Durante una transmisión televisiva en vivo, el fiscal general de la República, Tarek William Saab, anunció la imputación de Carlos Julio Rojas, autor intelectual del intento de magnicidio perpetrado contra el presidente de la República, Nicolás Maduro, en medio de una concentración convocada el pasado 25 de marzo, por motivo de su inscripción como candidato presidencial.
Texto: VTV / Foto: Redes Sociales
Asimismo, adjuntó grabaciones de las confesiones ofrecidas por los dos ejecutores del intento de magnicidio, Carlos Eduardo Castillo y Jerry Ostos, quienes no solo confirmaron la implicación del partido Vente Venezuela, en el atentado fallido, también identificaron a Julio Rojas como organizador del delito, lo que llevó a su captura.
En medio de sus declaraciones, Ostos y Castillo ofrecieron detalles sobre la previa planificación del magnicidio frustrado. Ambos indicaron que eran miembros del partido Vente Venezuela desde Catia, parroquia Sucre y conocían previamente a Carlos Julio Rojas, este último los invitó a unirse a un grupo de WhatsApp, denominado “La Sociedad Civil de la Gran Caracas por María Corina Machado”, a finales de 2023.
No fue hasta enero de 2024, cuando a través de dicho grupo, Julio Rojas, les ofreció a ambos implicados una generosa suma de dinero a cambio de formar parte de un grupo especial, cuya responsabilidad sería realizar operaciones orientadas a frustrar las próximas elecciones del 28 de julio.
Ostos y Castillo aceptaron la propuesta y fueron convocados a un punto ubicado cerca de la Carretera Caracas-La Guaira, donde recibieron armas e instrucciones sobre su uso y funcionamiento, aunado a un taller para fabricar bombas molotov.
El lunes 25 de marzo, a las ocho de la mañana, Carlos Rojas les informó sobre la concentración del presidente Maduro y les instó a trasladarse al lugar, la plaza Diego Ibarra, en donde les fueron asignadas posiciones estratégicas. A partir de allí, lograron acercarse a unos 20 metros de la tarima, desde la cual el Ejecutivo nacional ofrecería un discurso, con el plan de abrir fuego al aire y a los asistentes para generar pánico. Afortunadamente, funcionarios del Sebin capturaron rápidamente a los perpetradores.
Ambos sospechosos fueron imputados por los delitos de terrorismo, asociación, intento de magnicidio y porte de armas de fuego en lugares prohibidos. Se les ofreció calidad de testigos protegidos a cambio de sus declaraciones.
Adicionalmente, revelaron que, en caso de haber tenido éxito en sus planes, habrían huido gracias a unos motorizados designados para trasladarlos hasta un motel ubicado en la carretera Caracas-La Guaira, donde les esperaba una recompensa de 10 mil dólares y una eventual extracción hasta la isla de Trinidad y de allí a Surinam.
Aunado a eso, apuntaron a que Vente Venezuela pretendía expandir sus operaciones subversivas a dañar entidades y edificios gubernamentales, incentivar a la ciudadanía a atacar funcionarios de las Fuerzas Armadas y organismos públicos de seguridad, además de reactivar las guarimbas; todo para culminar en un llamado a la comunidad internacional a conformar una coalición militar contra Venezuela.