Casi 200 fotógrafos se reunieron el pasado sábado por la tarde en Caracas, convocados por la misma consigna: la conformación del Movimiento Venezolano de Fotografía. El encuentro, punto de inicio en la creación del espacio de unidad fotográfica, tuvo como finalidad conocerse, realizar un mapeo y abordar de conjunto algunas preguntas necesarias. ¿Por qué hemos de unir esfuerzos? ¿Qué experiencias existen de formación, de investigación? ¿Qué es un fotógrafo, qué es una fotografía popular? ¿Existen fotoclubes, fototecas?, fueron algunas de ellas, presentadas en el inicio de la jornada.
Prensa MPPC (Texto: Marco Teruggi / Fotos: Orlando Herrera)
A su vez dos objetivos generales englobaron los disparadores: la creación de una red estadal, regional y nacional de fotógrafos; y la independencia autogestionada y autosustentable.
Los participantes vinieron de varios estados centrales: Aragua, Miranda, Vargas, Carabobo y Distrito Capital, ya que la reunión fue de carácter regional. Se trató de la primera de la serie que se irán haciendo a lo largo de enero y febrero, de cara a abordar la diversidad de realidades del territorio nacional, y así pensar la fotografía, su organización, necesidades y desafíos desde esa perspectiva.
Entre ellos se encontraron tanto fotógrafos que han venido desarrollando su trabajo de forma independiente: profesionales, amateurs, aprendices, estudiantes, como otros agrupados en colectivos, como el caso de Iniciativa La Cuadra, de Catia, y el Colectivo Fotográfico Ciudad Valencia; ambos con trabajo en las comunidades populares.
Todos se reunieron en comisiones de trabajo para abordar los siguientes puntos: la formación, la organización, la difusión, la producción y la realización del mapeo; para poner en común ideas, experiencias, demandas y propuestas, con el fin de dar nacimiento al Movimiento desde abajo.
Impulsar pero no conducir
La convocatoria al espacio estuvo enmarcada dentro de un proceso que se ha venido desarrollando desde principio de este año: la organización de las artes emergentes.
Así en lo que va del mes de enero dieron sus primeros pasos el Movimiento Venezolano de Graffiteros y Muralistas, el Movimiento Venezolano de Diseñadores e Ilustradores, y está previsto que comience a conformarse el Movimiento de Tatuadores y Artistas del Arte Corporal.
“El objetivo es que los movimientos sean autónomos, no dependan del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, que desde allí salga la política para que la ejecute el Gobierno”, explicó Jesús García en la apertura del debate.
En cuanto a lo demás las conclusiones se desprendieron de las mismas mesas de trabajo: será necesario interconectar los diferentes movimientos nacientes, pensarlos desde la dependencia mutua, es decir la potencialidad que encierra su articulación. Y ese proceso, así como los diferentes pasos del Movimiento de Fotografía, deberá emerger de los debates regionales, de la maduración colectiva y nacional.
Debates de fotografía
La memoria histórica, las diferentes identidades populares, los barrios, la luz, fueron algunos de los temas que se plantearon. Temas que trabajan los fotógrafos, sobre los cuales reflexionan, investigan, arman proyectos. En particular los dos primeros, un aspecto que sostuvieron muchos, tanto como rol histórico del arte/oficio, como de lo que se debería profundizar en adelante.
La fotografía “comenzó como un retrato de la realidad”, fue dicho en la mesa acerca de difusión, ¿pero cómo hacer para que esos retratos, esas imágenes lleguen, sean vistas?. Armar una página web, amplia, inclusiva, fue una de las ideas; así como también una revista y exposiciones en el metro, fueron algunas de las propuestas de cara a difundir los trabajos, así como para promocionar a los fotógrafos.
Fotógrafos que a su vez, como trabajadores, se refirieron a algunas demandas puntuales, en particular respecto a los derechos de autor sobre sus piezas fotográficas. Cómo proteger los trabajos pero a su vez no restringir su circulación, ya que como fue dicho por algunos, lo importante es la difusión de los materiales, en particular en este momento histórico-político.
Otro punto abordado fue el de los altos costos de los materiales –cámaras, lentes, papeles para la impresión, etc.: “No somos dueños de los mecanismos de producción”, explicó al respecto Geraldine Contreras, estudiante de cinematografía, quien trajo una propuesta: vincularse con investigadores, “tecnólogos populares”, que estén desarrollando trabajos por ejemplo sobre la óptica; y pedir la transferencia tecnológica a otros países con quienes existen acuerdos.
La finalización del primer encuentro del naciente Movimiento Venezolano de Fotografía dejó varios saldos positivos. Entre ellos la coincidencia en los desafíos y la necesidad de unirse.
En las próximas semanas se estarán llevando adelante las otras reuniones hasta, seguramente, desembocar en una instancia nacional. De a poco, desde abajo y organizados.