La filosofía y la política son dos ramas que en su estructura de pensamiento parecen antagónicas pero que históricamente han estado unidas para fundamentar las bases de ellas mismas, Marx, Hegel y Kant son exponentes cuyo pensamiento ha participado activamente en las estructuras políticas y sociales modernas, sin embargo hay quienes sostienen que la filosofía debe mantenerse al margen del estado para no caer en contradicciones. Este tema lo sostienen el filósofo italiano Gianni Vattimo y su colega venezolano Lenin Bandres en su conversa sobre la relación entre ambas ciencias.
Texto: CiudadCCS
Vattimo da la bienvenida al tema hablando sobre la corriente de la ilustración y su impacto en las sociedad actual, sostiene que su realización ha sido contraproducente ya que se ha desarrollado sobre procesos globalizadores.
“La idea misma de una relación entre filosofía y política tiene que contar con esta tentación, la tentación de la globalización sería la tentación de crear un mundo filosóficamente más legítimo. El primero que había hablado sobre una república cosmopolítica era Kant. Pero decimos que este sueño por un lado se realizó y se demostró que es absolutamente intolerable” indicó al respecto.
La mención que hace sobre Kant explica un poco la relación que ha tenido la filosofía y la política en nuestros tiempos, para ejemplificarlo hace referencia a la teoría expuesta en La Dialéctica de la Ilustración, por un lado considera que las ideas kantesianas pueden palparse en el comportamiento social de los países, por otro, ve estos resultados de manera negativa para el desarrollo del pensamiento individual de las masas, considera que esta práctica ha generado sujetos plegados a normas estatales que impiden el libre desarrollo del ser.
Todo esto, explica Lenin Bandres, se ha desarrollado como un proceso de racionalización en las culturas occidentales que de un modo han legitimado el modelo liberal practicado en muchos países y que lo ha plasmado como el único modelo posible. En este punto se hace referencia a la democracia promovida por las corrientes de la ilustración, Lenin considera que hay una brecha entre la teoría y la práctica.
Al respecto Vattimo afirmó “Pero la realización de la democracia, muestra contradicciones, por ejemplo la más simple manifestación de la democracia que son las elecciones, las elecciones son hoy en el mundo “democrático” condicionadas por el dinero, por la propaganda”, esto desmota la idea que plantea el sistema democrático como la mejor vía para todas las clases sociales, el catedrático considera que las clases pobres son las menos beneficiadas ya que este proyecto de democracia liberal crecen enormemente las diferencias entre los pobre y los ricos.
De allí se genera un impase histórico para la corriente del socialismo que desde 2008 ha tenido un auge en las ideas de los pueblos pese a que la realización de un estado social no se encuentra consumado según Vattimo., que considera que debe haber una revolución anárquica para recuperar un poco de humanidad.
Al hacer referencia a este desorden social mediante una comparación entre el sistema político europeo y latinoamericano, por sus diferencias de orden social he histórico “cuando yo hablo de desorden hablo como un europeo integrado en un sistema muy racionalizado. Por un lado pienso que tengo que predicar el anarquismo. Aquí (Venezuela) se trata de predicar un orden revolucionario y en Europa puedo apoyarlo haciendo lío, desordenando un poco la racionalidad capitalista de la tradición occidental”.
En este punto se plantea la teoría creada por él llamada el pensamiento débil, que propone la necesidad de libertaria de la interpretación frente a las políticas monolíticas, es por ello que latinoamérica llama poderosamente la atención del catedrático.
Por su parte Bandres considera un riesgo el asentamiento de esta vertiente del relativismo ya que, sin límites, podría legitimar un caos.
A esta premisa Vattimo apela al sentido humanista que desarrolla valores hacia los seres permitiendo así la convivencia “lo que no es relativo es el dolor humano, básicamente es esto, el límite está cuando se produce violencia en contra del otro y sobre el otro” expresó.
En este sentido él promueve como necesaria la corriente relativista como una forma de toma de conciencia sobre la finitud de algunos procesos históricos, aquí pone como ejemplo el cristianismo que ha practicado la violencia en contra a los no creyentes en nombre de una verdad suprema, sin embargo al ser cristiano, considera que deben crearse nuevas formas de expresión de la religión adaptada a las necesidades de los pueblos “yo me considero cristiano, pero uno históricamente situado, no como si la verdad absoluta del cristianismo tendría que valer para todo, la verdad del cristianismo es la caridad”.
Por ello se plantea una superación del capitalismo con una ética cristiana católica, que en oposición a las demás corrientes del cristianismo propone un establecimiento de una vida con menos pretensiones materiales, sin embargo ha sido responsable en gran medida del establecimiento del capitalismo. Vattimo habla entonces de una teología negativista que lleve en su haber cierto sentido anárquico.
Al final de la disertación se establece el tema del comunismo hermenéutico que reza la posibilidad de hacer de la políticas revolucionarias latinoamericana un ejemplo para el mundo.
Un espacio para diálogo liberador
Milenio libre es un seriado para la televisión promovido por el ministerio del Poder Popular para la Cultura y la Red de Intelectuales como un espacio para incentivar la vocación filosófica como parte del espectro cultural. En el se exponen temas de la realidad mundial abordados desde las perspectivas teóricas de diferentes corrientes de pensamiento.
Su premisa está basada en el diálogo como un ejercicio para pensar y desarrollar ideas propias, tal como lo afirmó el ministro Freddy Ñáñez.
El espacio que debe su nombre a la colección de Monteavila Editores, en el se exponen perspectivas que permiten el desarrollo de un milenio que proponga las políticas liberadoras del Gobierno Bolivariano como referente mundial.
Su estreno fue el 6 de noviembre con un diálogo entre el economista Julio Escalona y el filósofo ganador del premio Libertador al Pensamiento Crítico Juan José Bautista.