Este 22 de octubre, la cuarta jornada de la actividad “Venezuela Vive el Joropo” arrojó información destacada para la comprensión del debate que se vive en torno a nuestra música tradicional venezolana y el papel nefasto que juega la lógica mercantilista y del entretenimiento frente a la recuperación de lo que significa el orgullo de ser venezolanos.En la misma participaron el viceministro para la Cultura Ignacio Barreto; Carlos Vicente Torrealba, director de Cultura de la Fundación Corazón Llanero Multimedia; Ángel Tolosa Moreno, licenciado en Artes, mención Música, en Educación Integral; Tolosa Moreno, etnomusicólogo, y el ministro de Cultura Ernesto Villegas.
Texto: Prensa MPPC
Luego de la introducción, realizada por el viceministro para la Cultura y presidente de la Fundación Compañía Nacional de Música, Ignacio Barreto, tomó la palabra Carlos Vicente Torrealba, filósofo egresado de la Universidad de Núremberg, de Alemania y director de Cultura de la Fundación Corazón Llanero Multimedia, con varias publicaciones sobre nuestra música y con amplia trayectoria como conferencista, e hijo del compositor y arpista Juan Vicente Torrealba, presentó su ponencia: Rastreando el Joropo en Tiempos de la Colonia.
“El joropo es una serie de géneros, quiere decir fiestas y casi 35 años antes del nacimiento de Simón Bolívar, en la región costera, se escribía sobre el joropo, 11 familias se asientan en Calabozo, en el sector de El Tocuyo, y fundaron San Luis de la Unión (año 1530), siendo el primer hato fundado en América, y allí hacían sus fiestas (fiestas de la Chipola), que solamente se bailaban en los hatos”, fueron algunos aportes del profesor Torrealba, quien manifestó que la música giraba en torno a la ganadería, que propiciaba el intercambio musical en distintas regiones donde se intercambiaba el ganado.
Otro elemento aportado por el profesor Torrealba es la aseveración de que el llano, para el llanero, es uno sólo, sin fronteras políticas y el joropo nace en Venezuela porque la ganadería nace en Venezuela, que propiciará el surgimiento de la fiesta llanera y así el joropo, que se divide en el golpe y el pasaje, va evolucionando al igual que los instrumentos utilizados, como el arpa, el cuatro y las maracas, que anteriormente las tocaba solo el que cantaba.
En el siglo XX, la radio y los acetatos expanden la música y ya en los años 1955 a 1960, el joropo, ejecutado con el arpa diseñada por Juan Vicente Torrealba para su fábrica de instrumentos “Banco Largo”, empieza a conocerse y ejecutarse en Colombia, que no conocía este instrumento. Para esta fecha Fernando Lizarazo y su conjunto Alma Llanera logran el éxito con la música. “Nuestra música debe darse a conocer para poder defenderla, ese es nuestro trabajo desde el MPPC y la fundación Corazón Llanero, actividad que nos hace sentirnos orgullosos de ser una sola identidad”, fueron reflexiones finales del profesor Carlos Vicente Torrealba.
El tema “El Joropo: génesis, desarrollo y expansión del mestizaje venezolano” fue presentado, posteriormente, por el maestro arpista Ángel Tolosa Moreno, licenciado en Artes, mención Música, en Educación Integral, con postgrados y maestrías, concertista del Arpa Venezolana, profesor de la Cátedra de Arpa Venezolana para México y Estados Unidos y organizador de la Red Internacional de Festivales de Arpa.
El maestro Tolosa Moreno, etnomusicólogo, quien es uno de los que ha encendido el debate por las redes sociales, inició resaltando que el joropo es símbolo e identidad del patrimonio venezolano, y acto seguido definió lo que no es joropo, expresando en su enumeración, entre otras cosas, que no nació en el llano, no es solamente arpa, cuatro y maracas, ni torneos ni festivales, es preciso y permite trazar una línea temporal de génesis, desarrollo y expansión de esta manifestación cultural.
“El joropo es como los venezolanos, es el rostro de Venezuela, es mestizo, es una intervención interétnica europea-africana-aborigen que inició por nuestras costas”, expresó Moreno, a tiempo que invitó a conocer sobre temas relacionados con la historia y origen de nuestra música, mencionando a las ciudades de Cumaná, Caracas y El Tocuyo como lugares determinantes en la historia musical de Venezuela debido al tránsito comercial y de esclavitud, gestando el género musical mestizo, los esclavos traídos de África, específicamente de la zona occidental, eran conocidos por ejecutar una especie de arpa y tambores que luego desarrollamos en nuestro país, destacando que en el oriente venezolano la influencia fue europea, en el centro norte costero y hacia occidente la influencia fue africano-española, influyendo esto en los instrumentos que se ejecutaban.
Señaló que al hablar de joropo se habla de una “totalidad país”, no de una sola región, ya que ocurrió una expansión que no hace perder la identidad del mismo. También hace referencia del maestro Lorenzo Herrera, quien aparece tocando joropo para 1930 en Nueva York y la llegada a Colombia del joropo en los años 60. “Nosotros defendemos la identidad cultural de la nación, nuestro rostro ante el mundo, nuestra identidad, no un negocio, el joropo es un emblema de ser venezolano, no solo llanero”, fueron las palabras finales del profesor Ángel Tolosa Moreno, antes de la intervención del ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas.
“Este debate de puertas abiertas favorece a Venezuela, su identidad cultural y la hermandad con los pueblos de la patria grande…inspirado en nuestro deseo de hermandad en la patria grande, en términos bolivarianos el joropo es también colombiano, ecuatoriano, panameño, etc. es universal, pero es bueno dejar claro el origen del joropo”, fueron reflexiones del ministro, quien invitó a los conferencistas explicar los términos de la controversia.
“La música es un lenguaje universal pero tiene identidad, en Colombia se tiene un proyecto de ley que quiere declarar el joropódromo y el Torneo Internacional del Joropo como patrimonio de su país, pero hay un trasfondo y por eso denuncié el proyecto”, relató el profesor Tolosa, mientras señalaba que se puede declarar el festival como colombiano, pero en base a la cultura venezolana, respetando el certificado de origen.
El profesor Carlos Vicente Torrealba también dio su respuesta indicando que el llano es uno solo, pero dividido en dos países, explicó que en 1840 se da una crisis del ganado, bajando los precios de estos, lo que obligó a los dueños de hatos y haciendas a liberar a los peones, a los cabresteros, a los arreadores y darles bacas para que siguieran alimentándose, esto se reflejó en los cantos de ordeño, que antes fueron tonadas de arreo. Lugo relató lo que ocurría en tiempos de la colonia con los llaneros, que requerían un permiso otorgado por la iglesia para montar a caballo, y era concedido por ser una nueva raza, que no era la negra, ni la india, ni eran blancos de orilla, eran llaneros y debían pagar los tributos.
En este punto el Ministro Villegas reiteró con su pregunta certera: ¿Cómo se explica el auge económico del joropo en Colombia? Y ¿es cierto que una gloria del joropo se hizo colombiano?
A lo que respondió el profesor Tolosa: El joropo es una fiesta nacional, la palabra joropo es un venezolanismo, que tiene su origen en la ciudad de Caracas, y encierra al pasaje y al golpe, con referencia al músico venezolano, este dijo que el joropo nació en el río Arauca, demuestra ignorancia sobre la historia musical venezolana ya que el joropo tiene su origen en las costas venezolanas y se presenta en Colombia en los años 60, y es llevado por el músico David Parales Bello. Colombia tiene su propia música llanera, que no es el joropo y que proviene de la zona andino-colombiana, influenciando la zona llanera. Esta música fue desplazada y sepultada, adoptando al joropo para fines comerciales…
¿Es cierto que desde Colombia se está ofreciendo la nacionalidad a artistas venezolanos?, insistió el ministro Villegas, y la respuesta de Tolosa fue que existe un grupo de venezolanos que tiene intereses comerciales en Colombia y que nadie tiene el derecho de vender una identidad que no le pertenece, eso es una totalidad del venezolano, Carlos Vicente Torrealba señaló que esto es cierto y que se le ha ofrecido sistemáticamente a diversos artistas emblemáticos y que por intereses personales, nadie tiene derecho a entregar nuestra música. Debido a que facturan en Colombia, luego les ofrecen la nacionalidad. El gobernador del Meta sancionó a Reina Lucero y a Scarlet Linares, prohibiéndole la comercialización de su trabajo por motivos políticos, convirtiéndose en una amenaza solapada hacia otros cultores.
El ministro Villegas pidió un pronunciamiento serio para que se difunda esta jornada y no se confunda la población que pueda ver a nuestros artistas recibiendo la nacionalidad en otro país como si fuera algo digno.
Las reflexiones finales del viceministro Barreto giraron en torno a la dañina lógica mercantilista, y el problema histórico que se arrastra desde hace siglos, para desmontar el orgullo de ser venezolanos y que hemos recuperado en estos 20 años de Revolución, “si quiero dominar y hacerme dueño de un país, se requiere que sus pobladores no se sientan orgullosos de su tierra, y así es mucho más sencillo dominarlos, y ese trabajo lo han estado haciendo para que el venezolano sienta vergüenza étnica. Pero es con el proceso revolucionario que nuevamente nos estamos reencontrando con nuestra nacionalidad, con nuestra identidad, para fortalecer nuestros valores de soberanía”, puntualizó.
Con las Jornadas Venezuela vive el joropo, el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, busca divulgar los análisis y reflexiones de un grupo de cultores, investigadores musicales y especialistas, en torno a los orígenes, características, expresiones y retos actuales que vive el joropo venezolano.