Familiares, amigos, compañeros de trabajo, revolucionarios y el pueblo merideño acompañaron este viernes hasta su última morada a Anderson Dugarte, mototaxista asesinado por la violencia de la derecha en medio de las protestas realizadas en la capital del estado. Dugarte fue herido de bala en la cabeza el pasado lunes 8 de mayo y falleció dos días después. En el mismo hecho también resultaron lesionados Fredylan Álvarez Jáuregui, de 21 años, estudiante de la Universidad de los Andes; y Hugo Guillén, de 27 años, funcionario de la policía estadal.
Texto: CiudadCCS (Reinaldo J. Linares Acosta)
Dugarte, de 32 años, recibió un impacto de bala en la cabeza mientras circulaba por la calle 26, entre avenidas dos y tres del centro de la ciudad de Mérida, durante las manifestaciones que se dieron por el llamado que hiciera la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), a una marcha que partió desde la Plaza de Sucre de la parroquia Milla con punto de llegada en el parque Glorias Patrias.
El mototaxista fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario de Mérida, donde permaneció en estado crítico hasta el pasado miércoles, cuando finalmente falleció.
Durante el sepelio, varios de los asistentes expresaron no solo su dolor por la irreparable pérdida, sino su indignación ante la reiterada actitud de la oposición radical venezolana de apelar a la violencia y al odio como única salida.
El gobernador del estado, Alexis Ramírez, quien asistió al sepelio, señaló a través de la señal de Venezolana de Televisión que los autores intelectuales de estas acciones violentas en la entidad andina son dirigentes de Primero Justicia y Voluntad Popular, bajo las órdenes impartidas desde Caracas por Julio Borges.
“Responsabilizo a Julio Borges de los hechos de violencia que se han desatado en los últimos días en nuestro estado”, dijo Ramírez.
Por su parte, Germán Dugarte, tío del fallecido, manifestó que el pueblo venezolano lo que quiere es paz y no situaciones que sigan generando destrucción, heridos y fallecidos, como fue el caso de su sobrino Anderson. “Otra vida que se pierde; un padre de familia; dos hijos que deja y uno que viene en camino. ¿Dónde queda el dolor; dónde está la conciencia?”, reflexionó el familiar.
Otro de los asistentes, Pedro Álvarez, expresó que es inadmisible el asesinato de quien calificó como “un humilde trabajador merideño por parte de ese grupo de terroristas dirigido por la MUD”. Al respecto, Álvarez, quien además es dirigente del PSUV en la entidad, manifestó que “exigimos justicia; sabemos que el gobierno nacional y el gobierno regional estarán trabajando fuertemente para garantizar la justicia en este caso y en otros casos”.
Entre tanto, un representante del colectivo Bandera Negra rechazó la campaña de satanización que han recibido y sobre este hecho denunció que las guarimbas son organizadas desde las urbanizaciones de clase alta. “Todo lo que ha pasado sabemos que son actos de la derecha”, denunció, al tiempo que hizo un llamado a los padres y representantes de estas familias a aconsejar a sus hijos a no seguir participando en actividades violentas.