El próximo 16 de julio el vapor Masparro cumplirá 100 años de haber naufragado pocos días después de que Pedro Pérez Delgado “Maisanta”, el bisabuelo del Comandante Hugo Chávez, lo usara en su rebelión contra el dictador Juan Vicente Gómez. Tras quedar al descubierto sus restos en 2010, el Gobierno Bolivariano inició un trabajo de recuperación. Para noviembre podría estar lista la reconstrucción, proyecto que desarrollan Pdvsa La Estancia, la Gobernación de Barinas y el Museo de los Llanos, lugar donde podrá ser visitada y admirada. Le presentamos su historia y los planes para su restauración.
Texto: Alba Ciudad
A comienzos de 2010, la intensa sequía que se vivía en aquellos momentos en Venezuela trajo al menos una buena consecuencia: quedaron al descubierto los restos del vapor Masparro, un buque que, casi cien años antes, había sido usado nada más y nada menos que por Pedro Pérez Delgado “Maisanta”, el bisabuelo del Comandante Hugo Chávez, en su rebelión contra el dictador Juan Vicente Gómez. Posteriormente el barco fue recuperado por las autoridades gomecistas, pero pocos días después se hundió en el río Apure, en medio de una tempestad falleciendo unas 26 personas.
Un artículo de Manuel Abrizo, publicado en el suplemento “Artillería” del Correo del Orinoco el 22 de abril de 2012, explica: “En el verano de 2010, entre marzo y abril, se formó un alboroto mediático en San Fernando de Apure y Achaguas: la sequía extrema que azotó Venezuela menguó el caudal del río Apure y dejó al descubierto una porción de la carcomida estructura plana inferior del barco. Quienes habitan en los alrededores se habían acostumbrado a presenciar cada verano unos cuantos hierros que salían del río, pero ese año los hierros se asomaron más de lo acostumbrado”.
Señala Abrizo que “la noticia atrajo a un gentío. Algunos llegaron con la esperanza de hallar uno que otro objeto de valor, o quizá una morocota, pero solo vieron una plancha de hierro oxidada, un compuesto de engranajes llenos de barro y los ejes de los timones. El barco estaba ‘patas arriba'”. En la prensa sanfernandina se dijo por esos días que en el interior del Masparro podría haber morocotas y fusiles enterrados, versión que fue negada por el historiador apureño Argenis Méndez Echenique, ya que, según afirmó, la carga del buque fue rescatada en los días siguientes al naufragio.
“El Masparro era un barco con motor a vapor y de chapaletas y casco de hierro. Pertenecía a la Flota del Orinoco de la Compañía Anónima Venezolana de Navegación (CAVN). Había comenzado a navegar por el Orinoco y sus afluentes en la última década del siglo XIX, bajo la responsabilidad de la Compañía de Vapores del Orinoco, luego de la Compañía Estrella Roja y de la Compañía Anónima Fluvial y Costanera de Venezuela. La CAVN se constituyó en agosto de 1911, teniendo como principal accionista al general Gómez”.
Pérez Delgado fue quien le dio al Masparro su carácter legendario. El rebelde llanero se había unido a la Fuerza Armada Nacional en abril de 1914, y en junio, con grado de coronel, fue enviado a El Yagual para enfrentar una eventual invasión desde Colombia por parte del general cojedeño Alfredo Franco, quien se había amotinado contra Gómez y un mes antes había sido derrotado en Yopito, cerca de Elorza. Pero Maisanta decidió sublevarse también y luchar contra la dictadura gomecista, junto a otros oficiales. El 4 de junio se apoderó del vapor con la intención de tomar por la fuerza a San Fernando de Apure. Lamentablemente, no logró su objetivo.
El alto mando militar dio la orden de su captura y el 10 de junio se inicia su persecución. El 11 de junio de 1914 Maisanta invade y toma el Puerto de Ciudad de Nutrias, comunidad que lograron controlar por unos días. Se cuenta que Maisanta ordenó cubrir el barco con cuero de ganado para protegerse de las balas. Después de luchar por mantenerse en el sitio contra el ejercito de Gómez, Maisanta decide abandonar allí el vapor y huir a Elorza. Después pasa a El Viento, en Colombia, pero antes de abandonar el barco le quitó las chapaletas, por lo que el Masparro fue remolcado hasta San Fernando el 14 de junio por el vapor Apure. Allí fue reparado.
El naufragio
Oldman Botello, cronista de Maracay, cuenta en su blog que a las 6 de la mañana del 15 de julio de 1914, la embarcación zarpó de San Fernando rumbo hacia Periquera, hoy Guasdualito. Todo transcurrió sin novedad en el viaje. Hicieron noche en el sitio de Lagunota, banda sur del río Apure, al noreste de Achaguas, unos cincuenta kilómetros de dicho pueblo. Algunos decidieron pernoctar en el bote y otros en la orilla del río.
Cuando todos dormían, cerca de la medianoche, se desató una tempestad con vientos rachados que hicieron soltar las amarras del barco. Quienes estaban a la intemperie abordaron rápidamente para no mojarse y todos se fueron a la banda que daba al río. El desbalance, aunado a la carga que llevaban y el fuerte viento, hizo que el barco se fuera de lado y quedó con la cubierta hacia abajo no dando tiempo a nadie de saltar salvo unos pocos. Fueron aplastados por el Masparro, que los arrastró en su naufragio. Algunos lograron sobrevivir ganando la orilla.
La noticia la supo el general Gómez el día siguiente, el 17 de julio a las 2 de la tarde por telegrama reenviado por el operario Acosta, desde la oficina de Camaguán, pues la tempestad -que también afecto a San Fernando- tumbó la línea telegráfica.
El general Ignacio Quintana, quien es descrito por Botello como un “llanero bellaco, veterano de mil batallas” narra lo ocurrido el 18 de julio a las dos de la tarde desde San Fernando, en telegrama al general Gómez: “todavía bajo la dolorosa impresión de la catástrofe en que providencialmente salvé la vida: Sería la media noche cuando repentinamente se desencadenó en aquel lugar una violenta y huracanada tempestad que impulsó con furia el barco, rompió las amarras y lo volteó completamente. La sorpresa, la rapidez de la catástrofe y la oscuridad que nos rodeaba, hicieron más terribles aquellos momentos en que sólo se oía el grito de angustia del que se hundía, el aviso del que imploraba socorro y el llamamiento al del amigo que ganó la orilla”.
Carolina García, periodista del diario De Frente, señala que “la historia no especifica cuántos pasajeros iban en el Masparro. Algunos autores dicen que eran 40 personas, mientras otros aseguran que eran 72 los que salieron de San Fernando de Apure en el Masparro, el 15 de julio, entre ellos los 30 soldados de tropa, la tripulación y algunos pasajeros civiles”. La cifra a la que ella da más credibilidad es la de 26 personas que perdieron la vida en la tragedia, si bien oficialmente sólo fueron hallados seis cadáveres y 11 sobrevivientes.
“Para los vegueros, lo curioso no es que el barco se pueda ver, sino que los demás venezolanos estén interesados en verlo”, explicó García. “Desde mediados de enero, cientos de turistas han hecho largos recorridos para llegar a Santa María y fotografiar el Masparro. Los lugareños afirmaron que en febrero hasta habían efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana custodiando el vapor. Muchas personas aprovecharon y vendieron comida y refresco, sobre todo los fines de semana. Llegaban entre 100 y 200 carros. Todos estaban a la expectativa de que en cualquier momento el Presidente de la República, Hugo Rafael Chávez Frías viniera con una cuadrilla a desenterrar el Masparro”.
En abril de 2010, por órdenes del Comandante Chávez, el Instituto del Patrimonio Cultural (IPC), inició las gestiones para declarar a los restos del Masparro como Bien de Interés Cultural. Luego se iniciaron los trabajos de recuperación de los restos, que el pasado 2 de julio de 2014 arribaron al Museo de Los Llanos, en la ciudad de Barinas, lugar donde el bote será reconstruido y restaurado.
Listo para noviembre
El Masparro formará parte de la vitrina turística que ofrecerá la Feria Internacional de Turismo de Venezuela, Fitven Barinas 2014, en el mes de noviembre. Así lo aseguró el gobernador encargado, Antonio Albarrán, una vez recibió esta importante reliquia histórica, que para este 16 de julio cumplirá 100 años de haber naufragado. Se estima que para el 7 de noviembre se esté inaugurando esta gran obra histórica, que será reconstruida de forma abierta en el Museo de los Llanos para que el público pueda apreciar su restauración.
El proyecto también incluye la construcción de una base al aire libre sobre la cual se colocará el Vapor Masparro, para luego cubrirse con cristal que permitirá sea contemplada por sus visitantes.
Para el director general del Museo de los Llanos, Ramón Arroyo, el traslado a Barinas de este monumento representa un hecho significativo dentro de la historia de la revolución venezolana. Explicó que este barco servía para realizar todos los intercambios comerciales entre la Barinas de 1892 hasta 1914, en lo que Hugo Chávez denominó el eje carretero fluvial “Apure-Orinoco”.