El carnet que acreditaba como reportero durante la Guerra Civil española al escritor Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, fue hallado por un español, luego de haberse mantenido desaparecido, sin clasificar junto a otras acreditaciones de la época. “La ficha tiene un valor histórico extraordinario”, aseguró Policarpo Sánchez, abogado e historiador aficionado de 52 años que encontró el documento el 30 de junio.
Texto: Cubadebate y El Mundo (España)
Luego de buscar infructuosamente el carnet entre los documentos de periodistas que cubrieron la Guerra Civil, lo encontró de casualidad “dentro de documentos de un pequeño pueblo de la provincia de Toledo”, explicó. Antoine de Saint-Exupéry reportó en 1936 desde Barcelona (noreste) para el Intransigeant, siete años antes de publicar El Principito. Un año más tarde también reportó para Paris-Soir desde la capital española.
Con 36 años en ese momento, el también aviador parece haber rellenado él mismo la ficha, y se presenta como aviador y “escribano”. El documento fue fechado del 16 de abril de 1937, y le fue concedido por la Secretaría de propaganda de la República, ante quienes debían registrarse los periodistas que trabajaban en territorio republicano.
Exupéry reporta como domicilio el hotel Florida, conocido por albergar a otros corresponsales de guerra como el escritor estadounidense Ernest Hemingway o el fotoperiodista húngaro Robert Capa.
Sánchez también mostró este jueves unos 200 documentos inéditos de personalidades y organismos que tuvieron que ver con la Guerra Civil y que hasta el momento habían permanecido ocultos entre cajas sin catalogar dentro del Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, entre ellos papeles del FBI o el carnet de la CNT del actor Paco Martínez Soria.
Entre los papeles del FBI figura una petición firmada por John Edgar Hoover en la que solicita al Gobierno de la República información “secreta” sobre la actividad de ciudadanos norteamericanos residentes en España.
También hallaron la solicitud firmada por Santiago Carrillo de 1933 para solicitar su ingreso como periodista en la Unión General de Trabajadores (UGT) y otros documentos de “alto valor histórico”, como cartas personales del cantante y actor Miguel de Molina y documentación del cineasta Antonio del Amo o del escritor Juan Gilabert.