Tejer historias, hacer viva la palabra y estimular que vuele la imaginación de quien les escucha son acciones que hacen de las y los cuentacuentos seres especiales que gozan del cariño de la gente de cualquier edad y es que nadie nunca se niega a la invitación abierta a escuchar una buena narración que despierte el niño o niña que llevamos dentro. Es por ello que con gran alegría cada 28 de septiembre, el pueblo venezolano celebra el Día de las y los Cuentacuentos, acción que nació como una iniciativa de la Red de Cuenteros de Venezuela y además buscó rendir un merecido homenaje a uno de los más grandes cuenteros del país como lo fue José Humberto Castillo, mejor conocido como el Caimán de Sanare.
T y F: Prensa FMC
Narradores orales, cuenteros y cuentacuentos hoy celebran su día en medio de una nueva normalidad, que también les ha invitado a reinventar su forma de acercarse al público, que siempre está ávido de escuchar sus historias mágicas.
La incorporación del cuento en el día a día permite identificar historias que nacen de la cotidianidad e incentivan el amor por lo propio, amando lo que se es y lo que se tiene, estimulando de esta forma el resguardo de la riqueza cultural que forma parte de nuestras tradiciones orales como pueblo y que nos invita a honrar cada día las fabulas, historias y cuitas que mantienen viva la palabra.
La Fundación Misión Cultura clara de esta realidad incentiva la creación y la formación y por ello actualmente lleva adelante el Diplomado de Narración Oral Escénica, que busca estimular la incorporación de más personas en este mágico espacio de la narración de cuentos e historias, capacitándoles en pro de profesionalizar cada día más su trabajo, siempre con el compromiso de entregar una puesta en escena de calidad al público que le escucha y observa.
Todo ello pues se está consciente que en cada rincón del país existe una infinidad de personajes populares y trabajadores de la cultura, quienes muchas veces de manera empírica se dedican a contar cuentos de la tradición oral venezolana o cuentos de su propia creación. Aunque que sin embargo ello no contrarresta su éxito como narradores orales, ejemplo perfecto de ello fue precisamente el Caimán de Sanare, quien destacó además en el área pues nutrió sus historias a partir de sus propias vivencias.
Vale destacar que hoy celebramos el Día Nacional pero el Internacional se celebra cada 20 de marzo, como parte de una tradición que nació en Suecia, en el año 1991 y recuerda cuando las y los narradores se reunían por la noche a contar leyendas, mitos y sus creaciones literarias, para así esperar por la llegada de la primavera que se inicia cada 21 de marzo.