censo. Tocaban la puerta y preguntaban cuántas personas vivían en esa casa y el número de habitaciones así como la ocupación de los residentes. Si detectaban que había allí viviendo un policía o familiar de éste lo obligaban a abandonar el barrio, según testigos.
Al respecto, la vicepresidenta Delcy Rodríguez comentó el sábado pasado que ese grupo criminal buscaba ejercer “un control multiterritorial” lo cual formaba parte de un plan a largo plazo para debilitar al Estado.