Fervor, tradición y transmisión de saberes fue lo que se vivió en distintos municipios del estado Aragua, los días miércoles 24, jueves 25 y viernes 26 de abril, con el desarrollo de los talleres patrimoniales relacionados con la manifestación de los Diablos Danzantes de Corpus Christi, los cuales fueron dictados por las cinco cofradías que hacen vida en la entidad Aragüeña: Cata, Chuao, Cuyagua, Ocumare de la Costa y Turiamo, y que forman parte de las once que en Venezuela fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Nacional Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco) el 6 de diciembre de 2012.
Texto y Prensa: MPPC Aragua
La información fue suministrada por el Director General del Gabinete de Cultura del estado Aragua, Rommel Ramírez, quien explicó que tal como ha ocurrido en años anteriores, cada cofradía es acogida por la alcaldía de un municipio distinto, a través de sus direcciones de cultura, con el propósito de dictar en comunidades o instituciones educativas los talleres en los que se da a conocer parte de las tradiciones, ritos, música, instrumentos, vestimentas y máscaras que se utilizan durante la celebración del Corpus Christi o Cuerpo de Cristo.
En este sentido, Ramírez detalló que en esta oportunidad el municipio Bolívar acogió por dos días a los talleristas de la cofradía de los Diablos Danzantes de Cuyagua en la Casa de la Cultura “Don Salvador Rodríguez” de San Mateo, mientras que el municipio Zamora realizó lo propio con los cófrades de Ocumare de la Costa en la Escuela Técnica Agropecuaria “La Granja” de San Francisco de Asís; el municipio Mariño albergó a la cofradía de Chuao en la Aldea Universitaria de El Mácaro y el municipio Girardot recibió a los Diablos Danzantes de Turiamo en los espacios de la pérgola de la Casa de la Cultura de Maracay.
Para culminar la jornada, el día viernes se desarrolló un foro en el que la cofradía de Ocumare de la Costa bajo la guía y dirección del Primer Capataz de la hermandad, José Luís Concepción, expuso toda la tradicionalidad y devoción con la que se celebra esta manifestación desde la perspectiva particular de los devotos ocumareños, la cual se diferencia de las restantes cofradías en relación a detalles que van desde el toque, ritmo y tonalidad con el cuatro y la caja en el aspecto musical, hasta la vestimenta, rituales y formas propias de elaborar sus máscaras.
“Cabe destacar que el Corpus Christi es una celebración de la iglesia católica que se lleva a cabo 60 días después del Domingo de Resurrección y es durante esta manifestación que los diablos danzan al son del repique de un tambor típico denominado caja hasta llegar al frente de la iglesia en una representación del desafío del mal ante el bien, sin embargo cuando están frente a la presencia de Jesús en la Eucaristía las máscaras de los diablos son volteadas hacia atrás y en su lugar cuelga un velo hacia el piso como señal de rendición y de que no pueden vencerle”, expuso el cófrade ocumareño.
En otro orden de ideas, Concepción dio a conocer algunos detalles simbólicos de la manifestación como lo es la representación de la lucha del bien contra el mal a través de la danza que se realiza en forma de cruz, el uso de cencerros y campanas para alejar los malos espíritus, el uso de capas unicolores o estampados bicolor, el papel que juega cada miembro de la cofradía y las distintas jerarquías que existen en la hermandad como son los capataces, perreros y promeseros que se distinguen por los cuernos presentes en las máscaras que portan, roles a los que se ha reincorporado en años más recientes la figura de los sayoncitos que había estado cayendo en desuso paulatinamente.
Concepción resaltó como requisito indispensable que los participantes, en sus distintos roles, deben estar bautizados, confirmados y haber realizado la primera comunión para poder incorporarse a esta manifestación que aglutina a cientos de devotos durante esta centenaria celebración que remonta sus orígenes hasta el siglo XVII.
Para finalizar, el director Ramírez agregó que con el desarrollo de estos talleres se da cumplimiento al programa de Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia para esta manifestación mágica-religiosa-cultural, que surge producto de la declaratoria otorgada hace 12 años por la Unesco como parte de las expresiones culturales del patrimonio inmaterial inscritas en su lista de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.