En la presentación de la novela póstuma de Carlos Fuentes, “Aquiles o El guerrillero y el asesino”, Silvia Lemus, viuda del escritor mexicano, aseguró que este siempre estuvo convencido de que los colombianos lograrían la paz. Dicha obra, de 191 páginas, está basada en la vida del comandante del movimiento M-19, Carlos Pizarro Leongómez, quien fue asesinado en Colombia el 26 de abril de 1990, después de firmar la paz que convirtió al grupo insurgente en partido político.
Texto: CubaDebate y NotiMex
La novela en la que Fuentes trabajaba cuando murió (el 15 de mayo de 2012) fue presentada el martes pasado en la sede del Fondo de Cultura Económica (FCE) Colombia, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, en Bogotá.
Esta obra es un relato personal, fascinante y revelador sobre un episodio de la violencia de Colombia, en la que el protagonista fue uno de los líderes insurgentes más emblemático en este país sudamericano. Para Fuentes, el comandante Pizarro fue un “héroe trágico” de Colombia y de América Latina, aseguró la viuda del escritor mexicano.
La obra salió de la imprenta a las librerías justo tres días antes de que el gobierno colombiano y las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaran, el pasado 23 de junio, el acuerdo de cese al fuego y de hostilidades en La Habana, Cuba.
El 23 de junio es el día en que comenzó la paz al fin en Colombia, en palabras de Lemus.
“Carlos Fuentes amó a Colombia, su gente, sus vallenatos, el baile y, como nos dijo alguna vez (Gabriel) García Márquez, hay que bailar sin sofoco”, recordó Lemus.
“Aquiles o El guerrillero y el asesino” es “un tributo a la vida colombiana. Fuentes estaba seguro que la paz era posible. Y esta novela está escrita desde esta convicción de Fuentes (…) le deseo mucha paz a Colombia”, enfatizó.
Lemus sostuvo que la novela fue publicada “tal como fue encontrada” en la residencia de la pareja en la Ciudad de México y en Londres, Reino Unido. Aseguró que desconoce si el texto original tenía 400 páginas y agregó: “Si hay otras páginas no sé dónde buscarlas, esa es la verdad (…) ojalá algún día las encuentre”.
En la presentación del libro estuvieron el expresidente colombiano Belisario Betancur (1982-1986), amigo personal de Fuentes, y la hija del comandante guerrillero, María José Pizarro, quienes hicieron sus respectivos comentarios a la novela póstuma del escritor mexicano.
Betancourt fue el personaje colombiano en el que Fuentes se apoyó para recopilar información y hacer los primeros contactos con la familia Pizarro, con historiadores y hasta con el actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que para la época (2006), era el ministro de Defensa.
Recordó que para la Navidad de 2006, Fuentes lo llamó desde Londres y le dijo que no querían estar en la capital inglesa ni en México, porque sus amigos cuando llegaban a casa era para darles el pésame por la reciente muerte de sus hijos.
Fuentes le confesó al expresidente colombiano que los pésames de los amigos: “nos reabre la herida del dolor”, y es cuando Betancourt le ofreció su residencia en Bogotá.
El escritor mexicano le hizo varias peticiones a su amigo Betancourt y una de ella fue “pasar desapercibido en Bogotá”, la segunda contactar a la familia Pizarro, la tercera conversar con el entonces ministro de Defensa y la cuarta una cita con el novelista Juan Gabriel Vásquez.
La petición que no fue posible cumplir en la estancia de la familia Fuentes en Bogotá en la Navidad de 2006 fue la de pasar desapercibido por las calles de la capital colombiana. “Cuando íbamos por la calle, la gente no preguntaba: quién era este señor que va con Belisario Betancourt, sino quién es el señor que va con Carlos Fuentes”, contó el exmandatario entre risas y aplausos del auditorio.
Fuentes llamó en muchas ocasiones a su amigo Betancourt para precisar fechas y estuvo muy interesado en conocer detalles de la amnistía que otorgó el expresidente a los guerrilleros en su gobierno, en lo que se conoce como los primeros diálogos de paz en Colombia (1982-1986).
“Carlos Fuentes me preguntó varias veces cómo fue la amnistía, cómo se produjo. Él tenía un verdadero torbellino mental sobre el hecho mismo de la amnistía”, reveló el exmandatario. Para Betancourt la novela póstuma de Fuentes no es una biografía del líder guerrillero; es “una novela, es una fabulación maravillosa de Fuentes”.