Fuentes del Gobierno haitiano develan que la detención de Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, los dos venezolanos que están siendo acusados por delitos de narcotráfico en EEUU, estuvo enmarcada en un manto de misterio e irregularidades. Aún cuando no se encontraron estupefacientes en el avión tras una profunda revisión, la DEA procedió a dejarlos retenidos, lo que fue calificado como “un secuestro” por voceros haitianos que estuvieron muy cercanos en el operativo.
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Texto: Últimas Noticias
Señalaron las fuentes que, en primer lugar, los agentes de la DEA irrumpieron en el aeropuerto y detuvieron a Efraín Campo y Francisco Flores, quienes usaban pasaporte tradicional, así como al piloto, Pablo Urbano, y al copiloto, Pedro Rodríguez González, y a otros dos civiles (Marcos Tulio Uzcátegui y Jesfran Moreno), que iban con ellos. Posteriormente procedieron a meterse en la aeronave con perros antidrogas y los revisaron minuciosamente e incluso desarmaron los asientos y otras partes.
En vista de que no hallaron droga alguna, los funcionarios de la DEA procedieron a comunicarles a los dos civiles, así como al piloto y al copiloto de la aeronave, que podían marcharse a Venezuela y que se llevaran el avión, cosa que hicieron de inmediato y, de hecho, ya fue confirmado que se encuentran en nuestro territorio, pues arribaron el miércoles a las 4:30 pm, según fuentes del SAR.
El hecho de que a pesar de que no les hallaran droga ni nada ilegal, y pese a ello procedieran a dejarlos retenidos, fue calificado como “un secuestro” por voceros haitianos que estuvieron muy cercanos en el operativo.
Se conoció que el avión es el YV2030, cuyo propietario es la empresa Construcción y Mantenimiento Coinspectra C.A., que lo arrendó al grupo. Hasta 2006 era de Inversiones Sabenpe, C.A.
El grupo salió desde Venezuela el martes a las 8:30 am y llegaron a Haití a las 10:30 am, hora local. Tenían pensado retornar el mismo martes a la 1 pm, pero una operación policial comando los detuvo en el aeropuerto hasta el día siguiente. Se conoció que los llevaron a una casa y los metieron en una sala de conferencias y fue al día siguiente cuando procedieron a liberar al piloto, al copiloto y a los otros dos venezolanos. “Si hubiesen hallado un gramo de droga no sueltan a nadie y no devuelven el avión”, dijo la fuente.
La mentira tiene las patas cortica