Los medios nacionales e internacionales publican por estos días, resúmenes de los más importantes acontecimientos ocurridos durante el año que finaliza: eventos positivos como premios a científicos, literatos y deportistas, triunfos de políticos progresistas y revolucionarios, y también sucesos negativos, como guerras, sismos y el fallecimiento de destacadas personalidades como Chávez y Mandela.
AVN – Texto: Hernán Mena Cifuentes
Los medios nacionales e internacionales publican por estos días, resúmenes de los más importantes acontecimientos ocurridos durante el año que finaliza: eventos positivos como premios a científicos, literatos y deportistas, triunfos de políticos progresistas y revolucionarios, y también sucesos negativos, como guerras, sismos y el fallecimiento de destacadas personalidades como Chávez y Mandela.
Fue la partida hacia la inmortalidad y la gloria, de dos gigantes que marcaron un hito en la historia de la Humanidad, un antes y un después de dos épocas para sus pueblos y para los demás pueblos oprimidos del planeta, que lamentan y lloran su muerte, pero que, alegres cantan tras recibir el legado de esperanza, amor y paz que ambos le dejaron a ellos y a todos los oprimidos de la tierra.
De dos hombres que enfrentaron y vencieron con la fuerza de sus ideales libertarios al Imperialismo y el Apartheid, brutales sistemas de opresión y dominación, personificación de las más primitiva brutal expresión de la miseria humana, plagados de odio, discriminación e injusticia como nunca antes conoció el mundo.
Par de colosos entregados en cuerpo y alma al servicio de las causas justas, armados con la Constancia, a la que “Dios concede la victoria” según dijo Bolívar, otro gigante y libertador de pueblos como ellos, al definir ese don, “mezcla de firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos.”
Y es que muy pocos hombres en la historia tuvieron el coraje de soportar la adversidad con la férrea voluntad que ellos lo hicieron: la cárcel, la soledad del profeta que predica en el desierto, la mentira y la calumnia que los calificó de terroristas, la persecución, el acoso, y las conjuras de imperios poderosos y sus lacayos.
Nada ni nadie los detuvo en su marcha triunfal hacia la victoria que invictos alcanzaron junto con sus pueblos, para ejemplo del resto de otros pueblos oprimidos que hoy han tomado el mismo camino para liberarse del yugo opresor del Imperio más poderoso de la historia que los subyuga junto con sus cómplices que una vez también fueron imperios, y las oligarquías, los Judas de siempre.
Un despertar de pueblos que están cambiando la oprobiosa historia de sumisión e indignidad en la que vivieron y que ahora se levantan tras un letargo de siglos, esgrimiendo junto con sus líderes, los estandartes libertarios que Chávez y Mandela junto con sus pueblos rescataron.
Venezuela y Sudáfrica, dos pueblos que en vez de llorar su muerte, cantan, porque no han muerto, siguen y seguirán vivos en la memoria colectiva, porque como dicen un verso de la canción de Alí Primera: “los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos.”
Y es que Chávez, el Supremo Comandante, como lo designó el pueblo venezolano, y Mandela, “Madiba”, como cariñosamente lo bautizó el pueblo sudafricano, dos gigantes que marcharon hacia la gloria y la inmortalidad este año 2013, permanecerán vivos para siempre en la memoria de sus pueblos, a los que liberaron y en la memoria de los pueblos oprimidos que hoy siguen su ejemplo.
Mandela, dijo Obama en su funeral, “fue el último libertador del siglo XX, en hipócrita gesto de arrepentimiento, pensando que el mundo olvida que fue el Imperio y sus lacayos quienes le colocaron la etiqueta de “terrorista” que colocan a todos los revolucionarios, que lo persiguieron y encarcelaron como un animal en solitario durante 27 años, como lo hacen con los prisioneros en Guantánamo
Al enterarse de fallecimiento de Chávez, el Premio Nobel de la Paz, que hace la guerra, no dijo nada, prefirió callar, porque sabe que sus vasallos, tras darle un golpe de Estado, lo secuestraron y estuvieron a punto de asesinarlo, y que todas las calumnias que el Imperio desató sobre el Supremo Comandante, no impidieron que el mundo hoy le conozca como el Primer Libertador del siglo XXI.
CAMARADA QUE TRISTE: SE NOS FUE UN HOMBRE VALIENTE, REVOLUCIONARIO, SENCILLO, JUSTO Y COMPROMETIDO HASTA LOS TUETANOS CON ESTE PROCESO REVOLUCIONARIO. FUE EL COORDINADOR NACIONAL DE LA COMISION DE ALFABETIZACION: DIO SU VIDA POR LA MISION ROBINSON, FUE PRESIDENTE DEL INCES, DONDE LOGRO REALIZAR PROFUNDOS CAMBIOS ENLASADOS CON EL PROCESO REVOLUCIONARIO. NO TE OLVIDAMOS OTAIZA; EN NUESTRAS LARGAS E INTENSAS REUNIONES NOS ENSEÑASTE A AMAR PROFUNDAMENTE MAS ESTA REVOLUCION, QUE DIOS TE BENDIGA. HASTA SIEMPRE CAMARADA.