El Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos le fue entregado este domingo al escritor colombiano Pablo Montoya, quien obtuvo el galardón con la novela Tríptico de la infamia. Durante el acto de premiación, que se realizó en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), ubicado en Altamira, Caracas, el vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, destacó que la novela de Montoya es una obra apasionante y muy bien hecha.
Texto: AVN
Resaltó que logró trasladarse al siglo XVI para contar la historia de dominación a través de tres pintores, por lo que manifestó: “Estamos permanentemente todavía superando los traumas de las imposiciones, de la dominación”.
Por su parte, el ministro para la Cultura, Reinaldo Iturriza, agradeció la labor del jurado y expresó su satisfacción por el reconocimiento a Montoya. “Nos honra infinitamente, lejos de lo que pudiera cualquiera pensar, el hecho de que sea otro colombiano, es decir, otro de los nuestros, quien haya ganado este premio”, dijo.
Tríptico de la infamia narra la historia de tres pintores del siglo XVI que son testigos de las atrocidades cometidas por los conquistadores europeos en América, en sus ambiciones de enriquecimiento, así como episodios de fanatismo religioso que sumieron a la misma Europa en el horror y la impresión que causó en el viejo continente la destrucción de las Indias.
A propósito de celebrarse este domingo 131 años del nacimiento de Gallegos, el vicepresidente también se refirió a su obra y al legado histórico que transmitió este venezolano. “Gallegos fue latinoamericanista. Es parte integral de nuestra identidad (…) Gallegos, siendo caraqueño, lograba transmitir el sufrimiento de nuestros pueblos excluidos, lograba transmitir la belleza de nuestros pueblos autóctonos”, expresó, en el acto que fue transmitido por VTV.
Además de su faceta como escritor, Arreaza mencionó la participación de Gallegos en la política, quien fue electo democráticamente como Presidente de la República el 14 de diciembre de 1947. No obstante, debido a su empeño en la defensa de la soberanía, apenas estuvo en el gobierno desde 15 de febrero hasta el 24 de noviembre de 1948, cuando fue derrocado por una Junta Militar que lideraban Carlos Delgado Chalbaud, Luis Felipe Llovera y Marcos Pérez Jiménez.
“Comenzó a hacer lo que tenía que hacer (…) y por hacer lo que tenía que hacer lo derrocaron”, dijo, en alusión a políticas que impulsó como la Reforma Agraria y la Ley de Hidrocarburos.
Desde entonces, Gallegos comenzó su exilio político por varios países mientras se mantuvo la dictadura en Venezuela. En ese tiempo el escritor produjo diversas obras, entre ellas una de las más emblemáticas, Doña Barbara, que recrea la coyuntura histórica en la que se enfrentan las nuevas formas del progreso contra las viejas figuras despóticas que gobiernan los llanos venezolanos.
Entre otras de sus obras destaca La trepadora, Cantaclaro, Canaima y Pobre negro.