Mantener vivo el recuerdo de Zobeyda Jiménez, la Muñeca Cimarrona, es honrar a la mujer que con su amor y ternura humanizó a innumerables muñecas que hoy se alzan como un legado de sueños tejidos con retacitos de fe y esperanza. El 02 de Febrero, Día Nacional de las y los Muñequeros, mediante la conmemoración de un año más del natalicio y siembra de Zobeyda, fue la excusa perfecta para hablar de una mujer que tal como lo cantó el propio Alí Primera, juró a través de sus muñecas devolverle a la patria todos los hijos que le mataron en Cantaura, una mujer que con su locura bonita cristalizó el sentir de que era posible darle corazón y alma a una muñeca que se vuelve parte de ti como si se tratara de una hija que nace de tus propias entrañas.
Texto y foto: Prensa FMC
La edición 48 de Cultura en Movimiento, programa radial de la Fundación Misión Cultura, no podía menos que arrancar el año exaltando la vida y el legado que nos dejó Zobeyda, por ello contó como invitada especial con Rosaura Funes, parte del clan de las hermanitas Funes quienes pueden bien rememorar las vivencias experimentadas con la maestra muñequera, al tiempo de hacer palpable la influencia que Zobeyda ejerció no sólo en el oficio de hacer muñecas en las propias hermanas, sino en todas aquellas y aquellos que en algún momento estuvieron en contacto con ella, sin dejar de contar la influencia que ejerció en las y los miles de niños y adultos que se beneficiaron del aprendizaje que se multiplica en una cadena mágica de amor por un oficio que bien se exalta como un patrimonio cultural nacional.
En el espacio radial que se transmite cada semana a través de la señal de Alba Ciudad 96.3FM, Rosaura Funes habló de sus experiencias y vivencias junto a Zobe, a quien por cariño identificaron así desde sus primeros encuentros, “ella era una mujer con mucha humildad pero asimismo con mucho talento, su sabiduría, su encanto y su magia” y es que “Zobe era una maga para tratar a la gente, para hablar, para hacer muñecas, para enseñar, todos son recuerdos muy lindos que atesoramos”. Una relación que nació en el año 79’ y que les permitió tener una amistad que se extendió en el tiempo, porque así era Zobeyda, una mujer esplendida que daba su amor plasmado a través de una sonrisa que quizás podríamos asegurar nadie nunca vio que se desdibujara de su rostro.
Natural, amorosa y sencilla son características que desde la perspectiva de Rosaura Funes describen a la artesana muñequera quien además tenía la particularidad de ver posible la hechura de una muñeca casi con cualquier cosa, “no había nada imposible para realizar una muñeca, en cada cosa que estaba a su alcance, ella tenía la capacidad de convertirlo en mágico y precioso”. Don que seguramente además le permitió convertirse en una gran maestra para muchas y muchos muñequeros del país, “esa sencillez” le permitía guiar pedagógicamente la enseñanza del oficio muñequero porque como asegura Funes “era muy cuentera y sus anécdotas siempre nutrían el aprendizaje”. Para las hermanas Funes ese fue precisamente el hilo conductor que acerco a Zobeyda con la gente, con sus vivencias, con el juego constante de hacer muñecas que nos entrelaza con fuerza a una niñez que seguimos viviendo, que sigamos explorando y que a través del arte de hacer muñecas nos eleva con ternura como un papagayo cuando está enamorado de la luna.
Seguir ahondado en esas experiencias y vivencias inolvidables son las que motivas que desde este 02 de febrero la Fundación Misión Cultura haga un llamado a volcarse en las festividades como parte del Día Nacional de las y los Muñequeros, y así conocer la esencia de esta mágica mujer cuya sensibilidad artística y capacidad creadora encantó a más de uno, por lo cual tiene preparado un compendio de actividades que permitirán enraizarnos con la Muñeca Cimarrona y su legado.
Para mayores detalles de los eventos que se desarrollaran durante el mes de febrero, pueden consultar la cuenta @MisionCulturaVe en todas sus redes sociales y así exaltar la trascendencia que para la cultura nacional representa Zobeyda Jiménez.