El teatro penitenciario estará presente en el Festival Internacional de Teatro de Caracas 2018 con cuatro propuestas teatrales: El pez que fuma, Pavlov: 2 segundos antes del crimen, Momia en el clóset y Passport; allí participan alrededor de 70 privados de libertad del país.
Texto: AVN
En representación del recinto Rodeo II, ubicado en el estado Miranda, 17 actrices y actores en escena le darán vida al clásico venezolano de Román Chalbaud El pez que fuma, en la sala principal del Teatro San Martín, el jueves 3 de Mayo a las 6:00 de la tarde.
“Esta obra es un clásico de la dramaturgia nacional que habla de esa Venezuela de los años 70. Transcurre en un burdel y entre amores y luchas de poder se critica el declive que originó el sueño de riqueza petrolera, a la vez que la diversidad de los personajes dibuja el panorama social de la época”, señaló David Villegas, asesor nacional de cultura del servicio penitenciario.
Otra de las piezas teatrales es Pavlov: 2 segundos antes del crimen del dramaturgo Gustavo Ott, que se estará presentando el viernes 4 de mayo en el mismo recinto, a las 6:00 de la tarde, para reflexionar sobre el papel de los medios de comunicación para los aportes y también para la destrucción.
Esta obra contará con la participación de 17 privadas y privados de libertad de la Comunidad Penitenciaria de Coro, estado Falcón.
La tercera propuesta teatral es de la Comunidad Penitenciaria de Fénix en el estado Lara, Momia en el clóset, también de Gustavo Ott. Se estará presentando en el teatro San Martín a las 6:00 de la tarde el 5 de mayo.
“Esta obra narra los hechos de las vicisitudes que sufrió el cuerpo embalsamado de la actriz y política argentina Eva Perón. La derecha Argentina decía que ella era más peligrosa muerta que viva, y fueron acontecimientos que nos tocan a los países de Latinoamérica”, explicó Villegas.
Por último, la obra Passport será representada por los privados de libertad del Centro Penitenciario de Caracas Yare III, el domingo 6 de mayo a las 6: 00 de la tarde también en el Teatro San Martín. “Esta pieza nos habla sobre la incapacidad de comunicarnos, porque a veces hablamos el mismo idioma, pero aún así hemos decidido no entendernos, y eso representa un peligro en la sociedad”, agregó Villegas.
Las actrices y los actores están ensayando sus obras desde febrero de este año, explicó Villegas. Los talleres escénicos para privadas y privados de libertad forman parte de las políticas de Estado que buscan que los Centros Penitenciarios sean Centros de Formación, “donde ellos tengan la oportunidad de hacer actividades de cultura, deporte, educación, socioproductivos y formación laboral”, añadió el profesor.